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PARADISE PAPERS / El aporte de Macri, Caputo y Aranguren a la lucha contra la corrupción

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Luego volveremos sobre los Panamá Papers. Pero no queríamos pasar por alto los Paradise. Si bien afecta en menor medida –aunque las causas son gravísimas- al gobierno argentino, vale aproximarse a la luz de las campañas sobre la corrupción que arrasan el sentido común. Paradise Papers es la denominación de una investigación periodística orientada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung, y compartida con 96 medios internacionales. Unos 380 periodistas de 67 países analizaron 1,4 terabytes de información durante un año.

El caso se asienta en la información obtenida de una filtración múltiple de 13,4 millones de documentos provenientes de dos grandes estudios jurídicos dedicados a proveer servicios en paraísos fiscales: Appleby, fundada en las islas Bermudas, y Asiaciti Trust, de Singapur. Pero también incluye datos de 19 registros societarios: Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, las islas Bermudas, Islas Caimán, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Isla de San Vicente y Trinidad y Tobago; Labuán; las Islas Cook, Islas Marshall, Samoa y Vanuatu; Malta y Líbano.

Appleby, un estudio jurídico creado en las Bermudas sobre finales del siglo XIX, brinda servicios ‘offshore’ a sus clientes. Cuenta con oficinas en diez países con baja o nula fiscalidad y absoluta opacidad, como las islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, la isla de Man, las islas Seychelles o Hong Kong. Integrante del llamado «círculo mágico offshore», es decir, el selecto grupo de los nueve bufetes más prestigiosos que proveen servicios ‘offshore’, los clientes de Appleby suelen ser millonarios con más de US$ 30 millones y multinacionales. Asiaciti Trust también es un estudio jurídico que crea compañías y estructuras fiscales opacas, con sede central en Singapur y oficinas en Samoa, San Cristóbal y Nieves.

Los 13,4 millones de documentos que conforman los Paradise Papers exponen cómo multinacionales, millonarios y financistas ocultaron activos y movieron fortunas lejos de los controles tributarios. Hay funcionarios de Gran Bretaña, los Estados Unidos, la Argentina, entre tantos, hasta figuras públicas del mundo del espectáculo y corporaciones como Glencore, Apple, Nike y Facebook. La gran potencia del Norte es uno de los focos de la filtración. Más de 31.000 clientes individuales y corporativos de Appleby provenien de ese país o informaron direcciones en ese país. Los siguen, en cantidad, nacionales del Reino Unido, China y Canadá.

Appleby y otros estudios jurídicos –el más conocido en la actualidad es Mossack Fonseca, protagonista de los «Panamá Papers» en 2015- se dedican a crear tramas societarios oscuras que facilitan a sus clientes ocultar su identidad, optimizar su situación fiscal o, incluso, evadir impuestos. Para eso, recurren a sociedades, «trusts» y fundaciones. Más claro: una sociedad «offshore» es cualquier entidad jurídica creada en un paraíso fiscal, pero cuya actividad -si la tiene- se realiza fuera de la jurisdicción en la que se registró. Puede destinarse a la compra de activos -como inmuebles- u operar cuentas bancarias en secreto. Es comprensible que el grueso de las actividades económicas allí registradas se originen en dinero no registrado que tiene raíz en la evasión, las drogas y las armas.

Junto a los documentos de Appleby y Asiaciti Trust, la filtración incluye seis millones de documentos de los registros societarios de 19 paraísos fiscales. Los registros administrativos incluyen información sobre los accionistas, administradores y representantes legales de estas compañías. Buscar los servicios de una sociedad offshore o abrir una cuenta en un paraíso fiscal no es una actividad ilícita. Pero si el «beneficiario final» de esa operatoria no declara su dinero o cualquier otro activo a las autoridades tributarias de su país, puede incurrir en los delitos de evasión o lavado, entre otras figuras penales. En la Argentina, la fuga de capitales propiciada por los sectores más acomodados económicamente, es una tradición.

