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viernes , abril 26 2024
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MONIZ BANDEIRA / Un matiz de interés sobre una figura continental

 

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Tuve la posibilidad de entrevistar a Luiz Alberto Moniz Bandeira para la revista Question Latinoamérica, varios años atrás. El encuentro se desarrolló en la embajada brasileña y luego se prolongó en un almuerzo del que participaron Juan Carlos Puppo y Roberto Perdía. Todo se desplegó hacia una charla del pensador en la Universidad de Tres de Febrero. El material derivado de la conversación inicial formó parte de una de las más interesantes ediciones de la publicación mencionada.

Lo que se ha dicho por estos días tras su fallecimiento es cierto. Empezando por la semblanza trazada por Mario Rapoport en el diario Página 12. También es adecuada la reconfiguración del título planteada en Pájaro Rojo (Un apóstol de la unidad sudamericana). Entre los aspectos que más me impresionaron de su saber, quiero añadir el conocimiento pleno de la trama de relaciones históricas entre los Estados Unidos, Brasil y la Argentina. Quizás, sin que esto resulte un alarde sureño sino una observación con pretensión de certeza, los tres países más importantes –a fondo- del continente.

Sin embargo, lo cortés no quita lo valiente. Me interesa evocar también un desencuentro, para nada menor, con quien, además de todo lo justamente dicho, era uno de los principales cerebros de Itamaraty. En la grata entrevista concretada un sábado por la mañana, el recorrido histórico develó un criterio en conflicto: Moniz Bandeira se mostró totalmente en desacuerdo con mi visión sobre la guerra de la Triple Alianza, asentada claro, en las investigaciones de José María Rosa y otros referentes del revisionismo argentino. Es más; cargó duro contra el Pepe y dejó claro que no tenía alta valoración de su labor historiográfica.

Esto llevó a la explicación sincera de su parecer. Más allá de las hegemonías extracontinentales, Moniz Bandeira estimaba que si los gigantescos PBI de Brasil y Argentina coaligados le exigían un desarme industrial al Paraguay, esta nación orientada por Francisco Solano López, debió haber obedecido. El pensador brasileño indicó que los países de América latina no pueden dejar de lado las consideraciones de sus dos hermanos mayores, las cuales, aún en el error, merecen especial respeto. Para evitar confusiones, trasladó a ese presente –el de la entrevista, año 2005- su criterio: si Brasil, gobernado por Lula, y la Argentina, cuyo presidente era Néstor Kirchner, tenían una postura determinada ante Naciones Unidas, la función del Uruguay, de Bolivia, del Paraguay, era respaldarla.

No hubo acuerdo, claro. Una vez planteadas las posturas la conversación prosiguió. El gesto del gran Moniz Bandeira (que se había puesto adusto), retomó la amabilidad a la hora de cuestionar la injerencia norteamericana por estas playas; allí, los conceptos resultaban armónicos entre nuestra publicación y el entrevistado. Me resolví a narrar esta sutil discrepancia, sin dejar de lado los justos halagos recibidos por quien transitó el último tramo de su vida en Alemania –siempre trabajando para el Brasil, siempre sorprendido por el frío europeo- porque dan cuenta de un criterio que no se ha desarticulado pese a la trascendente gestión del Partido de los Trabajadores al frente del estado vecino.

En la mirada interior de Itamaraty, el Sur debe ser regenteado por la alianza entre Brasil y la Argentina. En sintonía con el oriental argentino Alberto Methol Ferré, Moniz y su gente han evaluado determinante y estratégica esa relación. Y si bien comparto el criterio –muy superior a la hipótesis de conflicto que martirizó a nuestros pueblos-, es ostensible que no es lo mismo el gobierno de Lula que el de Michel Temer, no es lo mismo el gobierno de los Kichner que el de Mauricio Macri. Inserto entonces alerta de puntuación al recordar ese diálogo, porque varias cosas derivan de semejante contraste.

En principio, Itamaraty es a la vez un capital intelectual latinoamericano y un persistente riesgo hegemonista. Luego, la Argentina no recurre a sus pensadores nacionales para la elaboración de un corpus conceptual que le permita poseer una visión de largo plazo sobre el interés profundo local enlazado al regional. A diferencia de la potencia lusitana, con sus más y sus menos como he intentado precisar, en nuestra patria la política exterior carece de líneas de alcance que se concatenen de modo perenne y elaboren políticas de Estado para el trazo continental. Muchos empleados circunstanciales en Cancillería, adeptos a cada gestión, y poco razonamiento sobre la historia, los elementos centrales y su proyección.

Me atreví a testimoniar este aspecto de la conversación porque el propio Moniz Bandeira lo enfatizó sin ocultar su parecer. Y porque creo que da para pensar en los desafíos propios.

Nada oscurece trayectorias de alto vuelo; pero todos los hombres tenemos claroscuros.

 

  • Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.

 

 

Revista Question Latinoamérica:  http://www.laseñalmedios.com.ar/2017/09/24/question-latinoamerica-el-vigor-de-una-experiencia-unica/

 

Artículo Página 12:  https://www.pagina12.com.ar/80703-un-maestro-de-la-vida-y-de-la-historia

 

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