BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
jueves , mayo 2 2024
Inicio / Internacional / El mundo que recibirán los pibes. Argentina, los vaivenes, el lenguaje, el Papa, el horizonte internacional. Polémicas a diestra y siniestra

El mundo que recibirán los pibes. Argentina, los vaivenes, el lenguaje, el Papa, el horizonte internacional. Polémicas a diestra y siniestra

 

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Arrancamos con la situación interna. Complicada de tan presente y portadora de contrastes cuya mención no debe ofender. Seguimos con las palabras, ahora que se intenta anular forzadamente y sin inventiva un modo expresivo fluido. Avanzamos con el Papa, ante las teorías que lo sitúan en la senda del Mal. Y nos adentramos en una realidad planetaria que evidencia el tironeo lógico de un mundo que se niega a morir. La tristeza.

Mate, serenidad y reflexión.

 

 

LAS CONTRADICCIONES. Las iniciativas oficiales vienen mostrando una tensión hacia el desarrollo. Una inclinación favorable –tenue, relativa, pero direccionada- que puede verse rápidamente desmembrada por la presión empresarial para absorber cada centavo que empieza a circular tímidamente en el mercado interno. Digámoslo: tras la fusión con Telecom, el Grupo Clarín – Noble incide de modo determinante en el espacio telefónico. Mientras, las firmas de servicios públicos privatizados empujan para desbaratar cualquier intento de freno a sus tarifas, tras cuatro años de incrementos salvajes.

Puede resultar difícil avanzar así, con un pueblo desmovilizado por las precauciones y un poder concentrado que enrarece continuamente el clima político deformando los debates a través de su tríada –Clarín, La Nación, Infobae- y repetidoras de radio, televisión y redes. El problema está radicando en la solución: ante el hostigamiento monopólico, el Estado prevé redoblar los subsidios a las empresas que claman por el “atraso” en el hachazo a los consumidores. La multa del ENRE sobre Edesur es otro indicio de salud, pero todos saben que para crecer será necesario zambullirse con energía en el rubro energético. Vale el paralelo.

Claro, el formidable campañón “anticomunista” desatado ante el esbozo de intervenir y expropiar Vicentin, y el recule conceptual oficial, han limado la perspectiva de plantear una salida equivalente para las privatizadas. Lo indagamos hace horas nomás, con Martín Piqué en la 750 y con Mario Giorgi en Nacional: La ausencia de argumentación contundente en los medios públicos y la desatención de quienes sí la ofrecen, los llamados populares, ha facilitado el acorralamiento de los intereses de las grandes mayorías por parte de un segmento minoritario pero con altavoz. Sin ingenuidades: es bien probable que ese silencio ante la catarata de letras liberales encarne algo del pensar interior del gabinete. Pues lo cierto es que desde la cúspide institucional se insiste en el intento de crecer “con todos”.

Ya que señalamos el caso emblemático de la compañía agroexportadora, es preciso seguir con las contradicciones propias. Las recientes palabas de Alberto Fernández sobre la economía popular y sus cooperativas es otro indicador favorable a lo apuntado en el primer párrafo. Ese parece ser el camino ratificado por el gobierno. No es poca cosa. Pero ¿cómo lograr que semejantes experiencias tengan vigor genuino en un mercado monopolizado como el de los alimentos? Aquellos primeros interrogantes planteados en Fuentes Seguras sobre el amanecer de la gestión se extienden hacia el presente y van llegando a un cuello de botella a medida que se avanza en la elaboración de la vacuna y el horizonte sanitario se empieza a despejar.

Como nada les importa, los medios concentrados vapulean sobre el mérito ajeno. Tras el éxito de la negociación argentina con los bonistas, La Nación impacta contra Martín Guzmán dando a conocer las trabas y complejidades de la futura gestión ante el Fondo Monetario Internacional. Como si el ministro no las conociera y como si el diario del escondedor de cuentas Bartolomé Mitre no tuviera nada que ver. Es así: mientras el campo nacional popular –en sus varias tendencias- brega por la coherencia discursiva, al sector antinacional le da lo mismo; le da lo mismo si la política sanitaria es buena, porque hablará de la caída económica, o si la política sanitaria ofrece flancos, porque podrá acusar a las autoridades.

Otro de los factores distorsivos evidentes se asienta en los temas políticos judiciales. Mientras ni los jueces adictos logran parar la ofensiva que la realidad dispara sobre Mauricio Macri y la asociación de ex funcionarios y empresarios coaligados, más los grupos de periodistas, servicios de inteligencia y abogados cercanos, esas causas están ocultas y en su lugar se relanzan continuamente inventos ligados a las fotocopias y los bolsos. En la misma sintonía, se intenta desprestigiar la propuesta de Reforma Judicial calificándola como una búsqueda presidencial para aligerar la situación de la vicepresidenta.

