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Por LAUTARO FERNÁNDEZ ELEM *
La lucidez en la lectura y la claridad en su expresión son cualidades que han caracterizado a Cristina Fernandez de Kirchner durante sus dos mandatos y no dejan de hacerlo hasta el día de hoy. Con leves pero sonantes autocríticas, llevó su disertación apuntando tanto a militantes como a dirigentes e intentando mover algunos ejes que parecen encarnados en la discusión política actual, además de interesantes apuntes sobre la vida sindical.
Ante más de 200 delegados sindicales de la Asociación Trabajadores del Estado, la ex presidenta tuvo casi una hora de exposición. Durante la jornada no faltaron, los cánticos, los abrazos y las selfies con una gran cantidad de militantes sindicales que se acercaron hasta la sede de Carlos Calvo 1378.
Del encuentro participaron los referentes de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano, Manolo Sueiro como secretario adjunto y el resto de los integrantes del consejo directivo.
Fueron parte también distintos referentes de la Corriente Federal de Trabajadores, entre ellos Héctor “Gringo” Amichetti (Gráficos), Horacio Ghillini (SADOP), Walter Correa (Curtidores), Abel Furlán (UOM Zárate-Campana), Vanesa Siley (SITRAJU), Carlos Ortega (SECASFPI) y Víctor Carricarte (Farmacia), a quienes fueron dirigidos muchos saludos de parte tanto del anfitrión Catalano como de Cristina Kirchner.
“Vamos a hablar un poco de adónde y cómo ‘volver” introdujo la ex mandataria. Fue un mensaje esperanzador acerca de la alocución posterior y de frescura en el análisis de la coyuntura. Y es que como no se había dado en otras apariciones, la posición crítica y auto crítica del discurso militante tomada por Cristina en ATE fue la que condujo su exposición. “Hemos cometido errores. No supimos discutir, debatir. De repente al que te planteaba algo diferente le decías ‘gorila’ sin necesariamente teniendo que estar en ese lugar. Estas discusiones entre dirigentes sindicales y cuadros políticos es importante para que la terminología, el sentido común que se quiere crear sea construido desde la inteligencia, no desde la agresión”
Sin embargo, luego de esta salvedad, no es menos importante el señalamiento del eje sobre el que debe sostenerse el debate dado por los delegados y militantes de base. “La brecha es cuando algunos no pueden comer y otros tienen para hacer lo que se les cante. En esta brecha los que están del lado del hambre, de los que no llegan a fin de mes, del comercio que tuvo que cerrar porque se fundió, de la PyME que ya no se puede sostener y está a punto de echar a los trabajadores, de los científicos que ya no pueden tener el sueldo que tenían, esa es la verdadera brecha del país”. Respondiendo al sentido común instalado mediáticamente donde “se puso en la cabeza de la sociedad que la brecha era pensar diferente. Vos eras o no kirchnerista, peronista o antiperonista. Que estaba mal discutir. Que teníamos que pensar todos lo mismo”.
Una militancia –y una dirigencia- que discuta en los problemas del conjunto, y no los corporativos. “Hay que dejar de dispersar el discurso y enfocarse. Hoy hay hambre en la Argentina” enfatizaba Cristina. «Cómo puede ser que se quiera alentar los salarios 20% y la inflación esté llegando a 50%. Esos son los problemas que hay que discutir. No si el bloque tal o cual hace una cosa y otra”.
“Cuando se sobredimensionan los problemas políticos se está intentando destruir a la oposición. Se está dejando de lado el trabajo con la gente” enviando quizás un mensaje a la dirigencia política y sindical. La crisis de representatividad se provoca cuando se mira otra cosa y no los intereses de la gente” remarcó Cristina. Es la representatividad un valor central para la construcción y reconstrucción del campo nacional y popular. Este fue uno de los valores centrales apuntados en la fría tarde de Constitución. A su lado, la unidad. “La unidad de los trabajadores es un puntal para reconstruir el bloque nacional y popular. Hoy reclamar la reapertura de paritarias es clave en ese puntal de unidad” retomó la ex presidenta, que señaló en varias oportunidades la reivindicación paritaria. “Me dio mucha alegría ver en la Marcha Federal a compañeros de la CTA pero también de la CGT” decía mientras sonreía a aquellos dirigentes que ocupaban la primer fila del auditorio. “La unidad no se logra en ninguna mesa de rosca, se logra en la acción, en la calle”.
Final y valiosamente dijo como respuesta al difundido “vamos a volver”: “volver al 9 de diciembre, no. Porque se ve que faltaron cosas y se hicieron otras mal. Faltaron avances estructurales, que consagraran derechos que habían sido conquistados. Evidentemente el tema de la reforma de la justicia es un tema pendiente” señaló. “Necesitamos que el volver sea mejor a partir de estas discusiones y de la unidad”.
Una vez finalizado el acto central, Cristina Fernandez de Kirchner se dirigió a los militantes y vecinos que se ocupaban la calle. Un claro mensaje a los trabajadores fue lo más destacado quizás de toda la jornada.
“El sindicalismo debe tener un proyecto en el cual todos tengan el mismo objetivo. La política debe ser una sola cosa con lo sindical, no debe haber diferencias. Esto requiere mejorar estrategias y mayor madurez. Cuando cada dirigente vuelva a representar a la gente que confió en el va a ocupar su tiempo en organizar, construir y avanzar”
Todavía estamos lejos de agosto de 2017, sin embargo, no son pocos los que la ubican cerca de las listas. Su carisma, carácter y referencialidad política se refrendan en cada aparición. Hoy por hoy, los espacios políticos carecen de una direccionalidad clara en su desarrollo y son los trabajadores desde sus bases las que toman la posta y se convierten en ese puntal necesario para la unidad. “Hay que convococar a los dirigentes a su verdadera función: representar. Se debe tener la humildad de todos para dar todos los pasos al costado que sean necesarios.
No me desvela ningún lugar. Me desvela ayudar desde donde sea necesario a construir un frente que no solo devuelva la esperanza sino la libertad de elegir su vida a cada argentino.”
Esta y otras apariciones, los gestos y señales parlamentarias refuerzan lentamente que el discurrir de los acontecimientos, los logros o las derrotas de las reivindicaciones y la conducción de las bases encauzadas detrás de un programa político serán los condicionamientos que permitan, exijan o detengan la necesidad de que Cristina sea la referencia electoral en los años venideros.
* Sindical Federal / La Señal Medios
