BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
sábado , abril 27 2024
Inicio / Deportes / MARADONA / Nadie te robó nada, Cherquis Bialo

MARADONA / Nadie te robó nada, Cherquis Bialo

 

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Este domingo Cherquis Bialo incurrió en uno de los clásicos del pensamiento antiperonista al realizar un interesante planteo descorazonado sobre Diego Armando Maradona. Su hipótesis no declama bandera alguna; el mito revestido de idea la recorre imperceptiblemente, pero se vuelca con dureza en el leit motiv. El periodista, de larga y fructífera trayectoria, necesita impactar, y aunque él mismo no lo sienta de este modo, lo hace a través del viejo argumento “así no era” o más bien “este no es el (peronismo) (Maradona) que yo quería, es otro que no me gusta”.

A los que desarrollan así, lo que no les gusta es cada presente que viven y construyen las mentes en acción con rasgos extraordinarios. En el artículo publicado en Infobae, Cherquis dice que le han robado a su Maradona y le han puesto a este que vemos hoy con sus discusiones familiares, sus desafíos futbolísticos imposibles y hasta sus desplantes hacia colegas brillantes del mundo futbolero. Quien fuera vocero de la AFA incurre así en una incomprensión forzada para presentarse como un personaje sensitivo y aristocráticamente decepcionado por el andar del ídolo.

Pero el ídolo jamás procedió como pretende Cherquis Bialo. Seducido y abandonado, el periodista quiere ignorar que Diego Armando Maradona ha sido acusado por sus actitudes desde el mismo momento en que empezó a protagonizar de modo estelar la primera división del deporte más popular. Así como del peronismo, de Maradona se señala “ya no es lo que era” a cada instancia, a cada paso, en cada revuelo, polémica, éxito o traspié que concreta. Porque lo que no le gusta al veterano escriba es, precisamente, el peronismo. O más bien ese impredecible, talentoso y corrosivo tránsito por la vida que implica ser Diego Armando Maradona.

Nadie le robó su Diego a Cherquis. Maradona nunca fue correcto ni respondió a las expectativas. Siempre salió, en modo gambeta cósmica, por el lado menos esperado. Asumir el desafío de pelear la categoría con Gimnasia, nada menos, es precisamente un gesto maradoniano. El distinguido Cherquis quiere inventar un técnico que se haga cargo del cómodo Barcelona o que opine serenamente desde una cabina de transmisión; pero cuando él y tantos más piensan “y para qué se mete en estos líos” resulta pertinente recordarles que justamente estos son “los líos en los que se mete Maradona” como señala la canción.

Aunque es claro que ¿quién puede asumir un pensamiento nacional popular desde Infobae?, no está demás indicar –peronismo siempre cuestionado mediante- que al crítico se le pasa por alto la lucidez de las declaraciones de Maradona, quien en un par de meses le pasó el trapo a Macri, se reencontró con Tapia –símbolo más importante de lo que se piensa, por no pensar en Moyano-, respaldó a las Madres, exigió y luego celebró la libertad de Lula, bancó a Venezuela, protestó contra los incesantes aumentos de precios… y con su andar cansino debido a la operación de una pierna, se puso al hombro las prácticas de su equipo cuando todos esperaban que se presentara solo los domingos para hacer rostro en las canchas argentinas.

Lo más interesante del planteo formulado por Cherquis Bialo es que cae bien, sienta bien y razonable a toda una faja de público siempre dispuesta a decir “pero bueno, estas cosas que hace Maradona no son las que debe hacer, este no es el Maradona que queremos”. Contra esa razonabilidad mortuoria, inmóvil y descomprometida, cívica y bienpensante es que ha operado el más grande jugador de la historia a lo largo de toda su vida. Lo verdaderamente llamativo es que siga siendo el más rebelde y respondón ahora, a esta altura de su vida, en vez de descansar – dejarse estar – y hundirse cómodamente con algunos acuerdos por publicidad, aislado de las masas que lo receptan vigorosa y emocionalmente domingo a domingo y aceptado por un establishment que lo detesta precisamente por encarnar al humilde con talento.

Hoy nadie lo evoca, pero en los análisis previos al Mundial de México 86 la sección Deportes del diario Clarín lamentaba que la selección argentina arribara a la competencia con un Maradona que “ya no es el mismo”. Las notas están allí, para que las repase el memorioso que lo desee. Las leíamos con azoramiento en la redacción de Prensa Latina, mientras nos preparábamos para asistir a la más extraordinaria lección de fútbol en la historia. Esto es fehaciente: cuando todavía no había desplegado todo el volumen de su capacidad, Maradona ya era cuestionado por ese presente continuo que se auto construía para relanzarse una y otra vez. Portador sapiente de una habilidad sin borde, el genio seguía adelante mientras leía y escuchaba tonterías significativas, extraordinarias, en cuyo interior latía la envidia por un talento desbordante en el cuerpo de un loco diez bajito. Y ruliento.

Un talento que ellos, los propietarios del poder y sus voceros, no poseen. Un talento que los empequeñece. Lejos bien lejos de jugar al grone funcional, como Tévez, lejos también de adecuarse en el silencio a la política de algunas grandes empresas, como Pelé, lejos además de apoyar a Bolsonaro como Ronaldinho, nuestro Maradona no da puntada sin hilo, molesta y sigue molestando y se afirma en su propia historia para seguir siendo. Ese gordito de andar lento y diálogo pausado es, más que nunca aunque como siempre, Diego Armando Maradona. El que se posiciona en los lugares incorrectos y con su presencia grita a los poderosos sin necesidad de decirlo: “cuando puedan acercarse siquiera a lo que yo hice, charlaremos en igualdad de condiciones”.

¿A Cherquis y a Infobae les molesta el actual Maradona? Bueno, asuman que aunque no lo parezca, es el mismo.

El peronismo nunca conforma al medio pelo. A veces se desplaza hacia la izquierda, a veces hacia un nacionalismo tórrido; en ocasiones, rumbo a un progresismo socialero, en otras con deriva a gestos bruscos, bombo bandera choripán. “Esto no es lo que yo quería”, se dicen, escandalizados. Y se corren.

Pero sigue ahí. Acá, para ser más precisos.

 

  • Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Gráfica / Sindical Federal

Comentarios

comentarios

Visite también

Paz Interior

  Por NORMA ROSA TORELLO *    Néctar para el alma Una de las aristas ...