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27-07-2018 | «Los contratos que tenía la Nación en INVAP eran de la época de la magia y la plata no está», expresó Macri durante su paso por Río Negro, días atrás. El diario Clarín, entre otros, publicó a propósito que habría una cancelación masiva de contratos de la estatal dispuesto por el Ejecutivo Nacional del orden de 1.000 millones de dólares. Apenas después, más exactamente el 25 de julio, la empresa comunicó oficialmente su situación (ver bibliografía). Entre otros conceptos y números, señala que «cuenta con un saldo de ejecución de contratos confirmados de más de U$S 800 millones de los cuales dos tercios corresponden a contratos de exportación. Algunos de los contratos firmados con el Estado Nacional se encuentran en estado de revisión, pero esta situación no afecta al backlog (trabajos confirmados pendientes de ejecución)». Desde este Observatorio, y más allá de la promesa oficial de desembolsos en cuotas a 2020 de la deuda que el Estado mantiene con la empresa en materia salarial, repasamos los proyectos «revisados» por el régimen neoliberal, contextualizándolos en el proyecto político de una Argentina científica y tecnológicamente moderna, pueblo-céntrica y autosuficiente.
Fuente: ANB Bariloche, 25 de julio de 2018. CNEA-INVAP A comienzos de este año, la empresa comunicó internamente que se suspendían los pedidos de dichos componentes dado que el presupuesto de CNEA asignado a la compra de los mismos se había reducido en aproximadamente un 80%, siendo además que el monto habilitado debía destinarse a cancelar las contrataciones pendientes de 2017. La fuerte reducción le provocó a INVAP graves problemas en la cadena de pago a proveedores, y es por dicho motivo que canceló la emisión de todas las órdenes de compra para 2018 (y muy probablemente se replique idéntica situación el año que viene). Resulta más que evidente el desinterés de la administración Macri por el RA-10, que a diferencia del CAREM no tiene un fideicomiso que proteja sus inversiones. No obstante, hay algo que sí no se ha detenido: la obra civil. A cargo de la misma, la constructora Caputo SAICYF (Nicolás Caputo). A este paso, el proyecto tendrá instalaciones, pero ningún reactor nuclear en su interior. Fuente: CNEA. Maqueta del reactor. El RA-10 es un reactor nuclear multipropósito de 30 MW de potencia térmica que tendrá como principal objetivo reemplazar al reactor RA-3 (puesto en marcha en 1967) en la producción comercial de radioisótopos para aplicaciones médicas e industriales. Este proyecto nació a mediados de 2010, cuando el ex Ministerio de Planificación Federal autorizó a la CNEA su ejecución. NASA-INVAP CONAE-INVAP – SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas) es un sistema conformado por dos satélites de observación de la Tierra de la CONAE, SAOCOM 1A y SAOCOM 1B. (2) INVAP tiene a cargo su integración a la plataforma satelital de servicios que diseñó y que construye actualmente en sus instalaciones de San Carlos de Bariloche. Macri intentó darlos de baja ni bien asumido, pero la decisión fue revertida al convencer al Jefe de Gabinete que los proyectos estaban prácticamente terminados. – TRONADOR II, es un lanzador para poner en órbita satélites propios, y cuya capacidad de construcción adquirimos gracias a los desarrollos de los satélites de telecomunicaciones ARSAT-1 y ARSAT-2. (3) Durante la gestión del Ministerio de Planificación, CONAE formuló el desarrollo íntegramente nacional y las pruebas de lanzamiento de 3 a 6 prototipos experimentales para el perfeccionamiento del vehículo Tronador II, a los efectos de concluir el modelo tecnológico para que a partir de 2016 puedan efectuarse los primeros lanzamientos con satélites de observación de la Tierra de hasta 250 kg. Pero desde la asunción de Macri, este proyecto fue privado de presupuesto. Cabe mencionar que se encontraba trabajando una importante dotación de empleados de INVAP en él, dedicándose al diseño y la construcción de la plataforma de lanzamiento del cohete. Fuente: Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. – SARE (microsatélites de hasta 250 kg para la observación de la Tierra). Se preveía que el Tronador II pusiera en órbita los SARE cuyos lanzamientos se habían planificado efectuar desde la base Puerto Belgrano en Bahía Blanca. La ingeniería, construcción e integración estaba a cargo de INVAP. (4) A pesar de los muchos trabajadores involucrados de la estatal, el macrismo le retiró el presupuesto. – ARSAT (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima). En el marco de una política de comunicaciones que buscó universalizar y federalizar el acceso universal a la población se creó, en 2006, la empresa estatal AR-SAT. (5) INVAP definió la arquitectura, el diseño básico, la ingeniería de detalle, la ingeniería de sistema y garantizó la calidad para el aseguramiento de los