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jueves , marzo 28 2024
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FÚTBOL, ESE JUEGO / Apuntes materos sobre Rubén Dri y Néstor Basile

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

Despertar lento y sin embargo claro a la hora de definir por dónde arrancar. Resuena el eco del reconocimiento a Rubén Dri  anoche sábado, en La Cacerola (foto): una pequeña multitud reventó el lugar pese al frío extremo y la lluvia pertinaz. Gran encuentro para abrazar a quien ayuda a pensar desde hace tantas décadas; quise agradecerle especialmente el haberme convocado cada vez que publicó sobre Hegel -ese recorrido magnífico de seis tomos independientes- para participar en la presentación. La lectura de esos materiales me brindó un volumen de juego que hoy me ayuda considerablemente en el trabajo.

Aprovecho, mientras tomo unos mates, para recomendarlos: vaya lector y agénciese cualquiera de esos libros –mi preferido es Racionalidad, sujeto y poder– porque su abordaje sin prisa lo va a complicar… y a limpiar. Rubén, su escritura, sus clases, su charla. Esa amistad. Y un recuerdo: en algún año de los 90, tomando café en Marcelo T de Alvear y Uriburu –esos nombres, esos nombres- junto a quien sigue siendo considerado el más importante literato político del país. Los tres hablando cosas hasta que pasa un pibe vendiendo fotos de equipos de fútbol, fotos clásicas con las formaciones.

Enseguida Dri tomó la pila y halló la de su querido San Lorenzo. Con escepticismo busqué la de Gimnasia pero la selección porteña para la venta la había excluido. Ruben compró por una moneda y quedó satisfecho con la adquisición. Siempre hablábamos de fútbol. Pensó un rato y preguntó a nuestro estelar contertulio de qué cuadro era, a lo cual el indagado respondió con sorna “yo no soy del cuadro, soy del marco” y como una ráfaga se nos vino a la cabeza su visión despectiva del juego, o quizás peor, de quienes se apasionan por el mismo. Rubén me miró, cómplice, y transmitió (luego lo corroboré verbalmente, pero en esa instancia hubo comprensión directa) “este salame se pierde el fútbol, y encima cree que es mejor por eso”.

Pero les contaba que el despertar había sido direccionado. Porque tras permitir que tales ideas transitaran libremente el balero, fui a mi biblioteca y extraje, otra vez, El Ronco Basile, profeta en su tierra. Múltiples intérpretes para un gran autor: Néstor Basile. Me puse a hojearlo, deteniéndome en cada segmento con renovado interés. Como liviano orgullo, descubrí que en mi artículo inserto el concepto Somos Nosotros hace tantos años, mucho antes que fuera bandera de algunas instituciones y no pocos sindicatos. Pero muy especialmente volví al predilecto: la honda reflexión que el personaje promovió en el periodista Carlos Fanjul sobre el Periodismo. Que así se titula.

Allí Carlos, que había sido profesor de este cronista en la Universidad Nacional de La Plata, se replantea el lugar desde el cual ejercer el oficio profesión. En una nota magnífica recuerda que Néstor, por su radialidad potente y su formación vasta y variada fue tentado por Radio Rivadavia y Continental –líderes en audiencia futbolística en los 80 y 90- para desplegar su narrativa popular, culta y atractiva a través de esos micrófonos. “El Gordo García Blanco no lo podía creer. ¡Mirá que va a contestar que no porque si agarra tiene que dejar de ver a Gimnasia semana por medio y a Estudiantes no lo cubre ni loco este loco! Está loco, no me engañen”.

A partir de allí el interpelante hace un giro y esboza los principios para “hacer carrera” en el periodismo. Y una vez que los enumera se pregunta ¿Tan loco estará? Con sabiduría explica el camino de Néstor: hacer Tribuna Gimnasista, hacer radio y promover una filosofía desde esos espacios, disparar tiros desde su trinchera, en la que se siente bien, la que te da plena identidad y en vez de colar alguna buena desde medios monolíticos –“este mundo de hipócritas”-, plantar bandera y evidenciar ideas y sentimientos desde el propio. Entonces Fanjul se pregunta: “¿Tan loco estará? ¿No será que siempre la tuvo más clara que todos los cuerdos?”.

Vuelvo sobre esos textos, el de Ruben y el de Néstor, porque disparan ideas, pero también aportan a la hora de diseñar el propio recorrido. Es posible que en la intersección de ambos –entre tantos, claro- exista una clave. Qué raras son las casualidades. Qué poco casuales: gracias, a la distancia, Movimiento por la Emancipación primero y Agrupación El Mate después por haberme acercado a Dri; gracias Lobo por haberme imbricado con Basile.

Hay mucho viento afuera. Los gorritos de los pibes salen volando. El sol se volvió a esconder y es grato matear releyendo a estos compañeros. Nunca se conocieron, claro; su ligazón está en mi mente. Y en ese verde rectángulo maravilloso donde los conceptos se hacen verdad.

 

* Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.

 

 

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