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El ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay aseguró que el déficit del año próximo será casi un punto superior a lo que se había estimado. Su cartera está delineando el Presupuesto 2017.
Un sector justicialista anticipó que no bloqueará la votación si el presidente Mauricio Macri garantiza a los gobernadores distribución y ejecución real de partidas para obras de infraestructura frenadas desde hace varios meses.
El Gobierno no sólo necesita aire para remar el Presupuesto 2017 en los recintos, sino también algún guiño de las provincias para avanzar con la reforma en el Impuesto a las Ganancias, donde necesita su acuerdo porque son socias en la coparticipación de la recaudación.
Esto quedó evidenciado en el esfuerzo de ayer de Prat Gay en convencer a los ministros de Economía de cada provincia, reunidos en el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal, sobre la orientación general del Presupuesto 2017.
Hubo allí un reconocimiento oficial de algo que los analistas saben desde tiempo atrás: la meta de déficit fiscal para el año próximo no podrá recortarse tal como se había prometido a 3,3 puntos del producto, sino que tendrá como objetivo un 4,3.
Los motivos resultan de clara comprensión: la baja en el consumo popular derivó en una menor recaudación directa, en tanto los subsidios a las corporaciones privadas de servicios públicos persistieron. También se registran desajustes en rubros parciales.
Prat pidió a los funcionarios regionales que apuren los contratos de adhesión con el blanqueo nacional antes que venza el plazo de octubre para ingresar el dinero en efectivo. Muchas están atrasadas con ese trámite y el Gobierno cree que complican el proceso en general.
Entre los datos que Prat Gay le reveló a esos funcionarios, además de reconocer un déficit más alto para 2017, están algunas proyecciones ya conocidas como la inflación en 17% o el número extrañamente exacto que le puso al dólar para el próximo año: $17,92.
El ministro pidió a las provincias que la reforma al Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría, empleados en relación de dependencia, llegue al Congreso con aquiescencia previa; una suerte de coparticipación a la que les pide que adhieran ya que todas deberán ceder fondos de la baja de Ganancias sobre los salarios.
En el mismo acto el ministro les confirmó que esa reforma viene con un cambio de base en la famosa escala de Ganancias, es decir, que se da marcha a atrás con la ley que había promovido José Luis Machinea en diciembre de 1999.
GF / Agencias / LSM