sistemas satelitales ARSAT-1 y ARSAT-2. También estuvo a cargo del desarrollo de tecnologías de componentes locales y de la integración de componentes importados. El ARSAT-3, el tercero de la serie, y cuya construcción debía comenzar en 2016, fue discontinuado por el régimen neoliberal al privárselo de presupuesto. Fue una poda de 250 millones de dólares. INVAP ya había destinado una cantidad considerable de trabajadores en esta iniciativa. – SABIA-MAR (Satélite Argentino Brasileño para Información del Mar). Son dos satélites: el 1A y 1B. El primero se contrató a INVAP; el segundo a la Agencia Espacial Brasileña. Este proyecto se inició a mediados de los noventa, aunque quedaría trunco. Recién durante el gobierno de Néstor Kirchner pudo reactivarse, siendo que en 2014 la CONAE recibió un préstamo de 70 millones de dólares de la CAF para su financiamiento. Sí aún sobrevive, es pura y exclusivamente por su carácter binacional, ya que el oficialismo trató de darlo de baja. De hecho, se salvó en Brasil. Ministerio de Defensa-INVAP El Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA), creado en noviembre de 2010 por el Ministerio de Defensa, (6) encomendó entonces a INVAP la responsabilidad del diseño y la gestión del SARA, así como también de la integración del sistema completo y la definición de los ensayos de validación y verificación, procesos en los cuales intervienen empresas nacionales de tecnología -principalmente PyMEs organizadas en una red de más de 40 subcontratistas-, encargadas de la fabricación de componentes y la provisión de subsistemas. El primer modelo de VANT desarrollado por INVAP, el VANT-MET1 (Modelo de Evaluación Tecnológica 1), fue ensayado exitosamente en agosto de 2014 en las afueras de la Ciudad de Córdoba. El proyecto, que asignó a FADEA la fabricación de los aviones, incluía avanzar con otros modelos de complejidad creciente que permitieran arribar a un primer prototipo operativo. El SARA fue cancelado e INVAP sustituida por una empresa de tecnología israelí. Ídem con FADEA Conclusiones Los proyectos cuyos presupuestos han sido removidos del mapa («en revisión», de acuerdo al comunicado de INVAP señalado al comienzo) y que afectan a la empresa rionegrina son básicamente el del RA-10 (CNEA-INVAP) y el ARSAT-3 (ARSAT-INVAP). El RA-10, cabe recordar, fue diagramado por el ex Ministerio de Planificación Federal para optimizar las capacidades operativas del sector industrial argentino, apuntando a una participación superior al 80% de empresas nacionales en su construcción. Este reactor forma parte del legado kirchnerista en pos de un sector nuclear promotor del empleo, el desarrollo científico y tecnológico destinado al interés de la población y la consolidación de una industria nacional sólida y moderna. Pues bien, a excepción de la obra civil en manos de Nicolás Caputo, este proyecto si bien no está cancelado sí está detenido por falta de presupuesto. Y así seguirá hasta su lenta extinción. El Plan elaborado y ejecutado por el citado ministerio en el área espacial 2013-2024, asignó a la CONAE la gestión de los desarrollos para la tele-observación de la Tierra, la investigación básica y las acciones del espacio ultraterrestre, mientras que a la empresa AR-SAT la gestión de los servicios de telecomunicaciones satelitales. La construcción de satélites propios -Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada puesto en marcha durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner- permitió obtener servicios de telefonía, datos, Internet y televisión para toda la Argentina, desde la Antártida y hacia toda América del Sur, evitando la dependencia de operadores internacionales. En cuanto el Plan Espacial de la CONAE heredado por Macri, contemplaba el desarrollo de sistemas satelitales para la observación de la Tierra con aplicaciones en diferentes ramas de la actividad económica (agropecuaria, minera, energética, pesca, forestal, planificación territorial, etc.), así como también en la salud, seguridad, recursos hídricos, medioambiente, clima, emergencias/desastres naturales, etc. Escribíamos en septiembre de 2016 que «El Plan Espacial Nacional posibilitó la consolidación de un programa satelital y de telecomunicaciones efectivamente soberano y democrático, científica y tecnológicamente vanguardista. Un «supermercado del mundo» puede prescindir de semejante gasto superfluo». Agregamos, en relación a la última oración: el supermercado del mundo debe obligadamente prescindir de semejante gasto superfluo, o a octubre de 2019 no llegará ni con las naves espaciales prometidas por Carlos Menem. — (1) El Proyecto RA-10 nacido oficialmente en junio de 2010, implica el diseño, construcción y puesta en marcha de un reactor experimental multipropósito reactor RA-10, de 30 MW de potencia térmica que empleará 235U enriquecido a menos del 20% y agua liviana como moderador y refrigerante. Este