EMPRESARIOS MACRISTAS. Los empresarios Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, Eduardo Elsztain, CEO de IRSA, y Marco Galperín, fundador de Mercado Libre, aparecen en el listado de los Paradise Papers como titulares de sociedades offshore. Todos relacionados directamente con Mauricio Macri. Mindlin fue el empresario energético que más creció en el país al quedarse con la filial argentina de Petrobrás. Además, compró la constructora Iecsa, de Ángelo Calcaterra, primo y vínculo estrecho de Macri. Esa empresa es la encargada del soterramiento del tren Sarmiento y está sospechada por coimas.

Por su parte, Elsztain, es CEO de IRSA, una de las empresas inmobiliarias más beneficiadas con obras en la ciudad de Buenos Aires y la Argentina. Finalmente, Galperín es uno de los favoritos de Macri, mencionado como ejemplo de emprendedor, fue uno de los empresarios que le pidió al Presidente una reforma laboral. Pero esto no es todo: El Gobierno argentino tiene dos ministros mencionados en esta filtración mundial: Juan José Aranguren, de Energía, y Luis Caputo, de Finanzas.

El ministro de Finanzas, Luis Caputo, manejó el fondo de inversión Alto Global Fund, inscripto en las islas Caimán. Además, fue el administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión de Miami con ramificaciones en Delaware, otra jurisdicción donde reinan el secreto y las prebendas fiscales. Entre 2009 y hasta que asumió en la gestión pública, en diciembre de 2015, Caputo fue “manager” de Alto Global Fund, un “hedge fund” del conglomerado de Noctua dedicado a administrar inversiones de alto riesgo y alta rentabilidad en mercados emergentes por más de 100 millones de dólares, según medios especializados. Para poder invertir en este fondo, sus subscriptores debían aportar un mínimo de un millón de dólares. Las inversiones se canalizaban en bonos.

CAPUTO. Alto Global Fund se inscribió en Islas Caimán el 3 de julio de 2009, según figura en dos planillas de Appleby de octubre de 2010. Appleby es uno de los estudios jurídicos más importantes del mundo offshore. Los títulos de sus expedientes explican en qué consiste Alto Global Fund: “Mercados Emergentes” y “Hedge Funds”. En otra planilla de noviembre del 2011, el fondo está incluido entre un listado de los más “prolíferos hedge funds”. Sin embargo, consultado por el equipo argentino de Paradise Papers, Caputo minimizó el rol de Alto Global Fund. “Era un fondo de inversión para ‘friends and family’ (familia y amigos). Muy chiquito, para tener un vehículo institucional más redituable que si va un particular a una banca, donde la tasa es menos atractiva», dijo.

Como si la participación en actividades delictivas que, en definitiva perjudican al Estado argentino fuera sólo una cuestión temporal, Caputo, primo de Nicolás -socio y mejor amigo del presidente Macri- aseguró que renunció a la administración de Noctua y de Alto Global Fund semanas antes de asumir como secretario de Finanzas en diciembre de 2015. Cuando saltó la liebre, hizo circular a través de medios afines que fue reemplazado en el fondo por el ex ejecutivo de JP Morgan, Joaquín Eslava. Por lo pronto, aunque desistiera de su participación directa días antes de asumir, es significativo que a ningún medio interese señalar que la moral pública del funcionario está, al menos, en la picota.

De acuerdo al medio de información financiera Bloomberg, Caputo y el argentino Martín Guyot fueron fundadores de Noctua Partners LLC, registrada el 31 de marzo del 2009 en Miami. Esa firma gerencia fondos de inversión, como el de Caimán. En 2014, mientras Caputo seguía vinculado, fundaron otro en Argentina. En 2015, Bloomberg y otros medios internacionales consultaron a Caputo como fuente especializada para referirse a la deuda argentina, en el marco de la tensa relación entre el gobierno kirchnerista y los fondos buitre. Los sitios especializados lo presentaron como “gerente de la cartera de Noctua Partners”. Ostensiblemente, los análisis públicos difundidos por Caputo hostigaban a la política del Estado nacional y se posicionaban editorialmente a favor de los fondos buitre.