 

 

LOS PIBES. Por estas horas se celebra el Día del Niño. Desde el mismo Estado se ha impuesto el error de reemplazar palabras con el presunto objetivo de incluir. Nos adentramos entonces –otra vez- en las densas zonas de un debate que, en vez de proponer razones, encrespa y anula a través de calificaciones más o menos intensas.

En ocasiones se ha supuesto que quienes nos hemos pronunciado contra el llamado lenguaje inclusivo lo hicimos porque nos agarró “el viejazo” –nos lo chantó el amigo Hernán Brienza-, porque tenemos una visión aristocratizante del idioma –lo han señalado feministas de origen popular-, porque no admitimos modificaciones en el habla –lo imputaron jóvenes apasionados por nuevas músicas-, o directamente porque estamos en contra de los derechos de la mujer –esbozado por radicalizados de diverso tipo-. Nada de eso es cierto.

Siempre hemos estado dispuestos a admitir reformulaciones asentadas en el uso cotidiano, sea cual fuere la edad del hablista, hemos aceptado las expresiones lunfardas hasta en las búsquedas más recientes, y consideramos que las mujeres deben contar con los mismos derechos que los varones. ¿Es necesario tener que aclarar que estamos en contra de agresiones de cualquier tipo? Todo eso se evidenció en concreto cada vez que nos tocó absorber responsabilidades en distintos medios de comunicación. Y, claro está, en la vida cotidiana.

El problema es otro. Tratemos de explicarlo. Epiceno es un sustantivo que designa por igual a individuos de ambos sexos. Un epiceno puede ser únicamente masculino o femenino, a diferencia de los sustantivos comunes que admiten ambos géneros. Ejemplos de sustantivos epicenos son: gorila, águila, rata, cría, persona, víctima, personaje, pibe. Mientras que los epicenos no admiten cambio de sexo (la persona, y no el persona), un nombre común en cuanto al género admite ambas: el estudiante, la estudiante. Cuando en una ocasión respondimos que no somos un persono por el hecho de ser varones, fundamentamos que esta condición no autorizaba a cambiar una palabra que ya estaba muy bien así.

La elaboración general del lenguaje pertenece a los pueblos y en los pueblos el lugar de la mujer es lo suficientemente importante, sobre todo en materia expresiva, como para desconocer a la misma como partícipe de su realización y desarrollo. Considerarla ajena, o peor, víctima del habla general, implica su devaluación como hablista, escritora, poeta. Creer que el magnífico idioma castellano, enriquecido al extremo por su versión rioplatense, puede ser reducido a la caracterización de “machista” es ignorar el laboratorio que configura nuestra gente (con e final), a la hora de comunicarse del modo más pleno y, por qué no, elegante posible. Una expresión lunfarda que calza justo en la necesidad comunicativa, pasa a formar parte del habla común; la realza, la potencia.

Pero como si esto fuera poco, es preciso añadir que la realidad misma da cuenta de los resultados; ellos ofrecen la paleta con la cual las personas transmitirán verbalmente sus sensaciones y sus ideas. Efectivamente: el habla incluye la coloración del decir y también su musicalidad. Si una variación en el lenguaje logra el vigor pertinente para decir lo que hay que decir en una circunstancia determinada, perdurará. Si es forzada, y si damnifica la fluidez del encuentro entre emisor y receptor, se desvanecerá como tantos inventos por su rasgo artificial. De allí que la acusación por una eventual inclinación al aristocratismo y la persistencia de valores añejos, carezca de sentido.

Aunque en principio toda persona tiene derecho a sostener los valores que desea, cabe agregar que en nuestro caso el empleo de malas palabras contundentes y eficaces, de formas callejeras sintéticas y reveladoras, nos facilita salir indemnes de semejantes inferencias sin sustrato. En la redacción, pero también en la charla callejera. Después de cuatro décadas no hay un texto de quien esto escribe que surja sin la vitalidad del habla popular aún cuando los temas abordados resultaran complejos. Es un comentario sincero. Como también lo es afirmar que ninguno podrá utilizarse nunca para menoscabar o silenciar a una mujer, por serlo. Tampoco la presencia de la misma en la realización de conceptos y palabras.

 

 

EL PAPA. El último programa Especial de la Gráfica destinado a la situación por la que atraviesa Jorge Bergoglio en su conducción vaticana resultó importante para comprender un poco mejor el panorama internacional. Los periodistas Washington Uranga, Julio Fernández Baraibar Nestor Miguel Gorojovsky y Victor Lupo contribuyeron con su aporte al abordaje de lo realizado por el Pontífice en este período y caracterizar en su justa medida el sentido de las agresiones que surgen allá, y acá. Sin detenernos en el ostensible mensaje social del Papa, que marcamos de manera persistente, vamos a refrendar -para pensar- el armado que se suscita al mezclar factores de la realidad sin vertebración analítica.

