Por HÉCTOR AMICHETTI *
De nacimientos, muertes y resurrecciones se nutre a través de la historia un gran Movimiento que supo de revoluciones y de resistencias quizás como ningún otro en el mundo.
28 de mayo, una fecha y el recuerdo de tres nombres emblemáticos del Peronismo:
Carlos Carella, sencillo y humilde como pocos, inmenso actor, de esos que parece que no están actuando, nació en el ’25, unos meses después que Raimundo, recuerdo que en nuestro gremio gráfico formábamos a los delegados y delegadas pasando la película «El rigor del destino», en la que él era protagonista central.
Leonardo Favio, llegó a este mundo en plena década infame y siendo pequeño vio como la clase trabajadora cambiaba el rumbo de la historia a partir de aquella jornada de octubre del ’45, desde entonces fue un niño feliz, abrazado por el amor con que Perón y Evita cobijaban a los únicos privilegiados, con su arte bello e infinito expresó ese sentimiento a modo de sinfonía como nadie más podría hacerlo.
Carlitos Caride, emblema de cárceles y resistencias, de quien tiene la conciencia y el coraje necesario para asumir que al enemigo del pueblo que es capaz de bombardear, fusilar, proscribir y matar no se lo trata con buenos modales, se lo combate. Así se nos fue, precisamente combatiendo a la dictadura genocida, el 28 de mayo del ’76, apenas dos meses después que habían derrocado a un gobierno peronista.
El peronismo nace y muere en millones de grandiosos militantes, se reproduce de generación en generación y resucita cada vez que el odio de los reaccionarios lo cree acabado.
- Secretario General Federación Gráfica Bonaerense / CFT / CGT