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Por GAUCHITO GIL *
A veces no queda en claro para qué entrar en los BRICS. Nos dan plata? Exportamos más? Beneficios arancelarios? No, y nada de eso es lo estructuralmente importante.
Argentina es un país importante en el mundo, pero no tan importante. En Política Internacional hay países de primerísima liga, como EEUU o China, algunos que son de primera liga por alguna cualidad, como Rusia o Francia. Y después vamos nosotros, que cuando presentamos una iniciativa lo primero que nos preguntan es «vos y cuántos más».
Para eso están los «clubes de amigos», para darse a uno entidades colectivas por los que están con uno. Ser parte del G7, del G20, no es joda. En la época de Menem nos sumaron al G20, para ser parte de la fuerza de choque de EEUU en el bloque. Pero luego nuestro rol se fue desdibujando, y las sucesivas crisis económicas, desencuentros políticos y falta de claridad en la estrategia fueron desdibujando nuestro rol en el G20.
Los BRICS son un club de amigos. Ahora nadie puede decirnos «vos y cuántos más?» Porque esos más son china, india, sudafrica, Arabia Saudita etc. Ese es el primer objetivo de entrar en los BRICS, encontrar una razón de peso en el concierto global. Asimismo, los BRICS no son cualquier grupo, sino el grupo de naciones emergentes más dinámicas. Nos hemos incorporado al grupo de países que representan el futuro.
Asimismo, hoy la discusión mundial no es sobre países industriales vs agroexportadores. Hoy la discusión es entre el capital financiero internacional y los que producen. Estos últimos son algunos exportadores primarios y otros industriales, pero eso en lo inmediato esa no es la contradicción más importante.
Asimismo, estamos en un club de países industrializados de amplisima cantidad de población que se está convirtiendo en clase media, que necesita comer, bañarse, prender la luz, comprarse un aire, etc. Todo eso necesita minerales, petróleo, gas, alimentos, que podemos proveer casi inmediatamente.
Si bien no es un acuerdo comercial, si es cierto que ser miembro de un club da un estatus diferente para negociar. Por ejemplo, china tiene aranceles para los vinos argentinos, que es un reclamo histórico del sector, hoy tenemos la margen para negociar una rebaja unilateral por parte de China. Lo mismo sucede con la apertura de nueces a China, o de cítricos, nueces, pecan, pistachos y otros productos argentinos a la India.
También ser parte de los BRICS nos hace parte del banco de desarrollo de los BRICS, que nos puede prestar para infraestructura o para sacarnos al fondo de encima, según el caso. Lo mismo sucede con los fondos soberanos emiraties o saudies o ruso, el swap chino, la iniciativa de la franja y la ruta o el comercio en monedas propias.
Todo eso nos da un nuevo escalón desde donde pararnos ante el mundo y nuevas oportunidades para encarar una estrategia de desarrollo. Podemos usarlo bien y aprovecharlo o seguir en el mangazo limpio, pero eso depende de nosotros.
- Columnista La Señal Medios