La cuestión es así. Mientras los poderes concentrados, básicamente articulados por el interés financiero, son la vanguardia del hostigamiento a quien aprovechando una cúspide que garantiza reverberancia ha puesto como prioridades la inversión productiva y el trabajo para hablar en concreto de humanidad, desde un perfil “popular” se despliegan objeciones que identifican al Papa con esos intereses y lo catalogan como progresista y liberal. Es curioso escuchar voces que contenían razones flotar sin otro anclaje económico que las imágenes del argentino dialogando con Joseph Stiglitz, Kristalina Giorgieva y su coterráneo Alberto Fernández. En el cóctel presuntamente interpretativo se añaden China, Rusia, Bill Gates y George Soros, entre otros, para fortalecer un andamiaje disparatado que, sin embargo, cautiva minorías activas.

Es preciso entonces insistir en que el análisis político económico, con rastro cultural, se anula cuando la adjetivación configura un eje. Así, “fascista” o “progresista” evitan profundizar en los hechos concatenados que configuran una acción extendida en el tiempo. En la misma dirección, insertar la categoría “liberal”, que bien se sabe significa cosas muy distintas según el lugar del planeta en que se formule, termina de obstaculizar la comprensión. Desde hace mucho ya que las hipótesis sin raigambre estructural deslumbran al hilvanar elementos dispersos de la realidad y colocarlos juntos, con el objetivo de mostrar aquello que sus inventores visualizan y así despertar a la tonta grey humana de su obnubilada sinrazón.

El Papa encarna el tramo final de la hegemonía del capital financiero políticamente articulado en el Consenso de Washington y por tanto el puente hacia un equilibrio diferente que hemos caracterizado como Multipolaridad. La pulseada es intensa, no está definida y la pandemia llegó para oscurecer aún más las posibilidades de aprehensión. Pero aquella aseveración fundada que el lector absorbió años atrás en estas páginas amerita ratificación. Los Estados Unidos ya no son la locomotora mundial, Europa tiene dificultades irresolubles y los PBI de vastos sectores del planeta, otrora marginales, se yerguen progresivamente al punto de alcanzar un lugar que impide su arrasamiento bélico y propagandístico. Vean a Irán, al ASEAN, a los BRICS.

 

 

LA PULSEADA. Ahora bien, ese nuevo equilibrio relativo que tenderá a instalarse en la década que asoma, no será el paraíso en la Tierra. Será lo que el ser humano logre construir con las herramientas disponibles en este tramo de su historia. De allí que las descripciones sobre maniobras y represiones en China, de rarezas y confrontaciones en la relación indo pakistaní, de la pretensión alemana para sumarse a proveedores de gas más atractivos que la obcecada Unión Europea, o de los nuevos intentos de condicionamiento norteamericano sobre América latina, no deban ser posicionadas como vectores determinantes sino como fases de un esquema que –lógicamente- se niega a desaparecer.

Confundir las bregas financieras con la totalidad del panorama lleva a visualizar oscuridad donde alumbra la luz de la esperanza. De todos modos, la resolución será inapelable. Pues si se afirma el antiguo régimen económico, en el mundo sobran no menos de cuatro mil millones de personas entre las cuales se encuentra el redactor de estas líneas y los lectores de las mismas. Como el Papa es una referencia inocultable, el bombardeo sobre su accionar resulta uno de los ejes de la tarea de reposicionamiento de las grandes empresas que ofrecen papeles a cambio de bienes de producción y consumo, y más papeles a cambio de recursos naturales.

 

 

LA TRISTEZA. Es tiempo de renovar el mate. Palabra que termina en la letra e y lleva delante ese monosílabo átono que informa género y número. Hace instantes hablamos de la naturaleza. Es una palabra que termina en a y lleva delante otro monosílabo, por la misma razón. Modificar el género no las mejora, las torna incomprensibles.

Hay cierta tristeza en el ambiente. La tarde soleada no ha conseguido horadarla. En su interior talla la pandemia, pero no es sólo eso. Los perfiles aquí planteados denotan un porvenir atractivo; sin embargo, por estos pagos los niños no son los privilegiados. Quizás allí anide el sentimiento opaco. Por estos días, mientras aturden las campañitas innecesarias sobre temas remanidos, poco y nada se dice sobre los derechos de la niñez. ¿Ya no son importantes para los argentinos?

Como verá, lector, seguimos acordando y discrepando alternativamente. No tema; es sano.

Eso es todo.

 

• Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Gráfica / Sindical Federal

Ilustración en portada: La leyenda del bosque justicialista – Daniel Santoro

Comentarios

comentarios

Visite también

Vladimir Putin, en diálogo con Tucker Carlson (Texto y video completos)

    El conflicto ucraniano, el autor de los sabotajes contra los Nord Stream y ...