Como quien dice zapatero a tus zapatos, al asumir Mauricio Macri le encargó a Caputo negociar la deuda con los holdouts. Consultado por un posible conflicto de interés, el ministro afirmó: «La primera vez que traté con fondos buitres fue como funcionario. Ningún fondo que haya litigado contra la Argentina estuvo vinculado a Noctua, no lo creo”, dijo. «No lo creo -repitió-, pero la verdad es que no lo sé. Si aparece algún fondo que haya litigado contra la Argentina vinculado a Noctua me como este teléfono ahora y me tiro por la ventana”, graficó, en diálogo con el equipo argentino de Paradise Papers. Es un tema sensible para Cauto, cualquier decisión que haya tomado como funcionario y que haya favorecido a sus ex socios lo vincula a conflictos de intereses como funcionario.

Noctua tiene como subsidiaria a Noctua Asset Managment LLC, de Delaware, que es a su vez la controlante de Alto Global Fund, creada en Cayman poco después. Delaware es otra jurisdicción que garantiza el secreto y las ventajas impositivas.  Parece que el ministro come teléfonos: tras un tramo de silencio, Caputo hoy admite pero minimiza su rol en el fondo de inversión de Caimán y en Noctua. “Yo era un asesor financiero. Siempre fui manager, nunca me ocupé de los societario”, explicó Caputo al equipo argentino de Paradise Papers sobre su rol en la red de firmas. ¿Por qué manejaba un fondo de inversión en Caimán, una de las jurisdicciones más secretas? “Típicamente, todos los fondos de inversión se radican en Caiman”, “todo fue totalmente en blanco y legal”, respondió. “Yo no hice inversiones en Noctua pero puede ser que algún familiar mío”, agregó.

Es preciso frenar y confirmar las funciones de Noctua. La misma promoción de la empresa indica que proporciona administración de activos, investigación y otros consejos financieros para individuos y corporaciones. Desde su carta de presentación precisa que “Ofrecemos servicios discrecionales y servicios de gestión de inversiones no discrecionales. También diseño, estructura y implementación de estrategias de inversión”. Y completa: “Los servicios se ofrecen a personas de alto patrimonio neto, inversores individuales e institucionales sofisticados, incluidos fideicomisos, patrimonios u organizaciones benéficas”.

Con perspicacia, las periodistas económicas Sandra Crucianelli y Emilia Delfino tomaron la palabra y se preguntaron: “¿Noctua y Alto Global Fund pueden garantizar que el dinero de sus inversores eran fondos declarados, en blanco? Si manejaban inversiones de “amigos y familiares” argentinos, ¿cómo lidiaron con el cepo cambiario entre 2012 y 2015, que prohibía la salida de capitales? ¿Controlaron si el dinero que utilizaban para comprar bonos era fruto de la evasión fiscal?”

Las ramificaciones del fondo de islas Caimán, Alto Global Fund, llegan hasta Buenos Aires. En 2016, se inscribieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Alto Global Fund LTD. Se constituyó en la calle Martha Lynch 489, junto a otros dos fondos: Argentina Fund LTD y Argentina Master Fund. Todos vinculados a Noctua. Caputo aseguró que desconoce el desembarco de estos fondos en Buenos Aires. Para entonces, afirmó, ya era funcionario de Macri y estaba desvinculado de Noctua y Alto Global Fund. Recordemos que el hombre llegó a decir que se había zafado poco antes de asumir. Si ello, reiteramos, no configura gran aclaración que limpie su comportamiento, de todos modos tampoco es cierto.

Ninguno de los fondos de inversión figura en la declaración jurada que el ministro presentó en la Oficina Anticorrupción cuando ingresó a la administración pública. De haber tenido alguna participación en la sociedad de Noctua, Caputo debería haberla incluido en su patrimonio 2015. ¿Sabía que el macrismo ganaría las elecciones ya en 2014? “No tuve ninguna injerencia accionaria hasta donde yo sé. Tampoco es importante porque es una sociedad que no vale nada en sí, es un fondo, y vale en la medida de la cartera que maneja”, dijo el ministro con una imprecisión que alarma y no le fue enrostrada en conferencia de prensa alguna.

