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Por FERNANDO INFANTE LIMA *
Caetano Veloso suele pasar los veranos en su casa de Salvador, capital de Bahía, su tierra natal. En las noches, la casa de Caetano suele ser el centro de reuniones, que invariablemente terminan en distendidas sesiones, absolutamente informales, de música.
Magary Lord, un músico amigo de Caetano y de su mujer, la actriz y productora Paula Lavigne, extendió la invitación a Iván Sacerdote, un joven clarinetista, que sorprendió a Caetano por su musicalidad y el sonido dulce de su registro, al improvisar clásicos de la música popular brasilera.
Paula Lavigne, en su mirada aguda de productora, sugirió la posibilidad de hacer una sesión grabada en el estudio de Carlinhos Brown, cuando nadie imagino, tan solo ella, que la experiencia pudiera transformarse en un disco, de hecho, Caetano estaba iniciando la producción del que iba a ser su nuevo álbum, con un grupo de canciones nuevas y otro grupo de ineditas.
«Caetano Veloso e Iván Sacerdote» es una relectura de nueve composiciones de Caetano, seleccionada en una arco amplio en el tiempo, la primera parte con obras de los años setenta y ochenta, la segunda con obras más recientes, centradas en la década de los noventa.
Las piezas, despojadas de sus arreglos originales, adquieren una nueva dimensión, bajo una instrumentación simple, las guitarras acústicas haciendo base y el clarinete, asumiendo toda la carga melódica, mas participaciones puntuales del violín de Cesar Mendes, la percusión de uno de sus hijos, Moreno Veloso y la voz del sambista Mosquito.
Un trabajo de tono intimista, que a partir de una nueva sonoridad, permite descubrir en plenitud la estructura de la canción y respirar su esencia, visitando títulos que pueden estar entre las mejores composiciones de la profusa obra de Caetano Veloso y que al mismo tiempo, increíblemente, no son conocidas por una buena parte de su publico
«Caetano Veloso e Ivan Sacerdote» es la invitación a comenzar el año, en la intuición de que solo la buena música, puede predecir un futuro luminoso.
