BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
miércoles , abril 24 2024
Inicio / Medios de Comunicación y Tecnología / GARCÍA, TINELLI / Entre Miami y Avellaneda

GARCÍA, TINELLI / Entre Miami y Avellaneda

Por GABRIEL FERNANDEZ *

Hay algo que emparenta a Héctor Ricardo García con Marcelo Tinelli. A diferencia de los grupos Clarín y La Nación (con vínculos internacionales profundos), estos empresarios generan una producción directamente ligada al consumo local. Ni las históricas realizaciones de Crónica en papel y televisión –hoy el diario está en otras manos- ni los productos elaborados por Ideas del Sur, pueden atravesar fronteras. Si lo hacen, se restringen a países vecinos de habla hispana. Necesitan ser consumidos por personas que habitan estos barrios, estas provincias. Estas tierras.

Pero, curiosamente para el pensar jauretcheano y naturalmente para el sentido común, otro elemento liga a las dos figuras de la comunicación: no terminan de asumirlo. En el pasado reciente García, y en esta larga actualidad exitosa, Tinelli, han mostrado una detectable tendencia a identificar sus intereses con los de aquellos espacios concentrados cuya rueda del enriquecimiento se encuentra más allá, y sus compromisos estratégicos se ligan con conglomerados financieros que ni siquiera poseen radicación específica.

Así también se van configurando equipos de asesores torpes, expertos en colocación de recursos y adquisición de valores, alejados de la pujanza necesaria para incidir en la mejoría general de los grandes mercados masivos que constituyen la única vía de desarrollo para emprendimientos de esa naturaleza. El estelar Marcelo podrá pasear con toda su familia por Miami y presuponer que ello lo relaciona, de alguna manera, con ese “mundo”, pero por aquellos  distritos a nadie le importa un rábano un espectáculo de entretenimientos  generado en la Argentina. Aunque lo evalúe mucho más distante, su público anda por acá, en Avellaneda. Ni qué hablar de los lectores y televidentes de Crónica.

Eso se evidencia en cada paso. El arribo del conductor televisivo al mundo del fútbol muestra la misma confusión. Heredero natural de Julio Grondona, renegó de ese lineamiento para intentar sumarse a construcciones preelaboradas de empresas ligadas a clubes grandes y medios enlazados con los mencionados al comienzo. Perdió varios años hasta relacionarse con los Moyano y admitir dolorosamente que allí está su base de sustentación –equipos llamados chicos, ascenso, interior-. ¿Porqué dolorosamente? Pues su andar evidenciaba la necesidad de mostrarse cual un CEO que iba a construir Barcelona en la Argentina. No visualizó que lo que consideraba de bajo nivel era su gran lanzamiento como empresario nacional del mundo del espectáculo incluyendo dos rubros esenciales, como la televisión y el fútbol.

El crecimiento cuasi silvestre de la economía argentina, su potencia, asentada en los ciclos nacional populares 1945 – 55 y 2003 – 15, llevaron hasta la cima a los productos por ellos generados. Y su indudable creatividad, qué duda cabe. Pero no lo comprendieron de ese modo y desplegaron alianzas chicas por lugar en pantalla y en papel para quienes con poco (proporcionalmente), alcanzaron a incidir en la opinión local basándose en esos éxitos. De tal modo, en distintos tramos, Crónica e Ideas del Sur horadaron con pequeñas mezquindades el Proyecto nacional popular que los sostenía en tanto plataforma de los mercados masivos que los consumían.

En el nuevo juego, Clarín, La Nación y Turner, entre otros, afirmados con la gestión macrista, van por todo: la tele, las radios, los diarios, el fútbol. La web. Los dos empresarios mencionados –sólo como ejemplo, pues encarnan todo un comportamiento de una franja burguesa– ya no son necesarios. Habrá nuevos cambios en el diseño comunicacional del 2017 y sólo una política audaz de aquellos relacionados esencialmente con el mercado interno podría generar una resistencia adecuada con otros parámetros. Pero se trata de guitarreros carentes de uñas.

Por estas horas, únicamente el movimiento obrero en sus variadas vertientes, está planteando en los ámbitos de la producción local la verdad de la milanesa. El empresariado que necesita vender sus realizaciones materiales o ideográficas en Avellaneda –por así decir- no cree tener relación con esas objeciones gremiales. Sigue con la cabeza en un brumoso e idealizado Miami, que opera como un fantasma ideal sobre un futuro ya derruído. Grandes obras, de enorme creatividad, diluídas estructuralmente por sus mismos creadores. Algo parecido a un jugador muy habilidoso, que emplea sus talentos… para concretar goles sobre su propio arco.

La no identificación de los intereses profundos que nos corresponden, que forman parte misma del ser que somos y seguimos siendo, implica una variante del suicidio. Vale esta consideración comunicacional como ejemplo de una larga historia que se prolonga hasta el presente de toda una faja del empresariado argentino.

  • Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.

Comentarios

comentarios

Visite también

LO QUE SE PUBLICA, LO QUE SALE AL AIRE

  Por GABRIEL FERNÁNDEZ *   El 18 de Octubre de 2005 la Red Voltaire ...