¡Pero hay más! (Imagine lector, a esta altura, si el ministro en cuestión hubiera sido “k”) . Noctua tiene como broker (operador financiero) y afiliada a Axis Sociedad Gerente De Fondos De Inversión SA, la inversora creada por Caputo y otros cuatro socios en la Argentina en 2012, y a la que también renunció el 4 de diciembre del 2015 para asumir como secretario de Finanzas. Consultado por la relación de ambos fondos, explicó: “Nos derivábamos clientes. Yo cuando tenía un inversor se los mandaba. Les hacía de ‘nombre’ porque tenía un nombre hecho en el mercado”. “No hay ningún conflicto de interés, hoy no tengo nada que ver ni con Axis ni con Noctua”.

Los datos de Hedge Funds revelan que Guyot tuvo más del 75% de las acciones de Noctua. De acuerdo con la firma especializada en información financiera BrightScope, otro ex socio de Caputo en Axis, Fernando Iribarne, tuvo menos del 5% de las acciones como “director de operaciones” de Noctua.

La firma matriz, Noctua Partners LLC, fue registrada el 31 de marzo del 2009 en Miami. El mismo día se creó en Delaware la afiliada Noctua Asset Management, que actuó como “gerente de inversiones” de Alto Global Master Fund, una sociedad de las Islas Caimán y definida como el «Fondo Maestro», en las promociones destinadas a los clientes. El 6 de mayo del 2009, en tanto, fue creada otra firma “paraguas”, Noctua International WMG, registrada en Delaware. Guyot figuró como su CEO y Caputo como su “Jefe de Inversiones”. La firma Alto Global Fund en tanto, se organizó en Islas Caimán como empresa exenta y ocupó el rol el “feeder fund”, proveedor de inversores.

Según los registros, más adelante se generaron los “Argentina Funds”, bajo el mismo sistema. Noctua Argentina GP LLC resultó asociada de Argentina Master Fund (el «Fondo Maestro de Argentina») que estuvo organizado como una sociedad limitada exenta de las Islas Caimán. Alto Global Fund LTD, en tanto, tuvo como administradora a Lacrosse Global Fund Services, que en la Argentina fue registrada como Lacrosse Global Fund Services Argentina SRL con domicilio en Alem 928 piso 7. Una red de empresas; Noctua se forjó con filiales en Miami, Delaware y Cayman y un enlace argentino para operar localmente. Todo esto sobra para requerir la renuncia del ministro y las adecuadas consultas judiciales a sus cercanías empresariales, empezando por Mauricio Macri.

ARANGUREN. Entre abril y septiembre de 2003, Aranguren estuvo vinculado a Shell Western Supply and Trading Limited, una subsidiaria de Royal Dutch Shell PLC, radicada en Barbados. También, figuró como director de Sol Antilles y Guianas Limited, otra filial de la petrolera anglo-holandesa, entre mayo y julio de 1996. En abril de 2016, Shell Western Supply and Trading se quedó con siete de los ocho cargamentos de gas oil licitados por CAMMESA, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, que depende del ministerio de Aranguren. La petrolera estatal YPF también participa en el proceso: elige a los oferentes y CAMMESA los contrata.

Consultado por el equipo argentino de Paradise Papers sobre el origen secreto de la compañía que contrató el Estado, el ministro admitió que se vincula con la intención de pagar menos tributos y lo enmarcó en una práctica habitual de las multinacionales, en particular, las petroleras y traders. “Muchas tienen domicilio en países que se caracterizan por aplicar un régimen tributario favorable. No tenemos constancias de que existan limitaciones legales en el comercio internacional para operar con empresas de esas características” explicó.

