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Por HÉCTOR AMICHETTI *
Mauricio y Felipe inauguraron formalmente el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española.
Muy lejos ya de la conquista y de la independencia, a los pueblos nos hermana el idioma, a los funcionarios la antigua y obstinada simpatía por el pensamiento neocolonial.
A Felipe sólo le queda el título monárquico, a Mauricio el rol de moderno Virrey del FMI y de la globalización.
«Kay sumaq ancha kamayoq San Miguel Tukmanmanta hatun llaqtapi…», así comenzaba el texto en idioma quichua de la declaración de nuestra independencia.
Los Congresales reunidos en Tucumán, ordenaron al taller gráfico de Gandarillas y Socios imprimir tres mil ejemplares de ese texto en castellano, pero también en quichua, en aymará y en guaraní.
«…protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos; declaramos solemnemente a la faz de la tierra que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper con los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar derechos de los que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey…»
A propósito del Congreso de tan distinguida lengua que al calor de la conquista se extendió por nuestro continente…
¿Es lo más apropiado que la inaugure el Rey de España?
¡Un Rey que ni siquiera conoce el nombre de Borges!
Tal vez sería más acertado contar con la presencia del Presidente de la democracia del gobierno español o algunos de los grandes escritores o poetas vivos, o tal vez podría inaugurarse con algún documental de Cervantes Saavedra, Machado, Miguel Hernández o García Lorca.
¡Gigantes de la escritura castellana!
Felipe VI y Mauricio «Pobreza 0», un Virrey del Río de la Plata poco afecto a los libros y alérgico a las cuestiones históricas hasta el punto de presentar la hazaña de Magallanes y Elcano como «la primer gran vuelta al mundo». ¡Flor de carrera!
«Allí donde están las fronteras de mi lengua están los límites de mi mundo», afirmó alguna vez un filósofo vienés. Superficial y estrecho mundo el de Felipe y de Mauricio parece correr de atrás y con la lengua afuera a la lengua española.
Lengua viva frente a regímenes avejentados y a punto de morir..
Argentina es sede este año del importante Congreso de la Lengua Española, mientras el gobierno agoniza por los desastres provocados en muy poco tiempo, bien vale pues dedicarle unos oportunos versos en el esplendoroso idioma español que nos dejó el gran García Lorca:
«-Ya puedes cortar, si gustas,
las adelfas de tu patio.
Pinta una cruz en la puerta
y pon tu nombre debajo,
porque cicutas y ortigas
nacerán en tu costado,
y agujas de cal mojada
te morderán los zapatos.
Será de noche, en lo oscuro,
por los montes imantados
donde los bueyes del agua
beben los juncos soñando.
Pide luces y campanas.
Aprende a cruzar las manos,
y gusta los aires fríos
de metales y peñascos.
Porque dentro de dos meses
yacerás amortajado».
- Secretario General Federación Gráfica Bonaerense / Corriente Federal de Trabajadores / CGT / La Señal Medios
