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jueves , abril 25 2024
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CAMBIOS Y PROCESOS / El paro, la opinión y la política

Por GABRIEL FERNÁNDEZ *

 

La repercusión del progresivo malestar en la opinión popular ha sido intensa a dos puntas. Si por un lado María Eugenia Vidal (esa que veranea en la Riviera Maya, Plaza del Carmen, uno de los centros turísticos más caros del planeta), aseveró que “no es el fin del mundo perder las elecciones”, por otro el triunvirato de la CGT, a través de Juan Carlos Schmid, anunció que  “estamos en condiciones de afirmar que vamos a suspender nuestra participación en la Mesa de Diálogo por la Producción y el Trabajo porque se quebró la confianza”. Y así fue nomás, pues luego se declaró un paro activo nacional.

Este año ha resultado abrumador. Y sólo va un mes. El nivel de endeudamiento volvió a crecer a bordes desmesurados, en tanto abundan los despidos, la creciente tarifaria, la caída en las ventas, así como la limitación de los servicios de salud para los trabajadores, la asistencia y la contención. Desde el oficialismo se pretende poner un techo bajísimo a paritarias que hasta hace poco se desenvolvían libremente, mientras el Grupo Clarín busca imponer cual vanguardia una flexibilización que carece de fundamento económico directo y se liga a un proyecto político económico que devalúa el eje mismo de la vida laboral nacional.

POLÍTICA. En ese marco, cabe actuar, pero también pensar. De hecho, el resquebrajamiento de la esperanza zonza sobre el gobierno del PRO Cambiemos viene entornando el camino de la unidad en el movimiento nacional y popular. No resultaron tan dañinas las colisiones internas, dado que el reagrupamiento parte de la admisión del potencial de cada uno. Es claro que tras un período de intensísimas campañas contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, su imagen positiva se sostiene en los sectores populares argentinos. También, que con esos indicadores no alcanza para batir al liberalismo conservador y que resulta pertinente agrupar espacios que tienen potencial como para ocupar lugares en nóminas electorales y responsabilidades organizativas.

Los interrogantes surgen en el seno del activo que alza las tres banderas: ¿este rearmado atraerá a los referentes del Frente Renovador que se vienen distanciando rápidamente del discurso anodino y policial de Sergio Massa? La pregunta enlaza con otra: ¿qué hacer si quieren retornar? Habrá que combinar dos elementos de real y equilibrada trascendencia a la hora de delinear una respuesta. Ellos son la necesidad de juntar, en el área bonaerense, todas las voluntades disponibles para acrecentar el caudal electoral, pero también tomar nota de la bronca acumulada tras la votación a favor de los Fondos Buitre, durante el primer tramo de gestión amarilla. La dimensión de ambos puntos habilita a huir de las aseveraciones sencillas y terminantes.

Puede resultar enojoso pero es preciso señalar que la disposición de una medida de fuerza nacional de todo el movimiento obrero demandó el tiempo adecuado para que se desarrolle con contundencia y naturalidad en el seno de la mayoría de la población. Un apurón, como haberla dispuesto en el primer semestre del año pasado, hubiera descolocado al sindicalismo en general porque el efecto esperanza, por extraño que parezca, pervivía en vastos segmentos debido al impulso que toda victoria electoral origina. Las urgencias que razonablemente surgen en la interioridad del militante no siempre se coaligan con los tiempos colectivos. En este caso, bueno es indicarlo, el movimiento masivo de rechazo al liberalismo ha sido más acelerado e intenso que en otras ocasiones históricas.

VOTOS. En tanto, por abajo, además de sondeos nos hacen llegar investigaciones retrospectivas. Aumenta la convicción sobre la existencia de irregularidades en los comicios efectuados en Córdoba. Pero también se han sumado sospechas fundadas en derredor de lo ocurrido durante los conteos en la provincia de Santa Fe y en toda la Zona Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Atenti con esto porque la elección de noviembre del 2015 no se resolvió por nueve puntos, como dijeron los medios concentrados a las 16 horas, ni por seis, como “informaban” a las 21 horas, cuando todo el Frente para la Victoria se retiró de la contienda sin apuntalar a sus fiscales y apoderados. La alianza que potenció a Mauricio Macri como presidente logró un punto por encima del rival.

