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Por LA SEÑAL MEDIOS *
Luego de vetar la ley que aprobó el Senado para frenar el aumento de tarifas, Mauricio Macri relanzó la demagogia liberal con frases sin sentido y comparaciones inexactas. En la nueva alocución presidencial, emitida desde Salta, se corrobora la escasa valoración por los ciudadanos destinatarios de la misma. Un desprecio lo bastante intenso como para afirmar, entre esta madrugada y hoy por la tarde, que la sanción de la normativa “no cambió nada”.
En la misma dirección, el empresario con cuentas off shore aseguró que la reducción de las alzas tarifarias podría derivar en la suspensión de la Asignación Universal por Hijo a lo largo del año. No señaló que quizás equivaldría a la cantidad de vehículos adquiridos por la administración o el café adquirido para los despachos: en la era de Cualquier Cosa, hizo referencia a la AUH. Los medios afines tomaron con entusiasmo el intento de comparación.
En su vulgar, oblicuo y superficial discurso criticó a la oposición y destacó que la propuesta peronista que sancionó ayer el Senado «fue inconducente y no le cambió nada a la gente, están en el mismo lugar» (¿¿!??). «No se puede hacer algo así tan irresponsablemente, no se le puede mentir a la gente. Soy el primero que si pudiera no aumentar las tarifas no las aumentaría», agregó sin ofrecer algún sustento para tales afirmaciones.
«Esta ley nació sin ningún tipo de viso de continuar porque claramente no está financiada, los que la votaron no dijeron de dónde salen los recursos, más de $110.000 millones, que significaría que deberíamos suspender la AUH por el resto del año, la discapacidad, parte de las jubilaciones o suspender todas las obras que tenemos en el resto del país», explicó el mandatario. No hizo referencia al desfinanciamiento estatal que su propia gestión originó.
«¿A qué presidente le puede gustar dar esta mala noticia, generar incomodidad y el desafío adicional de pagar las tarifas?», se preguntó Macri haciendo uso del sentido común ramplón de quien piensa si gobierna, debe querer que al país le vaya bien. Acto seguido, afirmó: «No hay futuro sin energía. Hay que tener energía para poder vivir, crecer y trabajar. Eso no fue entendido en esta ley, como tampoco fue entendido que no es facultad del Congreso el tema de tarifas». Dejó de lado la precisión en ese sentido formulada anoche en el mismo Senado por varios expositores.
El Presidente apuntó contra los gobernadores y senadores peronistas que acompañaron la ley para frenar las tarifas. «Tienen que explicar porqué votaron algo que ellos mismos dijeron que era un desastre, que era un mamarracho y que no era viable», indicó. En una muestra un poco más franca –si cabe- de la debilidad que lo atraviesa, se preguntó con desazon «¿Qué quiso hacer el peronismo? ¿Querían dar una demostración de poder? Ya sabemos que tienen mayoría en ambas cámaras. Pero el poder lo tienen los argentinos y los argentinos quieren un cambio. No van para atrás”.
Retomando la mentira cruda y dura que le facilitó el voto de millones de incautos, Macri dijo que «la responsabilidad es una actitud de vida» y envió un mensaje a sus tristes acólitos. «Le puedo garantizar a los argentinos que no voy a aflojar. No los voy a traicionar. El cambio va para adelante», sentenció. Sin evitar el humor, tras la inocultable ausencia de inversiones productivas, anticipó que «Vamos a seguir ingresando al mundo, dándole transparencia al Estado, fortaleciendo las instituciones, llevando la obra pública adelante y combatiendo la corrupción», durante la conferencia de prensa que brindó hace pocas horas.
Por otra parte, el jefe de Estado volvió a referir al déficit fiscal y al camino que emprendió su gobierno para intentar reducirlo. «El principal objetivo que tenemos es crecer, generar empleo y oportunidades para los argentinos. Para eso tenemos que sacarnos esa mochila que nos hace ir más despacio y que nos aplasta», explicó. La mochila de referencia no es otra que el hueco fiscal construido por Cambiemos y sus bandidos al exculpar de impuestos a los grandes exportadores y reducir el poder de compra directa de las grandes masas.
