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sábado , abril 27 2024
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Fuentes Seguras. El sueño, la paciencia y la firmeza

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

La encuesta más reciente. La realidad económica. El dólar y la producción. El origen de un voto polémico. El peronismo. Las semanas que se avecinan

Aunque una descripción no merece ser equiparada a una justificación, como la voz del pueblo es la voz que debe ser escuchada, resulta imprescindible situar la vara del presente a través del parecer colectivo. Esto nos remite a una discusión sin final sobre si el gran protagonista de la vida nacional acierta o se equivoca; esgrima nada sencilla al admitir que, en ocasiones, la elección se decide por un par de puntos. También, porque a lo largo de la historia se registraron decisiones históricas en uno y otro sentido.

Pero el registro no es vano, pues a decir verdad la opinión social argentina se ha revelado perspicaz para escoger las propuestas industriales y crecientes por sobre las parasitarias y devaluatorias. Guste o no, las grandes masas han defendido el interés nacional –que las involucra- con más certeza que las franjas minoritarias –también implicadas- que declamaron perfección ideológica en cada tramo de nuestra historia. Ambos espacios componen ese frente nacional popular que a veces se configura y otras, se dispersa. Entonces ¿qué viene calibrando nuestra gente a un año del comicio que brindó primacía al Frente de Todos?

LAS PREFERENCIAS. En el primer tramo de Octubre la empresa Analogias realizó su encuesta del orden nacional. De la misma surge que la imagen positiva del presidente Alberto Fernández suma casi el 57,6% de las opiniones y mantiene 17 puntos favorables respecto de las opiniones negativas. Ese porcentaje se apoya en los encuestados de menor nivel de instrucción, en los de mayor edad y entre los de edades intermedias, con un sesgo favorable en las mujeres. La percepción sobre el comportamiento de la oposición para enfrentar la crisis cayó al 28,3%, mostrando también una baja sostenida desde el mes de marzo. Por su parte, la visión sobre el compromiso de los grandes empresarios con la recuperación de la Argentina sigue en niveles menores al 20% de las respuestas.

Ese somero cuadro de situación evidencia lucidez para percibir la actualidad, aún en medio de las dificultades. Pero hay más. Dentro de esa aceptación –que da cuenta de una creciente inusual en cualquier país- hay críticas para tomar bien en cuenta. Por caso, la política sanitaria viene reduciendo sus niveles de adhesión desde la flexibilización del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Lo que fue evaluado un éxito en principio, hoy  genera dudas a la luz de las cifras de contagios. Se consolidó la percepción mayoritaria sobre el incumplimiento de las pautas de cuidado por parte de la sociedad, y también la posibilidad de contagio propia y del entorno familiar, que se ubicó 20 puntos más arriba que en junio.

El órgano más sensible fue llegando, por los palos, a liderar la carrera tras la primera curva. El deterioro de la situación socioeconómica y su confirmación formal por medio de la publicación de los datos de pobreza, desembocaron en un altísimo nivel de alarma: el 91,2% indicó que le preocupa Mucho (71,3%) o Bastante (19,9%).En este sentido aparece un diferencial de demanda sobre el Gobierno, al que un 53,2% caracteriza como haciendo Poco o Nada para paliar la situación. Por otra parte, el 48,7% consideró que no es el gobierno de Alberto Fernández el principal responsable de la crisis, en contraste con un 38,5% que consideró que sí. El 81,9% estimó necesario el acuerdo tripartito (gobierno, empresarios, sindicatos) para que aumente considerablemente el Salario Mínimo Vital y Movil.

La comprensión de muchos supera la zoncera de varios. Una mayoría de casi el 56% dijo que es necesario reforzar la atención directa del Estado sobre la gente que cayó en la pobreza. En la misma línea, un 55% valora positivamente la política social del Gobierno. Acerca del tipo de respuesta que tiene que dar el Estado, un 68,3% opinó que no debe ser a través del aumento de los denominados planes sociales sino de fuentes laborales. Entre los sectores que rechazan alguna acción de asistencia social, vale una mención significativa: lidera la grilla insensible un 60 por ciento de personas con estudios universitarios. El resto, aunque participó menos del esquema educativo, valora con más claridad la importancia de tender la mano al que tiene problemas.

