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Igor Strelkov
Alexey Khodakovski
Por NÉSTOR MIGUEL GOROJOVSKY *
En estos días, el ex Ministro de Defensa de la República Popular de Donetsk, Igor Strelkov (nom de guerre que prefiere a su propio apellido Girkin) fue detenido en la frontera administrativa entre Crimea y la región de Jerson bajo control de las tropas rusas.
Strelkov es un crítico de Putin por izquierda en el manejo del conflicto ucraniano. En su momento despreció al tribunal neerlandés que lo había acusado en dudoso fallo de haber derribado un avión de Malaysian Airlines sobre el espacio aéreo de Ucrania.
Al parecer, esta vez trató de ingresar por sus propios medios en la zona de guerra de la región de Jersón por medio de un pasaporte con nombre falso que le había expedido previamente el FSB (servicio de seguridad ruso).
Esa detención provocó debates sobre el derecho de un integrante del campo antiotanista a intentar su propia guerra privada en el seno de una vasta operación de desnazificación, neutralización y desarme de Ucrania que puede llegar a terminar, referendos mediante, en pedidos de anexión a la Federación Rusa de las regiones marítimas e industriales de Ucrania meridional y oriental.
En esa discusión merece leerse lo que opina el teniente coronel Alexey Khodakovski, comandante en operaciones del batallón «Vostok» de la DPR, un combatiente con formación filosófica (los intelectuales combatientes no son infrecuentes en las milicias del Donbass, dado su origen popular espontáneo).
La guerra en Ucrania es una guerra contra el completo apoderamiento de las riquezas naturales del agro de ese país por parte del gran capital imperialista (estamos traduciendo un artículo demoledor del economista Michael Roberts sobre este asunto, que publicaremos en breve y va a sorprender a más de uno por estás pampas feraces y chatas).
A nadie debería escapar que el régimen de Kiev, más allá de sus repugnantes integrantes de ideología nacional socialista, es ante todo un régimen de sometimiento pleno y total del país al imperialismo occidental. En ese sentido no difieren en nada sus objetivos de los del partido político llamado Pro en la Argentina y de su entorno de partidos satelitales de la dependencia que por ahora responde a la marca Juntos por el Cambio (JxC).
Es por eso que a veces a los argentinos bien puede servirnos ver el modo en que se procesan las disensiones internas del campo nacional en Ucrania para no repetir errores ajenos (cometidos además en pleno conflicto militar, que desde el punto de vista objetivo es para los ucranianos anti Kiev una forma de guerra de liberación nacional).
La opinión de Strelkov ha sido expresada muchas veces (y la prensa occidental la ha reproducido con bastante fidelidad, en su duro combate contra Vladimir Putin). Además, ya está plenamente explicada por su actitud de «cortarse solo» en medio de una guerra para llevar adelante un combate más allá de lo que decide el comando general de las fuerzas de su bando. No tenemos opinión sobre la validez de estos actos, pero sí nos interesa conocer la posición de Khodakovski, quien dice:
«Mi primera reacción cuando me enteré de que Strelkov intentó ir al frente desde Crimea utilizando documentos falsos pero fue detenido fue de compasión, … y la tomé como base».
No fue de compasión hacia una persona, aclara el comandante en acción de la RPD: «no por mí ni por nadie más: un Estado no se guía por la compasión, lo hace solamente por puro pragmatismo … Si Strelkov llegaba a la zona de combate, su posición, que es básicamente antigubernamental, se hubiera fortalecido más allá del papel que hubiera desempeñado allí. Ningún Estado podía dejar de reaccionar ante un desafío semejante».
[Hago aquí dos importantes puntualizaciones:
(a) Khodakovski no se pronuncia sobre el «coraje» ni los «huevos» de Strelkov, sino sobre el contenido objetivo de sus actos en relación al marco general de las acciones, y
(b) el «Estado», en el caso de la República Popular de Donetsk, más que un Estado es una bandera política con expresión estatal, en pugna con otra, de expresión estatal también, pero que tiene objetivos opuestos a los de la RPD.
La RPD es en todo caso el embrión político de un Estado que combate la ocupación otanista de al menos su territorio ya que no de toda Ucrania (como parecería ser la intención de Strelkov dicho sea de paso, y cómo no nos va a parecer encomiable ese objetivo).
Lo que nos interesa resaltar es que en ese circunscripto sentido el combate entre Kiev y Donetsk es asimilable al combate entre el campo antinacional y el campo nacional en los países de América Latina y particularmente en la Argentina.]
Sigue Khodakovski: «Chocaron dos principios rectores básicos: la necesidad humana de contribuir a la causa común y el principio de que una causa común debe avanzar en comunidad».
Díganme si esto no se aplica a muchos en el campo nacional hoy, que están atacando ferozmente a su propio gobierno porque no avanza sobre el campo antinacional al modo en que ellas y ellos desearían que lo haga.
Ante esta actitud, Khodakovski, quien (recordemos) habla al mismo tiempo que combate contra el enemigo otanista y nazi, se pronuncia así:
«No puedo calificar de constructiva la postura emocional de Strelkov frente al gobierno. Creo que es admisible criticar, pero desacreditar, no. En ese caso, se rompe el principio de ‘comunidad’. Créanme, la mayor hazaña hoy en día… es guardar silencio cuando uno tiene cosas que decir».
Quizás también Khodakovski tenga cosas que decir, y más de una sea de la misma línea que Strelkov intentó llevar a cabo por las suyas y criticando a la conducción de su propio campo. Pero quizás el hecho de tener una responsabilidad combatiente lo ha vuelto sensible a la necesidad de actuar en forma organizada, más allá incluso de las críticas que pueda tener hacia el modo en que la lucha -que aquí se mide en vidas humanas- se lleva adelante.
Los interesados en saber cómo la prensa occidental difundió las posiciones de Strelkov pueden hacer esta simple búsqueda Google
Sobre Khodakovski, leer
https://t.me/war_subtitled_en/469
- Patria y Pueblo / Télam / La Señal Medios