Aranguren sostuvo que no intervino en la adquisición de gasoil por parte de CAMMESA a la empresa offshore Shell Western Supply and Trading Ltd. Curiosamente, en su descargo generó una advertencia para los investigadores. En la misma línea dejó al margen de sospechas al titular de Enarsa, Hugo Balboa, otro ex Shell, a quien Aranguren define como “un amigo”. Ergo, todos sospechamos de Balboa. Fíjense en esto. Sobre Guiana Lmited, otra de las offshore en las que aparece, Aranguren deslizó que podría haber “alguna confusión de nombres”, respecto de la primera admitió una pertenencia breve, aunque la justificó y calificó de “ad honorem”.

El argumento parece recurrente. Transitando papeles, la investigación detectó su presencia en Sol Antiiles y Guianas Limited, que realizó millonarios contratos petroleros en Puerto Rico, Suriname, Guyana y Haití; los documentos de Paradise Papers ubican a Aranguren en sus directorios entre mayo y julio de 1996. “Creo que hay una confusión de nombres. En lugar de Sol debería ser Shell. Esto puede ser porque Sol es un grupo petrolero del Caribe que compró los activos de Shell en parte de esa región en 2005”, afirmó el ministro.

El Grupo Sol, adquirió The Shell Company (Puerto Rico) Limited en agosto de 2006, que posteriormente pasó a llamarse Sol Puerto Rico Limitado. Al igual que en el caso Caputo, la acción irregular en beneficio de compañías que tienen como función esencial la evasión y el lavado, así como la relación con empresas cuyos intereses resultan contrastantes con los intereses del Estado argentino, pretenden exculparse por el indicador temporal. Básicamente, no parece importar que Aranguren haya sido toda su vida un hombre de Shell: basta con que demuestre que ahora no forma parte de su directorio. ¿Basta con eso?

A ver si podemos sintetizarlo desde otro flanco para evidenciarlo con claridad: Mientras se desempeñaba como ejecutivo senior del gigante petrolero Shell, Juan José Aranguren integró los directorios de al menos dos sociedades offshore. Años después, cuando ya había asumido como ministro de Energía, una de esas sociedades ganó 13 licitaciones para proveer 650.000 metros cúbicos de gasoil al Estado durante 2016. La petrolera facturó por las licitaciones cerca de US$ 240 millones.

La firma offshore beneficiada fue Shell Western Supply and Trading Ltd, que se convirtió en proveedora de gas oil tras ganar las licitaciones de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), una empresa con participación privada y estatal, a instancias de YPF. Sin embargo, Aranguren quedó fuera de toda sospecha tras dos informes de la Oficina Anticorrupción (OA) -que depende del Ejecutivo-, y la Sindicatura General de la Nación (Sigen). Ambos despegaron –sin fundamento- al funcionario de un conflicto de interés o una violación de la Ley de Ética Pública.

Primero, fueron siete contrataciones a Shell Western Supply and Trading Ltd en abril de 2016, que le costaron una denuncia penal que tramita el juez federal Luis Rodríguez. En el siguiente concurso de Cammesa, la offshore volvió a quedarse con dos nuevos cargamentos de 50.000 metros cúbicos de gasoil. Y, por último, en junio se volvieron a adjudicar tres nuevos pedidos a la sociedad de Shell, según los datos que constan en la página oficial de Cammesa en Internet.

 

El lector lo sabe: han fatigado pantallas, radios, diarios y webs con acusaciones contra funcionarios y militantes relacionados con el movimiento nacional y popular. Hay detenidos sin juicio. Se instaló como lugar común la percepción de una gestión deshonesta al referirse al kirchnerismo. Es más: se construyó un disparatado sentido común que devalúa los asombrosos logros de la Década Ganada, cuyo punto de partida fue la crisis más profunda del país y su salida, entornada por un gigantesco crecimiento del PBI industrial. Por estas horas, el presidente Macri sigue hablando de honradez, transparencia y de lo difícil que resulta combatir la corrupción en la Argentina.

 

** Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) / Bloomberg / La Nación / Perfil / Economistas de La Señal Medios

* Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica

 

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