ROSARIO Y RAFAELA / Tierras ricas, realidad social complicada

La demanda de ayuda alimentaria en los barrios de Rosario aumentó 30% en los últimos meses, como síntoma más elocuente de la situación económica. El detalle no sólo es cuantitativo: el personal de los efectores municipales percibe que ese aumento de pedidos de asistencia se nutre de personas que antes no acudían al Estado por comida, trabajo o salud y que resolvían sus necesidades por sí mismas.

«Hay sectores nuevos que se suman a la demanda, jóvenes con niños y también adultos mayores. Muchos se acercan para averiguar posibilidades de trabajo, de algún emprendimiento porque el ingreso que tenían se terminó, o porque lo que ganan ya no les alcanza. La carne y el pollo desaparecieron de las ollas», observó la Secretaria de Desarrollo Social municipal, Laura Capilla.

Otro indicador del aumento de demanda social es la mayor cantidad de pedidos para acceder a la Tarjeta Única de Ciudadanía (TUC), un programa que asigna 260 pesos mensuales para la compra de alimentos. En este caso, desde el Ejecutivo local informaron que actualmente reciben 350 solicitudes, casi un 60 % más que en enero.

La demanda de cajas con alimentos que se entregan en los CCB (Centros de Convivencia Barrial) creció 70 por ciento entre enero y mayo, según datos de la Secretaria municipal.

Entre los alimentos, la venta de lácteos al consumidor se derrumbó más del 40%. Pero también hay caída en las ventas de alimentos en general, carnes, calzados e indumentaria. Además, los datos del primer semestre, comparados con igual período del año anterior, reflejan una merma del 42% en la cantidad de nuevos comercios habilitados. Son datos oficiales correspondientes a Rafaela.

Un informe basado en datos oficiales sobre los volúmenes de facturación en pesos de comercios radicados en Rafaela refleja, medidos en moneda constante, es decir, contabilizando la evolución inflacionaria, una fuerte caída en el consumo de los rafaelinos, principalmente en rubros vinculados a la canasta básica de alimentos y a indumentaria.

En el sector comercial, los números que surgen de la recaudación del Derecho de Registro e Inspección Municipal indican que en el primer semestre de este año entraron a las arcas municipales 26.250.427,65 pesos, contra los 21.658.646,13 pesos que se recaudaron en el primer semestre de 2015. Son 4.591.781,52 pesos de diferencia entre un período y otro, que implican una variación porcentual del 21,20%. Pero si se considera que la inflación -tomando datos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que fueron utilizados como referencia del período en todo el país ante el silencio estadístico del INDEC- fue del 47,07% interanual, en moneda constante la caída real que refleja la facturación comercial en Rafaela es del orden del 25,9% aproximadamente.

La mayor caída se dio en el mes de mayo, donde la facturación comercial interanual superó el 30%, como consecuencia de la crisis hídrica, que afectó severamente a la economía regional y se sumó a la pérdida de valor adquisitivo de la población provocada por la devaluación y su correlato de aumento de precios, y el incremento de las tarifas. Además, en mayo todavía muchos trabajadores no habían percibido los aumentos salariales pactados en paritarias, o solo habían recibido pagos parciales.

El informe indica que «analizando rubro por rubro, puede considerarse que si bien en términos nominales los volúmenes facturados declarados en el Derecho de Registro e Inspección (DREI) aumentaron, lo están haciendo a un ritmo mucho menor que al de la inflación minorista. Por ello se verifica una fuerte caída en términos reales en los volúmenes de ventas. Los rubros tales como venta de productos de supermercado con predominio de alimentos y bebidas; lácteos; frutas y verduras; carnes rojas y chacinados; productos de panadería excepto pan; pescados y golosinas, han mostrado caídas en términos reales».

El mayor desplome interanual, considerando los datos del primer semestre de este año con los del año anterior, se observa en la facturación por ventas de productos lácteos, donde la caída en términos reales se mide en el orden del 40,36%. Es necesario recordar que en esta zona se encuentran tres referentes de la industria láctea Nacional como lo son: SanCor en Sunchales a 40 km de Rafaela y Williner y Saputo en esta última ciudad.

Además, las ventas al por menor de productos de panadería, excepto pan (esto es facturas, confituras y tortas) registra una merma del 29,62%. El pan específicamente cayó 5,56%; las carnes rojas y chacinados un 6,14%; las golosinas 10,24% y los pescados y productos de pesca, un 19,65%.

Según los mismos datos que consigna el informe, las ventas al por menor en supermercdaos con predominio de productos alimentarios y bebidas cayeron 2,78%, pero en los minimercados la caída fue mayor: 15,60%. Las frutas, verduras y hortalizas registraron una baja del 2,40%. En productos alimenticios, solo las carnes de pollo, huevos y productos de granja registraron un alza real, que llegó al 4,49%.

Refleja, según la evaluación de los técnicos del Municipio rafaeliano que elaboraron el informe, el cambio de hábitos de consumo de la población, buscando mejores precios y abaratar el costo de la canasta familiar, reemplazando las carnes rojas por las carnes de aves. (comparar con lo que se informa sobre este tema en la ciudad de Rosario). Se confirma lo ya expresado por consultoras privadas, en otros lugares del país, que en la clase media se reemplazan un tipo de alimentos por otros y en los sectores populares, directamente, se los elimina del consumo familiar).

El derrumbe del consumo se nota en otros ítems igualmente significativo: 30,32% en calzados; 26,21% en artículos de deporte, equipos e indumentaria deportiva; 20,68% en artículos de marroquinería, paraguas y similares; 19,67% en productos de tocador y 8,98% en productos cosméticos y de perfumería.