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Por GABRIEL FERNÁNDEZ *
Los recientes pasos de unidad en el movimiento nacional y popular y la fuerte caída en la imagen del presidente Mauricio Macri, así como el continuo deterioro económico, están llevando a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal a proponer un adelantamiento de las elecciones bonaerenses.
La intención de su equipo es evitar el desastre electoral que parece avecinarse para la coalición PRO Cambiemos UCR y llevar adelante una campaña «independiente» en la provincia, parcialmente despegada de la presidencial.
Vidal supone que con la carga de los desaguisados generales no llegará a presidenta pero que puede ser reelecta en el distrito si se aventura con relativa libertad.
La imagen de Cristina Fernández de Kirchner, en el análisis de la consulta efectuada por Vidal a su gente, se ha fortalecido. El peronismo, impulsado desde abajo por la unidad del movimiento obrero en el Frente Sindical, ha generado una oleada de adhesiones que le permite avistar octubre del 2019 con optimismo.
De ahí que la táctica escogida para pervivir en provincia por parte de la gestión oligárquica sea plantear cuestionamientos al gobierno nacional y proponerse como un «PRO original o auténtico» sin responsabilizarse por los ajustes.
Es difícil que la intención de la gobernadora se plasme, pero es interesante tomarla en cuenta. Sobre todo para que las campañas y los análisis surgidos del espacio nacional popular involucren en la catástrofe nacional a Vidal, y desnuden que su desmarque se trata apenas de una movida demagógica para sostenerse.
Ahora bien: cuáles son las variables. Un adelantamiento, piensan los diseñadores de la táctica, permitiría intentar acordar con el massismo un cruce extraño para la militancia, pero no para toda una región de votantes bonaerenses: respaldar a Vidal en los comicios provinciales y al candidato / a que surja del peronismo, en las nacionales.
Esto sería respaldado por varios intendentes, pero enciende la alarma en el macrismo; pues una opción de esa naturaleza bien puede implicar que la elección nacional la tiene perdida de antemano. De hecho toda la movida es pensada en el seno de la administración central como un desentenderse de su destino.
De allí que resultaran dos fuentes básicas las que dieron a conocer esta especie: el lector preocupado habrá observado que el núcleo informativo fue suministrado por La Señal Medios casi al mismo tiempo que por el diario La Nación. Si en nuestro caso el dato arribó desde regiones del Frente Renovador, en el (hasta ahora) medio de los Mitre arribó por vía vidalista.
El otro elemento a considerar es la situación de las referencias radicales. No en el orden nacional, ni en la cúspide de los distritos, sino en esa zona intermedia que lleva al dirigente de la circunscripción a entablar charla mano a mano con comerciantes y profesionales que lo siguieron en la aventura de apoyar a Mauricio Macri.
Este panorama interno de la alianza gobernante es aprovechado por Enrique Nosiglia para agrupar descontentos y exigir prebendas. Empero, la derrota de Cambiemos en el Consejo de la Magistratura alzó una duda sobre la capacidad oficial para conseguir los pequeños bálsamos que ese tronco exige para seguir brindando expansión territorial al proyecto antinacional.
El marco es perceptible pero contiene nubarrones cercanos. Al avanzar el sendero de unidad nacional popular, se han radicalizado segmentos interiores anclados en paradigmas recientes de gran intensidad. En el kirchnerismo duro y en variantes peronistas anti k, las aproximaciones gestaron un descentramiento; y el realineamiento, les cuesta.
Así, ambos espacios son permeables a campañas en contra de tal o cual, destinadas a esmerilar el potencial de quienes no se resisten a la vorágine confluyente. Que Grabois, que Moyano, que Solá, que Cristina. Y mucho más. Siempre hay algo para decir contra el que se acerca, pues la provisión de datos suele tener el mismo origen de inteligencia.
Si de humor social se trata, las cartas están echadas y la progresión del malestar es indetenible. Pero el usufructuo político del mismo está por verse. La determinación de Vidal está situada en la conservación de la provincia de Buenos Aires. Si el movimiento nacional y popular se mueve con sagacidad, la victoria electoral puede ser completa.
Pero el devenir está por desplegarse; y suele suceder que esté compuesto por aciertos, aunque también por errores.
* Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.
