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martes , marzo 19 2024
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PERONISMO / En el terreno de la incertidumbre

Por GUSTAVO RAMÍREZ *

 

La unidad tomará forma con el tiempo. El encuentro de Villa Mercedes, San Luis, dio cuenta más de las dificultades de forjar esa unidad en un clima inmerso en tensiones internas que en despliegue de fuerzas políticas que consoliden el proceso.

Esto recién comienza. No obstante, algunos vicios propios se repiten. Lo que se anunció como un cónclave de la militancia quedó encajonado en un espacio demasiado reducido donde predominó la presencia de la dirigencia cristinista. Ello propició instancias especulativas y por lo bajo, en los recodos de La Pedrada, el malestar con algunos dirigentes se hizo notar. Gabriel Mariotto fue el blanco de críticas y el malestar se tradujo en ausencias significativas durante el cierre del encuentro. Esa situación expuso a Alberto Rodríguez Saá y lo dejó en una posición de debilidad interna. Claro que esto no es definitivo, el camino recién comienza a transitarse.

El plano discursivo encontró a los dirigentes por caminos que se unifican el diagnóstico pero que difieren en metodologías. El núcleo central de los discursos mostró dos bloques bien compactos, aunque no homogéneos. Por un lado, Rodríguez Saá, Hugo Moyano y Gioja. Ellos llamaron a concretar un proceso de unidad para derrotar al macrismo en el 2019. Sostuvieron que no es momento de hablar de candidaturas y sí de militar con firmeza la unidad, porque el límite es Macri. Por su parte, Hugo Yasky, Rossi y Capitanich, disertaron sobre el diagnóstico social del presente. La idea de unidad ocupó un plano diferenciado y se recostaron sobre los logros de los gobiernos kirchneristas. La puesta en escena de estos oradores se cifró más a un encuentro de campaña electoral que aun Congreso militante.

Las expectativas sobre dicho encuentro se diluyeron con el correr de las horas. Las bajas de último momento fueron concluyentes en el destino de la reunión. Varios dirigentes coincidieron en no prestarse a la foto sólo con el kirchnerismo. Si bien gobernadores, sindicalistas y políticos peronistas coinciden en la necesidad imperiosa de la unidad, no están dispuestos a quedar presos de una conducción que los menospreció y los dejó de lado durante los últimos tiempos. Si el kirchnerismo no asume un rol más humilde y participa como una pata más del peronismo, será difícil que la convocatoria sume en amplitud.

Algunas voces, que se hacían sentir con natural fuerza en los pasillos del Arena de La Pedrada -por cierto, una obra deportiva cultural monumental de los Saá en San Luis- apuntaron al kirchnerismo como un operador negativo de las jornadas. Eso desdibujo al propio Rodríguez Saá que no supo bien como pararse. Durante los días previos circuló un video donde el dirigente puntano no se hacía cargo de la convocatoria y sólo se presentaba como el anfitrión. En su discurso de cierre Mariotto insistió en que el encuentro fue una auto-convocatoria militante. Algo poco probable.
Fue en medio de este clima de tormenta pasajera donde varios gobernadores y dirigentes sindicales de peso, más allá de Moyano, decidieron no participar. No es momento de darles una foto innecesaria, fue la coincidencia general entre dicho sector. La supremacía kirchnerista en el encuentro generó un corto circuito entre los hermanos Saá. Por lo que el evento, su peso específico, se perdió en su propio laberinto.

No obstante, casi 4 mil personas llegaron a Villa Mercedes con amplias expectativas de avanzar en el proceso de unidad. La jornada del viernes 16 fue importante en participación de comisiones. Debate, catarsis y proyecciones a futuro. El sábado 17 el mapa cambió y muchos habían partido. Aun así, la percepción es que una porción importante de militancia se enfrasca en discusiones inútiles para el objetivo principal. La persistente idea de la derrota permanente y el repliegue de las fuerzas populares es un diagnóstico que parte de una apreciación sectorial más que de una observación social. Esa idea fuerza promueve un impulso constante hacia la construcción de programa siempre a futuro. Lo curioso es que se ignora la perspectiva histórica y se soslaya que el peronismo, el Movimiento Obrero, las fuerzas sociales no se han replegado en estos últimos dos años. Y es precisamente en ese plano donde se pierde de vista que el peronismo tiene un programa de gobierno. Si se quiere el mismo se puede rastrear en la Constitución del ’49, pero también en el gobierno de Néstor Kirchner. Esa ausencia de visión ampliada lleva a concluir diagnósticos cerrados en microclimas.

El encuentro de San Luis comenzó su convocatoria con una vara muy alta. Con el correr de los días la expectativa decreció y saldo fue un ni. La imagen pública que selló el evento terminó por ser la de una foto demasiado k para un peronismo que necesita reformular sus cuadros y líneas. Para el sábado 17 el Congreso del PJ en la Provincia de Buenos Aires había tomado posesión de lo que pretendió ser, en un principio, lo de la ciudad puntana. Allí la frontera fue amplia. Ese Congreso absorbió lo que no ocurrió en La Pedrada. Tal es así que en San Luis se cambió de golpe la locación de un próximo encuentro que, apresuradamente, se anunció para abril en Avellaneda. Las últimas informaciones dan cuenta que el mismo se podría realizar en dos localidades que no se identifican de lleno con el kirchnerismo, como Escobar y Mar del Plata.

Para entonces Alberto Rodríguez Saá daba su discurso de cierre. Una retórica confusa y ligera. Un discurso que denotaba molestia. Las cosas no habían salido como se planificaron en el comienzo de la iniciativa. El gobernador abusó de las metáforas para llenar el vacío discursivo. Fue un cierre apresurado, como si ese día sobrara en una agenda demasiado improvisada. Antes habló Gabriel Mariotto. No aportó demasiado. Después de todo lo importante se dijo el día anterior. Allí su la fiesta peronista se expresó con solida armonía. La estridencia del hit del verano y la entonación a viva voz de la marcha fueron los altos momentos emotivos de una jornada significativa, pero con más interrogantes que certezas.

 

  • AGN Prensa Sindical / La Señal Medios

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