Finalmente, la sociedad se muestra partida en dos zonas casi iguales cuando se le solicita opinión acerca del comportamiento de periodistas y medios de comunicación. Un 45 por ciento señala que actúan sin la responsabilidad necesaria y un porcentaje equivalente sugiere que lo hacen más o menos bien. Como en todos los rubros, están los que ni saben, ni contestan. A diferencia del resto de los ítems, aquí no surge un balance popular claro aunque, nobleza obliga, es superior el número de argentinos de las clases humildes que tienen una valoración positiva de la comunicación presente. Es probable, apostamos por fuera del estudio, que como cada quien escoge a los medios que representan su pensar, en el volumen general el indicador evidencie aceptación relativa. Algo así como “la radio que yo escucho, sí transmite adecuadamente la realidad”. 

LA RECUPERACIÓN. Por supuesto que este redactor dialogó sobre esos sondeos que consideró tan creíbles como relativos con sus Fuentes Seguras. Por supuesto, además, que la respuesta inicial fue “Y si, la encuesta está bien rumbeada y se parece a otras que recibimos. Es que la gente entiende las dificultades existentes y sabe lo complicado que resulta resolver las cosas rápido”. Sin embargo, los apuntes que se desprenden de los registros emiten mensajes directos. Por eso indagamos: -La población exige mejores salarios, más presencia económico social del Estado, más trabajo y una renovada acción para contener la pandemia. ¿Esa es la dirección? “En general, si” respondieron. -Si se rebajan las retenciones y se anula el IFE, no lo parece, apuntamos.

Los informantes respiraron y fueron a la carga: “Hay una recuperación en el sector industrial, se observa en un indicador transparente como la demanda de energía del sector, de hecho la variación en septiembre interanual fue positiva”. Tenían más: “ya se puede apreciar una política industrial activa, señales claras al empresariado industrial” lo que está generando “diferentes inversiones que contradicen noticias falsas sobre el éxodo de empresas que no fueron más que dos casos puntuales relacionados con la crisis internacional pero no por falta de perspectivas en la Argentina”.

Al decir de los voceros, “la industria automotriz y la de la construcción ya están en marcha, ni siquiera hubo que esperar al 2021” aunque admitieron que otros sectores “están en una situación delicada como el turismo, gastronomía y varias ramas de la industria”.  Hay varios rubros que “van a ser asistidos por el Estado, pero para entrar en franca recuperación tendrán que esperar la vacuna”. Con énfasis que pareció sincero, argumentaron “es obvio lo de las vacaciones, está claro que el gobierno las desalienta ¿qué vamos a hacer si se está pidiendo más control sanitario porque hay muchos contagios? Acá hay que ser sincero, decir que muchas empresas gastronómicas y hoteleras han sido apoyadas desde el Estado y que no va a haber libertad plena para que funcionen hasta que no se resuelva el problema”.

La bronca con algunos medios surgió naturalmente. “En un título dicen que la industria gastronómica está en crisis terminal. Y al lado publican las cifras de los contagios. En el fondo sugieren que las dos cosas son culpa del gobierno. Es una miserabilidad. Alberto Fernández explicó claramente que el aumento de los contagios en tantas provincias se debió a las reuniones sociales, es cuestión de pensar un poco y darse cuenta de lo que está pasando”. Así las cosas, este periodista reiteró las dificultades observadas en la realización editorial de los medios públicos y la falta de apoyo claro y directo para los medios populares. –Desde la gestión se sostiene y se impulsa a las empresas que hacen esas jugadas miserables. “Bueno, siempre terminamos hablando de eso” contestó con una aprehensión atravesada por un tono bajo, uno de los informantes.

Pero faltaban algunos asuntos demasiado sensibles.

EL DÓLAR. “Mirá, para empezar hay que explicar que el productor agropecuario comercializa en pesos con las empresas exportadoras. Este es el sector donde se originan una parte de los conflictos. Por eso lo que se está intentando es rediseñar el esquema de las retenciones, para que los impuestos no recaigan sobre los productores sino sobre los que están en condiciones de tener ganancias extraordinarias. Por eso la medida de bajar las retenciones fue aceptada por los productores medianos y chicos, y rechazada por los grandes”. La pregunta fue sencilla -¿Y entonces? “Vamos sin volantazos a una propuesta que es lo contrario a la 125 que metió a todos los actores en la misma silobolsa (risas). Se trata de controlar desde el Estado la acción de las diez o quince compañías exportadoras que hasta hoy hicieron lo que quisieron con la producción de todos”.

