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Alba Lanzilotto, tía del nieto número 121 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo conversó con La Señal acerca de los detalles del reencuentro.
Sobre el momento de conocerlo, Alba detalló que todo comenzó cuando “Me llama Estela, que hacía bastante que no se comunicaba, y me pregunta cómo andaba. Le expliqué que últimamente estoy con bastantes dolores y me cuesta caminar. Entonces me dice tengo que hablar urgente con vos, y tenés que venir, aunque no puedas tenés que venir, te espero a las 17:30. Fui y me encuentro con los abogados, que me contaron que habían encontrado a mi sobrino, me explicaron el camino de la investigación. Lo recibí con sobriedad.”
A continuación detalló: “La conferencia de prensa fue multitudinaria. Todos estamos muy contentos. El primer encuentro fue con un chico amoroso, normal, como todos, ¿no? Las chicas de la radio de Abuelas me pidieron que vaya al programa. No conseguíamos taxi y llegué tarde. Ya estaban todos dele charlar. Cuando llegue vine y me dio un abrazo y le dije “Me alegro de tenerte en casa”. Me resultó tan natural estar charlando con él. Para las Abuelas, que sabemos que nuestros nietos existen, que tenemos una silla para ellos en nuestras casas, es lo lógico, es lo que esperamos. En cambio para los nietos, que descubren esto, es raro, tienen que empezar de nuevo. El no tenía la sospecha. La CONADI [Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad] lo contactó con el resultado del análisis hecho. Él esperaba que el resultado fuera negativo.”
Finalmente Lanzilotto se refirió en diáogo con Gabriel Fernández a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y a su relación con la entidad:
“Creo que todos tenemos nuestros momentos de debilidad, aunque cada vez que aparecía un nieto era una inyección de fuerza. No se de dónde sacó Abuelas tanta creatividad para lograr mandar los mensajes a los padres y los nietos. Yo creía que iba a aparecer, solo le rogaba a Dios que lo encontraran antes de que me murieran.”
Finalizó así: “Estoy muy frágil, pero conservo un poco de lucidez, y la posibilidad de pensar, hablar y escribir. Escribo en un blog llamado Memoria del pueblo y ahí ayudo contando las historias de las abuelas. Así que ya veré.”
