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La noticia se conoció en las últimas horas: La Newspaper Association of America (Asociación de Diarios de Estados Unidos), la principal asociación de periódicos del país desde 1887, quitará esta semana la palabra “newspaper” de su nombre.
¿Este es el comienzo del fin de los medios gráficos? En Terapia de Grupo de la Señal Medios convocaron a Armando Vidal, un histórico referente del periodismo parlamentario argentino, quién expresó: «La juventud se maneja con mayor facilidad en las redes y tienen otra mirada con la información. La lectura del diario les impone un paralelismo con lo que fue para nosotros los libros de historia. Hoy los diarios se miran desde arriba. Existen otras inquietudes, y eso quita lectores».
Consultado por Gabriel Fernández, Vidal planteó que la línea editorial de las empresas la sigue dictando la prensa gráfica: «Lo que está claro es que en nuestro país la importancia de los medios gráficos es gravitante. Tanto para los medios audiovisuales de las mismas empresas como para la orientación de una radio o canal de televisión de algún lugar del país. Sostener sus títulos como única verdad impresa, y que viene desde Buenos Aires. Es una mirada general del país con un interés único y excluyente»
¿Con las nuevas tecnologías, se cambia placer por inmediatez? Para Armando Vidal «Mirar la pantalla es un esfuerzo. Una obligación, no un placer. La mirada es incómoda. Si te pasas mucho rato, el cuerpo pasa factura. Yo trabajo mucho con la computadora. En cambio el diario es un rato placentero».
La charla llevó hacia otro tema: el periodismo de guerra. Vidal, histórico de Clarín, explicó: «el diario en el cual trabajé no es el mismo aunque mantenga la marca. Yo trabajé en uno que tenía posibilidades de llegar hacia la gente. Ahora están alineados en una dirección y continúan allí más allá del éxito obtenido en el apoyo a Mauricio Macri».
Para Vidal «el periodismo independiente no se corresponde con la verdad, pero identifica a la misma con los medios tradicionales»; y argumentó: «Este alineamiento es tan poderoso, centralista y porteño sobre el conjunto de la nación que se impone desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego. No es una mirada nacional, sino portuaria. Por eso, un diario como Clarín excede un alineamiento particular contra Cristina en la propia limitación que debería tener en ese plano».
Finalmente, Armando Vidal nos dejó una confesión: «el 24 de febrero pasado, en homenaje a los setenta años del triunfo peronista, dejé de comprar Clarín y comencé a leer Página 12. Pero fijate cuanto cuesta instalar un medio popular en nuestro país, porque comparto la mirada política, pero me falta todo lo demás que ofrece un diario. Clarín – además de su mirada política – tiene otras secciones donde la política no es ajena, como Deportes. Yo necesito leer de fútbol porque soy un amante y me apasiona. Pagina 12 no me lo ofrece. Un diario nacional y popular debe tener todos los ingredientes que hacen a esa identidad»
CA/GF/RG
