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Entrevista a Carlos Minucci, titular de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía y referente de la Corriente Federal de Trabajadores
Por GABRIEL FERNÁNDEZ *
Pasaron 28 años de la privatización del sistema eléctrico nacional. Mientras se debate sobre un nuevo incremento tarifario para el año venidero y la Secretaría de Energía que orienta Darío Martínez intenta adecuar el área para que enfrente una mejoría en la producción, los trabajadores del sector plantean la necesidad de una intervención mayor del Estado para impulsar más inversiones. Y evalúan la importancia de contar con otras cartas, a futuro. Carlos Minucci, secretario general de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía y referente de la Corriente Federal de Trabajadores se refirió en Radio Gráfica a la realidad del área energética y al presente del movimiento obrero.
-Aún no se ha tomado dimensión del problema energético que tenemos, expresó Minucci al abrir el fuego.
-Carlos, las empresas están presionando por la suba de tarifas.
-… después de haber aumentado casi el 4000 por ciento durante el gobierno de Macri y sin haber hecho las inversiones. Es un reclamo, por lo menos, discutible.Brindan un mal servicio, pagan salarios por debajo de la inflación, evaden impuestos, ¿cómo puede ser que estemos hablando de las tarifas? Mi opinión es que una vez que el servicio funcione como corresponde y que se hayan hecho las inversiones recién ahí es posible evaluar las aumentos de tarifas.
-Los trabajadores de la Energía conocen la situación de las empresas y al mismo tiempo, la de los usuarios.
-Claro. Levantar la tarifa en esta etapa es podría generar nuevos problemas porque hay muchos sectores que ya no pueden pagar. Además van a seguir los cortes por la falta de inversión. Tenemos que hablar de inversiones y no de aumentos de tarifas. Hay que modificar el esquema de subsidios por que las empresas se llevan el dinero sin invertir. En todo el período posterior a las privatizaciones, las únicas inversiones surgieron del Estado.
-¿El Estado podría jugar un rol más activo?
-Si las empresas no cumplen con los compromisos habría que hablar de una intervención del Estado, pero entiendo que el gobierno tiene abiertos muchos frentes; abrir un frente más sería difícil. Eso lo comprendemos los trabajadores. Nunca se deberían haber privatizado las empresas, pero lamentablemente ya está hecho. A mí me da la sensación de que al Gobierno aún le falta trabajo para fijar condiciones sobre este tema. Si se lo propone, tendrá el respaldo social que necesita. Conozco personalmente la experiencia histórica de Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (Segba), con la participación de los trabajadores en su organización. Es un antecedente válido, que sirve para evaluar opciones.
-¿Hay diálogo?
-Existe buen diálogo con el ENRE y su titular Federico Basualdo, también con el gobierno de Axel Kicillof a través de una mesa de sindicatos. Estamos planteando los problemas que percibimos. La diferencia con la gestión anterior es marcada a pesar de las objeciones que nos vemos obligados a marcar.
-El panorama económico general es un desafío para Gobierno y sindicatos
-Claro. Todavía estamos atravesando la pandemia, con parámetros económicos muy malos, y con un Gobierno que está luchando contra los poderes fácticos del país. Poderes empresariales, mediáticos y la propia oposición. Es muy difícil. El Gobierno está tratando de encontrarle el rumbo al tema económico. Hemos asumido el Gobierno, nos falta asumir el poder.
Este es un Gobierno que está atravesando un momento difícil. Falta reorganizar el movimiento obrero, ver qué pasa con las pymes y las cooperativas. Desde la Corriente impulsamos el Espacio Producción y Trabajo, con regionales sindicales de todo el país y el conjunto de las empresas vinculadas al mercado interno. Hay avances, se observa que el consumo de energía está creciendo en industrias, pero es una crisis muy compleja. Cuatro años de ajuste, recesión y una pandemia…
-Cómo se encuentra el movimiento obrero ante esta situación.
–La CGT es uno de los problemas, el Gobierno se da cuenta que las divisiones en el movimiento obrero no ayudan a sumar poder. Tenemos a un movimiento obrero tratando de encontrar su rumbo. El Frente Sindical y la Corriente Federal están trabajando para lograr una CGT que se ponga al lado del Gobierno para pelear con los poderosos. El Gobierno debería manejarse con la agenda con el movimiento obrero al lado y acompañándolo constantemente.
La conducción de la CGT tiene que llamar a un Confederal, rever los estatutos. Ya lo planteamos desde la CFT. Es un momento para estar ordenados. Llegó la hora en que los secretarios generales se reúnan para discutir todos los temas y encontrar un rumbo.
- Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica
