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PERSECUCIÓN GREMIAL / El relincho del caballo, el voceo del canillita

Por PRENSA SINDICAL INTERNACIONAL *

 

Están en la picota. Sus voces no se escuchan en los medios. Por eso las difundimos. Hace pocas horas, la Agencia Prensa Sindical Internacional, que orienta el histórico Máximo García Reyes, publicó dos entrevistas: la primera, a Omar Suárez, el “Caballo”, detenido en el penal de Marcos Paz; la otra, con Omar Plaini, el titular de Canillitas, gremio intervenido. Después de tanta propaganda antisindical, tomar en cuenta sus descargos, no viene nada mal. Finalmente, una mirada de conjunto planteada por el diputado Héctor Recalde, del Frene para la Victoria.

LSM

 

ENTREVISTA DESDE EL PENAL DE MARCOS PAZ CON EL DIRIGENTE MARÍTIMO OMAR SUÁREZ.

“Soy un preso político”

-Omar “Caballo” Suárez, ex titular del SOMU, usted acusa al Gobierno por su encarcelamiento. ¿Hay persecución sindical?

-Claro que la hay. Esta persecución me tiene como la primera gimnasia revolucionaria para apropiarse de los gremios a través de presiones, amenazas denuncias y complicidad con el Ministerio de Trabajo que más que un ministerio es un comisario político de la voluntad de Poder Ejecutivo y sus socios. Vienen a romper y yo soy un ejemplo para callar a la CGT y los gremios que se les opongan. Quieren los convenios colectivos a la baja, quieren desterrar la palabra convenio.

-¿Cuál es la verdadera intención de Gobierno?

-La ex diputada Gladys González, que fue interventora del SOMU , o mejor dicho apropiadora de un gremio, no sólo vino a destruir la voluntad de los delegados, sino que llevó a ejecutar negocios personales, contratar en forma costosa personal, y tercerizar con empresas en violación con todos los estatutos gremiales, vaciando al SOMU . Soy un preso político, que me acusan de administración fraudulenta y miembro de una asociación ilícita. Me encuentro en un módulo de máxima seguridad, se asemeja a Guantánamo, sin ningún derecho. He perdido la visión de un ojo y sufrí un principio ACV. Ni dejan ingresar a mi médico. Apelé la denegatoria de mi excarcelación. Quieren romper mi voluntad a toda costa, que no hable, parecen la Gestapo, no perdonan mi relación con el Papa. Vienen por todos, no podrán callar la voz de los trabajadores. Si no estás con ellos, sos un monstruo.

 

OMAR PLAINI, LÍDER DE LOS CANILLITAS.

“Hay persecución gremial”

«Hay persecución gremial», asegura Omar Plaíni, secretario general del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas. El gremio fue intervenido el 3 de julio en el marco de una causa de 2013 iniciada contra el proceso electoral en el gremio. «De todos las intervenciones que realizó este Gobierno, la nuestra fue la más aberrante». ¿Los motivos? Según Plaíni «tiene horrores jurídicos desde lo penal y lo laboral. Se cruzan fueros a los que no les corresponde sobre una elección en la que hubo una lista única». Y agrega que «no es casualidad que esto haya empezado a fines de 2015 por lo que hay una cuestión política».

Para el titular del gremio de los Canillitas «hay acuerdos que los empresarios no cumplieron en los que el Gobierno decidió mirar para otro lado, como el freno de los despidos y el bono de fin de año. Estamos en el siglo XXI, no podemos seguir teniendo convenios del siglo XX. Todo esto atrasa mucho». Para Plaíni «no es casual que luego de los discursos en los que Macri asegura que hay comportamientos mafiosos en los sindicatos, los jueces se pongan a tomar decisiones. Es una forma de alentar a que todo esto suceda». Sobre la actualidad del gremio, el titular de los Canillitas sostiene que «parte del sindicato está sin cobrar. Están haciendo paros de dos días. Nosotros para sostener la obra social necesitamos que esto se resuelva de manera inmediata porque está afectando a mil trabajadores».

 

Las intervenciones no son hechos aislados

Por HÉCTOR RECALDE

En términos generales, para ir luego al tema que nos convoca, el eje central que caracteriza al Gobierno es la falta de institucionalidad, es decir, la violación de Tratados Internacionales, de la Constitución nacional y particularmente de los convenios de la OIT.

Ahora cuando se habla de la «mafia sindical» o la «mafia de los laboralistas» o de la «parcialidad de la Justicia del trabajo», se puede concluir que en realidad el objeto del ataque es el trabajador. Y ello para bajar los llamados costos laborales y maximizar la rentabilidad empresarial.

En el caso de los sindicatos el ministro de Trabajo ha violado reiteradamente la Constitución nacional (art. 14 bis), los convenios 87 y 98 de la OIT y la Ley 23.551.

Concretamente la intromisión indebida en la actividad sindical, sea por intervención del sindicato o por suspensión de procesos electorales, puede ser demostrada en los casos de FEIA (azucareros de Tucumán), Sindicato de Obreros Marítimos ( SOMU ), en los de los vigiladores privados (Upsra), de los trabajadores judiciales de Mendoza, en el Sindicato de Trabajadores del Azúcar en Jujuy, etcétera.

Dejé para el final el ejemplo más patológico que es el caso de Sivendia, que agrupa a los «canillitas».

En el año 2003 hubo elecciones en ese sindicato. El proceso electoral fue impugnado ante la autoridad laboral, luego ante la Justicia Nacional del Trabajo y finalmente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El resultado fue la convalidación de la elección. Es decir que existe cosa juzgada judicial.

Sin embargo, en un caso de investigación de una supuesta existencia de un delito penal hubo una intromisión indebida de un Juzgado Federal Criminal y Correccional que resuelve insólitamente, en violación del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, la intervención de la organización sindical con personería gremial, adjudicándole al Ministerio de Trabajo el derecho de asignar Interventor, resolución que no sólo no es cuestionada por la autoridad laboral, sino que la desempeña con notable satisfacción.

Obviamente todo tiene que ver con todo. No son hechos aislados, como no lo son las reiteradas manifestaciones del Presidente de la Nación y de sus funcionarios, relativas a la necesidad de reformar (flexibilización laboral y previsional) la normativa tutelar de los trabajadores.

Si el Gobierno cree que en nuestra Patria se puede reproducir la política laboral de Brasil, se equivoca de medio a medio.

El movimiento obrero organizado y la movilización de los trabajadores argentinos no permitirán que se avasallen los derechos y conquistas logradas desde 1945, con funestos intervalos, hasta hoy.

Quiero, para avalar lo expuesto, citar un solo ejemplo: en 1977, en plena dictadura cívico-militar, se dictó el Decreto 385/77, llamado por los compañeros como el decreto plebiscito, mediante el que se cancelaban todas las afiliaciones a los sindicatos. Como una sabia respuesta a la dictadura, los trabajadores no sólo se volvieron a afiliar, sino que muchos de los que no estaban sindicalizados se afiliaron, generando un padrón superior al que quisieron destruir.

 

  • Prensa Sindical Internacional / LSM

 

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