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Por José Luis Ponsico (*)
Los hermanos Rubén y Juan Manuel Benrós jugaron en Estudiantes de La Plata. Origen, los´50, potreros de Berisso y Ensenada, donde nació el gran Herminio Masantonio, gloria eterna de Huracán y selección a fines de los años ´30 y comienzos de los ´40.
No hace mucho, gestión silenciosa de Oscar Ruggeri, casa de Jorge Burruchaga, barrio Núñez, estuvieron reunidos en prolongado asado varios ex mundialistas, México´86, con invitado especial: el utilero Rubén (Tito) Benrós, al que fueron a buscar a Ensenada. Justicia para un olvidado.
«¿Sabés que mí hermano tuvo a cargo en Mundial de México 150 pares de zapatos de fútbol; otro tanto de camisetas, juegos de ropa de entrenamiento, «joggins», una artillería ?», comentó su hermano el «Negro» Benrós referente de la Mutual «Futbolistas Solidarios» en Mar del Plata.
«Los mundialistas del´86 lo adoran. Además del «Cabezón» Ruggeri, el «Negro» Héctor Enrique, el «Vasco» Julio Olarticoechea, «Chino» Carlos Tapia, hasta creo que viajó Nery Pumpido para estar. Y lo fueron a buscar a mí hermano en gesto conmovedor», relato «el otro» Benrós
«En el homenaje que recibió no faltaron anécdotas. La camiseta azul contra Uruguay, tarde calurosa. Ultimo momento (Carlos) Bilardo pidió agujerear en taller de costura, cercano, para que respiraran mejor», dijo el menor ex futbolista de Independiente marplatense, los´70.
«Mí hermano llegó a jugar en Estudiantes los´50.Compañero, inferiores, de (Fernando) Rubio; en la huelga llegaron a Primera, entre otros, Julio Venini, luego defensor de River; el 4 Wálter Garcerón, gloria platense, Círculo Deportivo´58 y la selección marplatense», describió.
«Tito tiene 80 años y está bajo cuidados médicos. La más grande emoción de este tiempo llegó por parte de los ex campeones del mundo´86 a los que cuidó como si fuera hijos suyos. «Tito» apenas tiene tres años más que Bilardo y Raúl Madero», añade.
«La vida nos premió con el fútbol y las oportunidades. En mí caso venir a Mar del Plata donde hace 45 años encontré mí lugar en el mundo; a mí hermano el oficio de utilero permitó ser casi, casi, campeón del mundo», según el pensamiento de ambos.
«El querido «Tito» llegó lejos en el fútbol al cuidado de botines, ropa deportiva, venerada celeste y blanca y amor eterno de los muchachos ratificado con el afecto de cuatro décadas; los que ganaron Copa del Mundo en México´86″, concluyó su hermano que lo admira.
(*) Columnista de la Agencia Télam, AgePeBa y La Señal Medios / La Señal Fútbol.