Pero también resulta pertinente reflexionar en perspectiva, pues la arremetida para disponer el voto electrónico –por muchas variantes que se pretendan incluir para alcanzar un control pleno- no posee justificación técnica ni económica. Y vale precaverse de futuros intentos de recrear el ambiente público de los seis meses previos a la infausta votación: se fatigó los diales, las pantallas y las redes aseverando que si no ganaba el macrismo, era porque el kirchnerismo imponía un “fraude”. Con esas premisas es difícil transparentar los mecanismos del sufragio y se acorrala a quienes simplemente plantean “cuenten bien y que gane el que más votos tiene”.

DEMAGOGIA. Afloje la espalda lector, y recuerde que el fútbol argentino, así como el turismo, también es una industria. La belleza implícita en el tránsito adecuado del balón contiene varios elementos: la condición natural, materia prima, y el valor agregado, su despliegue y perfeccionamiento. Sin inversión del Estado sobre los clubes –Fútbol para Todos no llegaba al uno por ciento de lo recaudado por Anses- se quiebra, como el ArSat, la potenciación de un factor trascendente de la economía y la cultura nacionales. Allí se observa, como en otros espacios, la estrechez de miras de los empresarios, comerciantes y profesionales que suelen liderar las asociaciones públicas y sociales que son los clubes.

En el redondeo, todo es demagogia. Siempre es así con el proyecto oligárquico. Los planes sociales “cuestan mucho” y mejor destinarlos a salud y educación. Los satélites “cuestan mucho” y mejor destinar esos recursos a salud y educación. El fútbol “cuesta mucho” y cabe orientar esos dineros a salud y educación. Es más: las elecciones “cuestan mucho”; y encima las PASO. El sostén a los medios no concentrados “cuesta mucho”. El respaldo a las pymes y cooperativas “cuesta mucho” y el subsidio al transporte y los servicios “cuesta mucho”. ¡Cuántas escuelas se pueden construir con eso! gritan los pistoleros con altavoz y repiten los pavotes sin remedio.

Pero ese dinero no recala sobre educación y salud, mitos sarmientinos que solamente puso en práctica el peronismo a través de la extensión de ambos sistemas en el orden nacional, sino que deriva en subsidios a las grandes corporaciones y enriquecimiento para funcionarios y testaferros que canalizan ganancias en paraísos fiscales. Es decir, todo eso que se recorta, contribuye a la declinación del mercado interno, al cierre de empresas, a la ausencia de vida comercial, a la ruptura de la cadena de pagos y al aumento de la pobreza. Ya había ocurrido varias veces, pero el zonzo promedio optó por hablar de Lazaro Baez, Andrea del Boca y López.

COMUNCACIÓN. La economía argentina se recuperó de esos programas de ajuste gracias a las organizaciones sociales que contuvieron una enorme masa de trabajadores que resolvió seguir perteneciendo a ese segmento y no recalar en el delito. A la combinación de adecuación del tipo de cambio y a la moratoria dispuestas por las gestiones provisorias de Eduardo Alberto Duhalde y Adolfo Rodríguez Saa. Y fundamentalmente a la acción ordenadora del Estado conducida por Néstor Kirchner y continuada con gran sentido social por Cristina Fernández. La reversión de esta tendencia vital y virtuosa, daña el presente y el futuro de todos los argentinos y buena parte de los latinoamericanos. De aquellos que comprenden lo que ocurre y de quienes siguen hablando tonterías.

Es importante reafirmar datos, informaciones, análisis y elementos de comprensión sobre la primera franja, porque el diálogo directo y el clima social determinan el rumbo general de la comunidad. Mientras mejor comunicación realicemos sobre el pueblo consciente, más sencillo será ratificar el desarrollo de la hegemonía marcada en el primer párrafo. Los intentos de convencer desde arriba –mediáticamente- a quienes prefieren creer en seres como Lanata, Majul, Paluch o Leuco resultan frustrantes. Allí se comprende la poesía de don Arturo Jauretche; no en el escepticismo pleno sobre la lucha política, sino en la necesaria inducción del mensaje por las vías adecuadas.

“Les he dicho todo esto / pero pienso que pa nada / Porque a la gente azonzada / no la curan los consejos / Cuando muere el zonzo viejo / queda la zonza, preñada”. AJ.

  • Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.

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