Ahora bien, la urgencia de divisas retrae los debates sobre el futuro a este punto impiadoso del presente. “Es cierto, hay escasez de dólares, faltan los dólares para normalizar el mercado y los negocios pero eso no quiere decir que haya atraso cambiario”.  – Por qué. “El dólar está por encima del promedio histórico, es un dólar que a los exportadores les resulta razonable y no sirve para perjudicar el mercado interno”. Las Fuentes Seguras pusieron la carta sobre la mesa: “mientras el equipo económico se enfoca sobre la renegociación con el Fondo Monetario Internacional, las medidas anunciadas tienen el objetivo de serenar las cosas internamente y lograr que gran parte de la economía nacional muestre signos de crecimiento”. Para corroborar, uno de los informantes leyó textual declaraciones de Matías Kulfas, quien había aseverado que “la solución genuina a esto constituye primero producir más en el país y reemplazar muchos productos que importamos y tenemos capacidad productiva para hacerla”.

Las Fuentes retomaron su visión. “Fijate que se hizo una reconfiguración del esquema de derechos de exportación de la industria, y mientras se hablaba de la negativa de un puñado de agroexportadores, se omitió hablar de esta readecuación que modificó el esquema de incentivos a más de 6.000 productos industriales porque estaba todo mal”. En concreto: “Las materias primas industriales tenían más reintegros a la exportación que los productos terminados o los bienes intermedios, lo que desalentaba el valor agregado”. Como los informantes tenían razón, este periodista, mientras sorbía un café, deslizó –Está bien, pero no se olviden del salario porque si no, el crecimiento con valor agregado va a estar muy restringido.

 

Ilustración de Jacek Yerka.

AMÉRICA. Es evidente que la conferencia del presidente Alberto Fernández con la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio de América Latina y el Caribe (Aaccla), tuvo el objetivo de involucrar a ese poderoso espacio con la renegociación que está empezando. Fernández les dijo que la Argentina crecerá y que será un buen lugar para invertir, sólido y estable, aunque advirtió que la deuda con el FMI es “un obstáculo para la recuperación”. Era consciente de estar hablando ante representantes de 20 mil empresas norteamericanas con presencia en América latina. Entre los dos asuntos ventilados (inversiones y deuda) es posible encontrar el rastro de la determinación adoptada por nuestro país en las Naciones Unidas con respecto a la hermana República Bolivariana de Venezuela.

La decisión de votar así fue tomada por el jefe de Estado con aquiescencia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner al obtener la certeza de lo inocuo de la misma en el terreno práctico. Nadie va a invadir la patria de Chávez. Es una concesión destinada a presentar una imagen confiable en esos dos niveles económicos que vienen ocupando las células grises de los funcionarios. A cambio de un voto sin derivación activa, la Argentina limpió el terreno de suspicacias y reproches a la hora de sentarse a evaluar propuestas de inversión y de comenzar a diferir pagos hacia el futuro lejano. El hostigamiento recibido por el gobierno del Frente de Todos ante su actitud firme con respecto a Bolivia y su distancia ostensible para con Brasil, se atenuó tras el polémico voto. Los no presidentes Añez y Bolsonaro quedaron pataleando contra nuestro país en el vacío.

Alberto y Cristina saben que la Argentina no tiene destino sin ligazón suramericana. Pero, al igual que en las negociaciones con los acreedores, es preciso esperar que el tiempo haga lo suyo para que los protagonistas se reacomoden. Sin embargo, llama la atención que la actuación resultara sobreactuación. Pues si bien el vínculo mexicano con la temática de Derechos Humanos es muy diferente al argentino, una abstención hubiera permitido al gobierno nacional menos oleajes internos. Ese malestar, indudablemente, puede calificarse como justificado. Resultaba previsible que, ante el orgullo insuflado en tantos argentinos con vocación continental por aquella gestación del Unasur, una definición de esta naturaleza resultara un impacto de profundidad.

