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Por GABRIEL FERNÁNDEZ *
Mientras agradezco la repercusión y los comentarios de los materiales realizados a partir de la reunión entre Donald Trump y Kim Jong – un, quiero hacer hincapié en la fundamentación de las conclusiones.
Algunos se preguntarán porqué. Si bien en el mismo texto, como en otros previos, surge el panorama económico estructural y, en derivación, el desarrollo político, veo que alguna reverberancia re sitúa el diagnóstico en lejanas banderas asentadas en deseos.
Eso no está mal; de hecho, como me ha señalado un historiador amigo «por vueltas que le den con la propaganda, la gente odia los imperios, desde el que impusieron los romanos hasta el de los norteamericanos».
Sin embargo, eso no pasaría de configurar una atractiva demanda pública contra la injusticia. Lo que estoy señalando es que los indicadores centrales de cada región brindan signos inequívocos de algunas decadencias y de otras progresiones.
Veamos un sólo punto, para ejemplificar. Tras un período en el cual había alcanzado un tono cuasi absoluto, actualmente el 70% de las transacciones en el comercio mundial se realizan en dólares, el 20% en euros y el resto en monedas asiáticas, en particular el yuan chino.
En marzo, China dio un fuerte golpe al dólar en el mercado energético global, al empezar a vender contratos petroleros de futuro en yuanes. Ahora el yuan es la tercera moneda más importante. (¡El juez Bonadío imputaría a Xi Jinping!)
En tanto, la potencia asiática piensa dar otro paso: el pago de suministros físicos de petróleo con moneda nacional. El yuan podría sacar al dólar de uno de los mercados petroleros de mayor crecimiento en el mundo. Según economistas, esto se concretará en 10 o 15 años.
No se trata solo de hidrocarburos: hay cada vez menos espacio para el dólar en las relaciones comerciales de los mayores socios financieros: Moscú y Pekín. Los acuerdos ruso-chinos sobre el comercio directo en rublos y yuanes entraron en vigor en diciembre de 2014.
Vale recordar, en ese sentido, que en abril Teherán abandonó la moneda estadounidense y pasó al euro en todas las transacciones internacionales. Desde Occidente, la evaluación económica sobre Irán suele ser torpe y menoscaba el crecimiento de una nación que apostó certeramente en materia tecnológica.
Washington impuso nuevas sanciones contra Teherán, pero nadie piensa dejar de lado el petróleo iraní. Hasta los europeos efectúan acuerdos en euros con la dirigencia persa.
Ni qué decir del nuevo integrante de la Organización de Cooperación de Sahangai: India paga a Irán en euros por el oro negro, y en este país la economía está creciendo rápidamente y cada vez se requieren más recursos energéticos.
En sintonía, Turquía redujo la dependencia del dólar, al comprar oro en el mercado mundial. El Banco Central de ese país adquirió el año pasado 187 toneladas de metales preciosos, convirtiéndose en el segundo mayor comprador soberano de este activo después de ¡Rusia!
La deuda de los EEUU ya superó los 20 billones de dólares y está creciendo constantemente, mientras la impresión de papeles verdes sigue funcionando. De allí que Trump, en vez de requerir nuevos compromisos, pretenda diseñar un afluente hacia las arcas fiscales basado en la producción.
De lo expuesto mana otra corrección de valor: los países nombrados, y sus monedas, no «atacan» al dólar. Se protegen de su debilidad, pues el dólar se deteriora por las políticas económicas trazadas en Estados Unidos y Europa en las décadas recientes.
Espero que desde el interior de estas líneas surjan reflexiones sobre el camino que están siguiendo la Argentina, Brasil y otras naciones del Sur del continente.
A fines del siglo pasado las puertas del tiempo se abrieron con cautela. El control de las finanzas sobre el planeta arreció en los 90 y trazó su propio borde. La crisis desatada en 2008 hizo saltar los goznes de esas puertas y el avance humano a su través, no se detiene.
De allí la precisión planteada en este Complemento para interesados: apenas tomando uno de los elementos a considerar -el monetario- contamos con variables claras para visualizar presente y devenir. En los artículos sugeridos de La Señal Medios abordamos los otros factores.
Gracias de nuevo a los lectores que desdeñan interpretaciones maniqueas o cerradamente culturales, las cuales no alcanzan a dar cuenta de la profundidad de las modificaciones en marcha.
- Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.
Ver también: http://laseñalmedios.com.ar/2018/06/13/francisco-china-rusia-corea-del-sur-porque-se-encontraron-estados-unidos-y-corea-del-norte/