reactor será emplazado en un predio del Centro Atómico Ezeiza, sitio en donde opera actualmente y desde 1967 el reactor nuclear de investigación y producción comercial de radioisótopos RA-3. Los objetivos principales del RA-10 son lograr el incremento de la producción comercial de radioisótopos para el diagnóstico de enfermedades que sirvan a la satisfacción de las necesidades correspondientes; consolidar las capacidades nacionales de producción de combustible nuclear e implementar facilidades para ensayos de materiales orientados a estudios de daño por radiación y evaluación de corrosión; y, finalmente, ofrecer al sistema científico y tecnológico nuevas capacidades basadas en técnicas neutrónicas asociadas a la bio-ciencia, tecnología de materiales, biotecnología y radio-farmacia. (2) Tendrán como principal instrumento de su carga útil un radar de apertura sintética polarimétrico en banda L, diseñado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), con la colaboración de INVAP. El SAOCOM constituye el mayor logro tecnológico desarrollo en la Argentina en materia de instrumentos científicos, sensores y plataformas de servicios satelitales, gracias al esfuerzo de la CONAE y de su cadena tecnológica de valor, en la que se destaca INVAP. Dicho logro, vale decir, pudo ser posible gracias al apoyo incondicional del Estado Nacional durante las gestiones gubernamentales del kirchnerismo entre 2003 y 2015. (3) El Tronador II es un inyector que permite el lanzamiento de satélites que orbitarán la Tierra para recolectar información que será de utilidad para el agro, la pesca, la hidrología, emergencias, planificación territorial y salud. El Tronador II permitirá la puesta en órbita de satélites de observación -que pesan hasta 250 kilos- a 600 kilómetros de la Tierra. El lanzamiento de un satélite al espacio posiciona a la Argentina como el único país sudamericano con capacidad de realizar misiones satelitales completas. De esa manera, pasa a integrar el selecto grupo de once países del mundo que cuentan con esa tecnología. Los especialistas estiman que ese inyector permitirá lanzar hasta diez satélites por año. Los motores y el sistema de propulsión fueron construidos íntegramente en las instalaciones de la CONAE ubicadas en Falda de Carmen. El desarrollo de esas capacidades tecnológicas locales contrasta con el retroceso sufrido durante la década del noventa y, ahora, en los dos años del régimen macrista. (4) Los satélites SARE forman parte de un innovador desarrollo tecnológico y van a operar en órbitas LEO bajo la modalidad de arquitectura segmentada, que busca disminuir los plazos de diseño, desarrollo y puesta en operación de las misiones satelitales, repartiendo funcionalidades en varias plataformas satelitales heterogéneas que se comunican entre sí. (5) La creación de AR-SAT es resultado de la pésima gestión de la empresa privada de capitales europeos Nahuelsat S.A. En 1997 Nahuelsat puso en órbita su primer satélite de telecomunicaciones, diseñado y construido en Europa: el Nahuel 1A (quedó fuera de servicio en 2010), mientras que el segundo satélite comprometido con el gobierno argentino para ser puesto en órbita geoestacionaria en 2003, nunca fue construido, poniendo así en riesgo las reservas de dos posiciones de órbitas geosincrónicas concedidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a nuestro país en 1985, las cuales habían sido disputadas por Estados Unidos y el Reino Unido. Como resultado de ello, en 2004 el gobierno de Néstor Kirchner decide formular e implementar un plan estratégico en materia de telecomunicaciones. Las primeras medidas concretas fueron la creación de AR-SAT, del programa Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones (SSGAT) y del Plan Argentina Conectada. En abril de 2006 se crea por Ley 26.092 la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (AR-SAT S.A.), donde el 98% de su paquete accionario perteneció al Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y el 2% restante al ex Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. (6) La Resolución 1.484 del Ministerio de Defensa (2010), reconocía la necesidad de dotar a la defensa nacional de sistemas aéreos no tripulados para la vigilancia y el control de los grandes espacios aéreos, terrestres y marítimos del país. Si bien esta iniciativa ya venía desarrollándose con el sistema Lipan del Ejército Argentino -y otros proyectos de la Fuerza Aérea y de la Armada-, el SARA permitió consolidar las necesidades de las tres Fuerzas Armadas en este campo… El programa SARA tenía como objetivo desarrollar y producir aeronaves VANT (Vehículo Aéreo No Tripulado) de distinto tipo, capaces de transportar cargas útiles de diferente complejidad y con autonomía suficiente para cumplir con los requerimientos operativos propios de este sistema (Fuente: INVAP).
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