BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
sábado , abril 27 2024
Inicio / Cultura Y Espectáculos / NIPPUR DE LAGASH / Cicatrices

NIPPUR DE LAGASH / Cicatrices

 

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Creí que no volvería a verlo. A lo largo de los años recorrí las librerías que incluyen viejas revistas y, cada tanto, hallaba algún ejemplar que contenía un episodio. Luego, saturé google hasta encontrar imágenes de páginas completas, y poco más.

Tuve cierto temor: quizás no era tan bueno, en una de esas perfecciono en la mente la evocación de lo perdido. Siempre estuve en desacuerdo con Dolina al respecto (no hay mejor amor que el que nunca ha sido). Y sigo en desacuerdo; aunque admito que es posible caer en idealizaciones.

Hace un tiempito, no mucho, me enteré que mientras disfrutaba con pasión e ingenuidad esta obra, se registraba un clásico subyacente entre los lectores de Robin Wood y Héctor Germán Oesterheld. También rechacé la idea. Las ostensibles diferencias no implicaban demérito para tal o cual.

Lo cierto es que un día, dentro de esta era que podemos considerar presente en sentido extenso, vi en el kiosco de la esquina un gran afiche que anunciaba la re edición de todas las historietas de Nippur de Lagash. Volví a emocionarme como cuando era pibe y compraba una nueva aventura.

Otra inquietud me atravesó. Aunque la editorial se comprometía a publicar los ¡450! Episodios completos evalué que, como en tantos otros casos, si los lectores no sumaban un número adecuado, interrumpiría la salida.

No fue así. Este ha sido un buen homenaje a nuestro obrero, luchador de full contact y eximio narrador paraguayo, argentino y sumerio que pergeñó una de las creaciones más singulares y atractivas de lo que se ha llamado el noveno arte.

Todas las noches de todos estos días, desde su reaparición hasta hoy, leo Nippur de Lagash. Voy por el tomo 42 y descubro que es tan bueno como lo recordaba. Asombrosa equivalencia crítica entre aquél chico que fui y este tipo que ya ha leído unas cuantas cosas más.

Camino y reflexiono junto a él, me río de mi a su vera, entiendo el sentido de sus amistades y la medida intensidad de sus odios. Calibro el exceso de batallas, propio del tener que completar con acción cada episodio para no ofrecer “solamente” filosofía dibujada.

Sufro con los pueblos violentados, aprecio la moderna relación con Karien, desespero ante los riesgos corridos por su hijo, Hiras. Valoro especialmente el tránsito, el crecimiento de la figura central, y el complejo hilván promovido por un autor deseoso de enlazar historias, y seguir.

Nippur, como quien lo lee, no es el mismo en los primeros capítulos que en los más avanzados. Aprende de sus vivencias y se comporta de modo equilibrado pero diferente a medida que aprehende el mundo que le toca ir viviendo. Envejece.

En su adultez le preocupa menos trascender al frente de grandes ejércitos que cuidar de sus afectos. El genio de Wood gestó una personalidad de la cual algunos lectores podemos ser amigos; y otros, no.

Después de tanto buscar –décadas- lo encontré. Con franqueza, no pensé que se daría. Los grandes libros dejan una huella firme y su ausencia, cierta confusión. Así que gracias. Al autor y a todos sus dibujantes. A El Tony, Intervalo, Fantasía y D´Artagnan. A Planeta DeAgostini.

Y al personaje, portador de tantas cicatrices como las que llevamos en el alma.

 

* Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica

 

Más para leer:

Nippur de Lagash, por la vuelta

 

EL JOVEN NIPPUR

Entrevista a Gabriel Rearte

 

El trabajo más recordado de Gabriel Rearte en el país es “El joven Nippur”, serie de apenas dos números que contaba la adolescencia del personaje más importante de Robin Wood.

Perteneciente a la última camada de dibujantes de la Editorial Columba, Gabriel Rearte (Buenos Aires, 14 de julio de 1971) es uno de los tantos talentos que vimos florecer entre mediados y fines de la década del 90, pero que no alcanzamos a ver desarrollarse. Apadrinado por el guionista Carlos Albiac, Rearte inició una prometedora carrera asistiendo al dibujante Walther Taborda realizando lápices y fondos para varias series y miniseries, especialmente “El Peregrino”. Su laburo más recordado en el país es “El joven Nippur”, serie de apenas dos números que contaba la adolescencia de Nippur de Lagash, el personaje más importante de Robin Wood.

bbx_248144630_21

Y precisamente acerca de eso comenzamos a charlar, de la inminente reedición de ese par de episodios en el volumen final de la colección que Planeta DeAgostini le viene dedicando desde hace casi dos años al sumerio errante y que culmina la semana que viene, y del reencuentro con aquellas páginas dibujadas hace más de dos décadas…

— Confieso que fue un poco intimidante confrontar con ese material, pero por otro lado fue muy gratificante porque -como sabrás siendo tu oficio el de historiador- al pasado hay que saber mirarlo también con ojos del pasado… y no puedo olvidar el entusiasmo, la alegría y la enorme felicidad que era para mí laburar con Robin (Wood).

bbx_248144630_4_25

— ¿Cómo llega a relacionarse con Wood?

