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por HÉCTOR AMICHETTI *
Marzo le dice adiós el verano y los otoños suelen pintar inciertos.
Como dice un viejo refrán español: «Males otoñales, o largos o mortales».
Ya en las primeras horas del mes cambió la cara y los ánimos del Virrey.
Atrás quedaron el show del G-20 y los días relativamente calmos de diciembre en que Wall Street ponía todas sus fichas a la reelección de Macri.
Su desencajado rostro y descontrolados modales expuestos en la apertura anual de sesiones del Congreso coincidieron con las expresiones de los inversores internacionales: «El gobierno no logra encauzar la situación económica».
Forbes, prestigiosa revista norteamericana especializada en finanzas y negocios opinó:
«La Argentina está a un paso del colapso económico».
Entre otros datos preocupantes señala que la deuda pública ya representa un 77,4% del PIB y que -entre diciembre de 2015 y marzo de 2017- cerraron 3198 empresas, es decir 7 por día.
La inflación de enero y febrero marcó un 6,8%, elevando el incremento anual a un 51,3%.
En enero se fugaron otros 1.958 millones de dólares, un 127% más que en el mes anterior. Desde que el Virrey comenzó su mandato ya se escabulleron del país 61.287 millones de dólares.
Para controlar el aumento del dólar el gobierno eleva las tasas de interés por encima del 60% y el FMI (como contribución de campaña), le asegura 9.600 millones de dólares, autorizándole a vender 60 millones por día a partir del mes de abril.
Los economistas de todo pelaje consideran que esa plata no alcanzará para domar el precio del dólar.
Clarín, vocero de la prensa colonialista, informa sobre la «gran desilusión» de los grandes empresarios con el gobierno.
El Virrey se manifiesta molesto por la apatía del «círculo rojo» y -perdiendo el autocontrol que le aconsejan sus asesores budistas- amenaza con que si él pierde van a perder todos.
El fiscal de mesa amarillo, Cristiano Rattazzi se queja diciendo que por cada auto que exporta pierde 500 dólares.
Mientras que los agro-exportadores, supuestos salvavidas del plan oficial, siguiendo el consejo del Viejo Vizcacha compran un 20% más de silo-bolsas que el año pasado para guardar sus semillas a la espera de un mejor precio del dólar.
«Los que no saben guardar, son pobres aunque trabajen».
¡Al diablo con que la Patria es el otro!, ¡La Patria son ellos!.
En un gobierno de ricos, deciden los ricos… no el Virrey.
- Secretario General Federación Gráfica Bonaerense / Corriente Federal de Trabajadores / CGT
