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viernes , abril 26 2024
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Gustavo Rearte: Un documento histórico

El nombre de Gustavo Rearte, jefe de la primitiva JP fallecido el 1º de julio de 1973 con tan solo 40 años, suele asociarse al coraje y la integridad personal. Por pertinente que sea tal asociación, el texto que hoy presenta La Señal muestra otro rasgo de Rearte, el innovador intelectual en medio de la batalla, promotor de ideas alterantes respecto a lo que predominaba en distintos momentos.

Por ejemplo, en 1961 encabezó la primera acción de guerrilla urbana concebida como tal en Argentina y en 1970, ya con la guerrilla en auge, advirtió a través del periódico “En Lucha” del MR17 por qué existía un serio riesgo de fracaso de la lucha armada.

“Las recetas” se dio a conocer después de la muerte de su autor. Fue recopilado por Edgardo Lombardi y difundido por el MR17. El breve texto parece la introducción o la síntesis argumental de algo más vasto; un soliloquio conceptual a cuenta de mayor explicitación y ejemplos. Hace cuatro décadas llamó la atención un concepto que al formularse desde el peronismo aparejaba una idea doblemente polémica pasible de múltiples lecturas. Era la afirmación de la necesidad de un partido revolucionario de la clase obrera que en opinión de Rearte no existía entonces.

LSM

Las recetas
Un texto de Gustavo Rearte (1932-1973)
Hay compañeros que se caracterizan porque siempre buscan orientación sobre cómo ganar la vanguardia, cómo hacer para que responda a nuestra orientación.
Estos compañeros proceden así porque no dominan aún un método correcto de trabajo. En el fondo piensan que hay fórmulas, recetas. Ignoran que la línea de trabajo la sugiere la situación concreta. Abordan los problemas de la militancia de manera subjetiva, idealista.
La línea de trabajo no la inspiran los iluminados ni los genios: la sugiere la realidad, los hechos. Son ellos que se reflejan y al hacerlo expresan una necesidad, cuya realización requiere de los hombres para que con su actividad consciente trabajen sobre la realidad, transformándola, liberándola de los obstáculos que impiden su desarrollo. Ejemplo: la revolución es una necesidad para asegurar el progreso del género humano.
Esa necesidad ciertamente la expresan los hombres, pero ¿de dónde sacan ellos sus ideas?; resultan, primero, de la experiencia, del conocimiento concreto de la realidad concreta, adquirida directa o indirectamente, (de) las llamadas condiciones económico-sociales y del conocimiento y análisis de la historia.
Ser reconocido por la vanguardia de un movimiento como dirección, es siempre resultado de un proceso y nunca de un suceso. Las masas, cuando se encuentran en situación revolucionaria, esto es bajo condiciones de vida humillantes y en el marco de un sistema agotado, expresan periódicamente su descontento a través de diversas manifestaciones, cuyo carácter es siempre expresión, resumen de su experiencia y su desenvolvimiento progresivo. En nuestro país en particular, la clase obrera sindicalmente organizada carece de un partido que represente su particular punto de vista, en consecuencia de una dirección que oriente sus luchas y sintetice sus experiencias.
La organización revolucionaria, el partido de los revolucionarios, es el presupuesto básico en toda lucha para hacerla consciente. Hay que tener en cuenta que la lucha espontánea sin dirección en el marco de un orden económico desigual, se desarrolla también de manera desigual y ello determina que la comprensión política, la maduración política no sea igual, no sólo en el marco de las clases sino también en función del espacio. Esto determina la existencia de sectores amplios con cierto grado de atraso en la comprensión de los hechos que se van produciendo, su progreso va escalonado.
De aquí que la clase obrera no se manifieste en forma consciente y que haya que acertar con el método que permite conocer a cada instante el estado de ánimo de las masas. Algunos compañeros, ignorantes de la experiencia de los últimos 20 años, subestiman la capacidad y la madurez obrera peronista al no comprender por qué no se deshace de su dirección burocrática.

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