BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
martes , abril 30 2024
Inicio / Internacional / Lula. La necesidad de equilibrar intereses

Lula. La necesidad de equilibrar intereses

 

En el mes de diciembre de 2022 ocurrieron en la ciudad de Brasilia dos importantes seminarios con respeto a la integración de América Latina y el rol que tiene Brasil, sobre todo con el nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, en el proceso político e institucional de región.

Dictaron las ponencias el embajador Samuel Pinheiro Guimarães, quien sirvió como ministro de Estado de las Relaciones Exteriores (2003-2009) y ministro-jefe de la Secretaria de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República de Brasil (2009-2010); el profesor Miguel Ángel Barrios, politólogo, historiador y sociólogo; João Guilherme Benetti Ramos, politólogo y doctorando en Relaciones Internacionales por la Universidad de São Paulo (USP), dirigente político y que disputó las elecciones de 2020 por el Partido de los Trabajadores (PT) como candidato a diputado por la provincia de São Paulo; y Helvésio Damis de Oliveira Cunha, profesor de la Universidad Federal de Uberlandia (UFU) (Foto).

El seminario que se concretó el día 14 de diciembre tuvo lugar en el Instituto de Derecho Público (IDP), renombrada universidad brasileña con unidades por todo el país, con el objetivo de incentivar la discusión de esta importante temática “El Brasil y los desafíos de la Integración en América Latina”. Asistieron al debate miembros de la comunidad académica, profesores y estudiantes de esta y de otras instituciones de la región. En el día 15 de diciembre el Sindicato de los Profesores del Distrito Federal (SINPRO-DF) y la Central Única de los Trabajadores (CUT) recibieron el seminario “El papel de Brasil en la reconstrucción del Mercosur, Unasur y la CELAC”.

Con la participación de dirigentes sindicales, afiliados de los sindicatos y otros liderazgos políticos, para debatir en una perspectiva política y teórica el rol que Brasil debe asumir con la región en el próximo gobierno. Discutir la integración de América Latina en este momento es discutir la autonomía y la sobrevivencia en esencia de los Estados de la región.

En un escenario donde se configura una disputa política entre potencias – notoriamente: los Estados Unidos, la China y Rusia – los países de la región deben buscar la autonomía y preservación de sus propios intereses, para esto la actuación como bloque lleva también a fortalecer los países y ayudar a preservar sus propios intereses. El último ciclo de gobiernos neoliberales en América Latina, cómo la administración de Mauricio Macri en Argentina y de Jair Bolsonaro en Brasil, las agendas regionales se movieran a un plan secundario, beneficiando los acuerdos bilaterales con potencias, agendas internas y la persecución de beneficios comerciales puntuales.

Los países de la región pueden buscar una nueva fase de diálogos que involucre la preservación de sus intereses y también la institucionalidad de estas relaciones, representada por una nueva mirada a perseguir las acciones en los espacios del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Unión de las Naciones Sudamericanas (UNASUR), Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) u otras instituciones.

La mirada hacia la integración debe ser comprendida como una necesidad y condicionante de la política internacional a ser incorporada a una estrategia geopolítica. Aunque el momento político genere la expectativa por el crecente número de gobiernos de centroizquierda, un destino común de la América Latina y sus beneficios en actuación conjunta suplantan a las agendas de gobierno y grupos políticos, se pueden comprender como una condición del sistema internacional y también una necesidad de Estado para preservar a sus intereses. Con esto, los países de América del Sur deben encontrar agendas comunes regionales al mismo tiempo que buscan consolidar la integración. Esto pasa por la formación curricular común de diplomáticos y de Estado-mayor de las Fuerzas Armadas.

En el campo civil, también facilitar el intercambio y reconocimiento de títulos universitarios en todos los países del bloque. Brasil y Argentina poseen una dimensión central en este cambio político marcado por su cercanía y comunión de intereses. En un escenario donde los problemas expuestos se presentan a los países con mejores resultados económicos y más potencialidades la posición de aliados generosos, que deben encontrar el espacio de concesión en equilibrio de imponer sus propios intereses con generar beneficios comerciales y estratégicos a los demás países de la región. Los gobiernos de la región también pasan a enfrentar desafíos internos con respeto a su propia preservación democrática e institucional.

La diseminación de noticias falsas y el crecente número de grupos políticos que cuestionan el orden legal. Las burocracias de Estado pueden encontrar también beneficios en una aproximación para superar esta amenaza. Brasil enfrenta por los próximos años no solo el desafío de buscar retomar su protagonismo internacional, como también irá enfrentar desafíos internos.

El país asistió a la elección con menor diferencia proporcional entre los dos candidatos de la segunda vuelta en su historia, Lula ganó con 50,9% (60 millones) de los votos totales en contra de Bolsonaro 49,1% (58 millones) de los votos. En las semanas que separaron la vitoria de Lula de su asunción presidencial el país presenció protestas, cortes de rutas e incluso la prisión de grupos contrarios al nuevo gobierno planificando atentados terroristas. El conservadorismo en la política brasileña mostró una fuerza renovada, tanto en los resultados presidenciales cuanto en el Parlamento. El Partido Liberal (PL) eligió 99 de los 513 diputados federales y también 8 de los posibles 27 senadores.

En su nuevo gobierno, Lula necesitara equilibrar a los intereses de los distintos grupos políticos para poder implementar su agenda y también enfrentarse con amenazas domésticas antes no enfrentadas, como la posibilidad de actos puntuales de violencia y disrupciones causadas por una oposición política más organizada y agresiva que en sus primeros gobiernos.

A este desafío se suma la necesidad de mostrar resultados de manera rápida que justifique la conducción de su gobierno. Brasil se enfrenta con una de las peores tazas de desocupación de su historia. Aunque el país presente crecimiento del empleo, 9 millones de personas siguen sin ocupación y por lo menos 13 millones trabajan en la informalidad. Con la perspectiva de desaceleración del crecimiento de la economía global, el nuevo gobierno tiene un desafío en presentar resultados. Brasil también ha retornado al Mapa del Hambre de las Naciones Unidas con más de 33 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria.

 

 

La Señal Medios

Comentarios

comentarios

Visite también

Vladimir Putin, en diálogo con Tucker Carlson (Texto y video completos)

    El conflicto ucraniano, el autor de los sabotajes contra los Nord Stream y ...