— Llego a él a través de Walther Taborda; se le había presentado la posibilidad de dibujar “Nippur de Lagash”, entonces Robin le pregunta a quién podía recomendarle para encarar una versión joven del personaje, y él me nombra a mí, tras lo cual hago las correspondientes muestras. Robin quedó bastante conforme, así que después nos encontramos y ahí me confirmó que yo me encargaría de dibujar “El joven Nippur”. Así que lo único que tengo es gratitud, aparte de la admiración hacia la figura que crecí leyendo. Para mí fue una oportunidad magnífica.

— ¿Había realizado antes de esta alguna serie oficiando de dibujante titular?

— Para Columba había hecho únicamente unitarios, algunos escritos por Carlos Albiac, otros por Eduardo Mazzitelli, alguno por Ricardo Ferrari, y esa era mi experiencia, aparte de estar hace un tiempo trabajando en el estudio con Walther (Taborda) haciendo “El Peregrino”. “El joven Nippur” fue entonces mi primera gran responsabilidad, con todo lo que implica laburar con Robin Wood: algo bastante intimidante, pero algo para lo que yo me sentía con el suficiente entusiasmo y la alegría necesaria para poder encararlo.

— “El joven Nippur” es la primera serie spin-off de “Nippur de Lagash” -la segunda fue “Hiras”-, es la única que se incluye en esta colección y, además, la cierra…

— Así es. Tengo ese enorme y extraño honor: la colección empieza con Lucho (Olivera) -que de alguna manera es el responsable de que yo todavía esté haciendo esto- y termina con mi laburo que, como te decía, hoy lo miro con mucho cariño y, la verdad, reconozco que está bastante bien (risas).

bbx_248144630_3_23

— ¿Qué recuerda acerca de la construcción del aspecto físico del personaje? ¿Se le pidió algo en particular o lo hizo como a usted se le antojó hacerlo?

— Conversando con Robin se dio esa confluencia de ambas miradas. Él quería hacer una especie de versión actualizada de Nippur y, al mismo tiempo, que no dejara de ser el personaje que era. Y yo venía también con esa idea, porque uno es hijo de su tiempo, y coincidimos bastante acerca de lo que había que hacer y en la visión que teníamos del joven Nippur. En esa época estaba decantando mi gusto por el cómic norteamericano, pero yo fui un adolescente de los años 80, así que, además de lo de Columba, estaba la influencia del cómic europeo que llegó a nosotros a través de “Fierro”, “Totem”, “El Víbora”…

— ¿Por qué deja de hacerse la serie?

— Primero vos tenés que tener presente que, en esa época, Internet no estaba tan afianzada como lo estuvo pocos años después. Entre el contacto que se fue perdiendo y las desinteligencias dentro de Columba, yo seguí trabajando, pero el tercer guión no llegó nunca más. El lugar común donde todos nos encontrábamos fue Columba, y Columba estaba dejando de existir, esa era la realidad.

— ¿Tras esto qué continuó dibujando?

— Yo seguí laburando para los italianos y empecé a trabajar también para Estados Unidos: Image, Avatar, hice algunas cosas para DC; también trabajé en el departamento de promociones de Marvel; allí se hacen ilustraciones que luego aparecen en el merchandising, y otras que se usan para las Guías de Estilo de los distintos personajes. Tiempo después entré a trabajar para Zenescope -donde trabaja el maestro (Marcelo) Basile, también-; y últimamente estuve haciendo cosas para American Mythology sobre franquicias de Edgar Rice Burroughs. Y en el largo camino, también trabajé para videojuegos haciendo assets para distintos juegos virtuales.

bbx_248144630_2_20

— ¿Qué hizo para Italia?

— Para la editorial llamada Eura y que luego pasó a llamarse Aurea, hice un par de series. Con guiones de nuestro conocido Néstor Barron hice “Cedric” y “El Vigía”, series con las que quedé muy contento porque Barron siempre te ofrece la posibilidad de dibujar lo que vos realmente querés. Yo soy un enamorado del trabajo de Jorge Zaffino, y trabajar con temáticas y ambientes medievales, épicos, fantásticos, fue siempre lo que más me atrajo.

Una vez que terminé la última serie, estoy como en trámites para tratar de vender un proyecto que estamos haciendo con Toni Torres… vamos a ver cómo sale eso; se llama “Dark World”, y de paso aprovecho para mencionar a Toni y agradecerle la oportunidad.

— ¿Qué está dibujando hoy?

— Acabo de terminar una serie para American Mythology que se llama “Moon Maid”, y estoy haciendo además portadas para ellos. Y estoy haciendo una novela gráfica de alrededor de 80 páginas para acá, para Argentina, que se titula “Welcome to the machine”, y que va a aparecer por Buen Gusto Ediciones, de Córdoba. Los guiones son de Juan Bertazzi, que es un hombre que tiene ideas muy claras pero, al mismo tiempo, es muy abierto al intercambio, acepta mis ideas, así que el trabajo es inmejorable. Aparentemente saldrá publicada entre febrero y marzo de 2020.

 

Fuente: Por Ariel Avilez (*), especial para NOVA

(*) Redactor especializado en cómics.

 

 

 

 

 

Comentarios

comentarios

Visite también

Bancate ese Defecto (70 Veces Charly)

  Por FERNANDO INFANTE LIMA * Charly García, el niño prodigio, el eterno rebelde, el ...