La SIP emitió un planteo violento contra la administración argentina, justo cuando sus medios dominan toda la escena comunicacional. Parece la descripción de una feroz dictadura censora que impide las críticas. Pero las críticas llueven. ¿Porqué? Dejemos de lado los adjetivos y abordemos los motivos políticos de la ofensiva y los intereses de fondo que sustentan esas empresas. Aún descartando una réplica fuerte, es posible accionar para generar una dinámica comunicacional distinta. Veamos cómo.
Gabriel Fernández / La Señal Medios