Esta información es clara y tiene fundamento. Pero este narrador la presenta por fuera de las Fuentes que caracterizan el espacio para evitar confusiones. La postula como hipótesis propias. Porque lo mejor es enemigo de lo bueno.

PERONISMO. En contra de lo que se supone, el movimiento peronista es muy discutidor y la verticalidad es una declamación a la cual nadie otorga mayor trascendencia. Esta interesante cualidad opera como laboratorio de ideas; las más variadas son lanzadas desde distintos espacios y van atravesando muchos obstáculos hasta que algunas se hacen un lugar. Otras van siendo descartadas por la inteligencia social y, si poseen un segmento de razón, emergen reconvertidas para su nuevo procesamiento.

El concepto más complejo puede ser analizado por las masas si se lo musicaliza adecuadamente. Eso quiere decir que debe pasar por el tamiz de la consigna, la pintada, el volante, y ahora también el twitt o el posteo del facebook, entre tantos. En los tiempos recientes numerosos individuos han supuesto que se puede empezar al revés y que basta con un mensaje más o menos ingenioso para relevar una elaboración con la densidad suficiente como para devenir en reflexión para la acción, en idea práctica. La descalificación del otro mediante una palabra o una frase complementa esa tonta aspiración.

Esta simplificación del pensamiento político es derivada del prejuicio de algunas franjas medias sobre el peronismo. Qué tanto lío si con una frase bien puesta resolvemos todo. Así se han reconvertido expresiones importantes construidas en otros períodos por Juan Perón, Evita, Arturo Jauretche y hasta Néstor Kirchner; entre tantos. Se extrae lo que resulte útil a la convicción presente, se lo descontextúa y a partir de allí se lo difunde como premisa irrefutable. Al lado, se coloca el anverso y se señala que quien no hace o dice tal cosa es fascista, progresista, o lo que peor caiga en cada circunstancia. Así se anula ese gran debate colectivo; a través del anatema.

Vale tomar en cuenta estas observaciones pues siempre se piensa y se actúa desde el presente. Y porque es posible macanear aún planteando la cita exacta. Cuántos se sorprenderían al recorrer las páginas dedicadas por Jauretche a la educación y a la competencia, con niveles de exigencia nada populistas y una visión bien concreta de la eficacia. Cuántos más abrirían sus cabezas si tomaran en cuenta su mirada sobre la moral, tan alejada de esta moralina que se le pide a la política. O si se adentraran en sus comparaciones entre lo real y lo ideal; narraciones cuya aplicación lo llevaron a guardar silencio sobre asuntos espinosos con el objetivo de beneficiar al conjunto en detrimento del brillo personal.

En los días recientes hemos leído y escuchado toda clase de frases rimbombantes y consignas durísimas que nos remiten a la asombrosa e incalculable combatividad de los emisores. Bien por ellos. Aunque preferimos, como en el primer segmento de este texto, atisbar la opinión popular por un lado; y emplear anteojos negros al mirar esas estrellas tan resplandecientes que inhiben el pensar emotivo y quizás, resulten fugaces.

EL DESTINO. Nos vemos indefensos e inquietos al dormir. ¿Lo notó lector, al observar un adulto sumergido en la noche? Sólo los niños se ven bien. Duermen a pata suelta, abandonados, limpios y serenos.

Es probable que esa experiencia inasible pueda ser aprovechada por quienes intentan actuar sobre el presente. Quizás el enchufe permanente, que contiene una potente ansiedad por el hallazgo de salidas inmediatas, sólo contribuya a agotar el pensar y a plantear exigencias de inmediatez que pretenden anular tiempos y procesos. No es fácil.

En tal sentido resta comunicar una advertencia prodigada por las Fuentes: “este Octubre, además de ser el mes con nuestras fechas, será el mes de la presión cambiaria de las corporaciones contra el gobierno para forzar una devaluación. Con cifras pequeñas logran mover un mercado sensible y tensionar para transferir recursos, del ingreso social promedio hacia sus arcas. Para poder imaginar un 2021 productivo, habrá que resistir esos embates. Se vienen días llenos de corredores y tapas estruendosas”.

Veremos si el gobierno se apoya en ese bloque que lo sostiene para obturar la ofensiva.

Es necesario, al menos para este cronista, despejar la mente y preparar unos mates. El futuro se está construyendo ahora.

 

  • Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal

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