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Son días intensos y ajetreados en el mundo sindical. Las políticas antipopulares del gobierno de Mauricio Macri y la reunificación de la CGT planificada para el próximo 22 de agosto ha revitalizado la vida del sector. Hay dos grandes ejes en la agenda del movimiento obrero en los meses que corren. Por un lado cómo evitar el avance de las medidas del macrismo y por otro cómo será la reunificación de la CGT, bajo qué ideas y programa y cómo será el nuevo equilibrio de poder dentro de la reunificada central de trabajadores.
En diálogo con Sindical Federal, Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Político Sindical Federal, analizó estos temas. Dio su visión sobre los lineamientos básicos y la postura para encarar la unificación del movimiento obrero, con la necesidad de incluir en la nueva conducción a las delegaciones regionales. También explicó cuáles deberían ser la columna vertebral de un proyecto planteado desde los trabajadores con un marcado acento en la producción nacional, en la protección del mercado interno, en un Estado con un rol activo, defender la soberanía evitando el endeudamiento externo y con una defensa férrea de los sistemas solidarios tanto previsional como de salud.
La entrevista comenzó con una pregunta referida a un importante y enriquecedor plenario que se hizo el 1 de julio en la sede de APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) en donde se homenajeó a Juan Domingo Perón, pero sobre todo donde escucharon los planteos y experiencias de referentes de delegaciones regionales de la CGT. El planteo de esa noche fue “unidad con un programa y con participación de las regionales”.
¿Qué conclusiones saca del plenario que se hizo en APLA?
Fue la posibilidad de reunirnos en la fecha que conmemoraba el aniversario de la muerte de Perón, pero a su vez queríamos darle el sentido de cuál es el compromiso que tenemos hoy las organizaciones sindicales que conformamos este espacio con relación a la situación que estamos viviendo, con el proceso de unidad que se está dando en la CGT y fundamentalmente con una participación muy activa y determinante de los compañeros del interior, de delegaciones regionales, que fue muy importante que hayan estado presentes. El encuentro fue muy participativo, muy rico en intercambio de opiniones, el relato de lo que está pasando en el interior. Ratificamos que el rumbo que le estamos dando a nuestro espacio sindical es correcto. Es muy necesario abrir paso al protagonismo de las delegaciones regionales de la CGT y es imprescindible que el proceso de unidad que estamos encaminando sea en base a la cuestión programática. Esos dos ejes quedaron muy reafirmados.
¿Cuáles serían los lineamientos de ese programa que se plantea en la Corriente Político Sindical Federal?
El programa tiene que contar con cuestiones esenciales respecto al trabajo. La CGT debe tener una postura en defensa de la industria nacional, del mercado interno, que eso lleva a la defensa del poder adquisitivo de los salarios. Por otro lado tenemos que tener una postura muy definida en cuanto al rol del Estado dentro de un proyecto de país. Por ejemplo cuando se producen despidos en el Estado no es simplemente la pérdida de los puestos de trabajo, estamos retirando al Estado del rol de intervención que debe tener en la economía, en los programas sociales y educativos. Defendemos de los programas históricos del movimiento obrero un rol activo, un Estado interviniendo para neutralizar la acción destructiva del mercado con relación a los derechos laborales y al propio trabajo. También la defensa de un sistema previsional que tiene que ser estatal y plenamente solidario. Tenemos que tener en ese programa un defensa muy firme del sistema solidario de salud. Si bien avanzamos mucho en la etapa del Gobierno anterior no pudimos revertir el negocio con la salud, debilitando al sistema solidario. Hay un sistema que creamos los trabajadores que es absolutamente solidarios y no puede estar compitiendo con un sistema manejado por el negocio de la salud. La CGT también tendría que tener como uno de los puntos principales la defensa de la soberanía a través de no volver a caer nuevamente en el endeudamiento externo. Es un programa que tiene que servir para reconstruir las fuerzas políticas del pueblo que va a tener que confrontar con un proyecto de país que está en marcha que es absolutamente opuesto a estos ejes programáticos.
¿Piensa que el resto de las vertientes del movimiento obrero que participan de la reunificación de la CGT están dispuestos a acompañar este planteo?
Hay distintas visiones de la dirigencia sindical con algunas coincidimos masomenos y con otras no coincidimos. Hay compañeros que entienden que la unidad debe ser entre sectores del movimiento sindical y de la posición de estar todos juntos debemos tratar de sacar lo que más se pueda en una etapa que no es favorable para los trabajadores. Algunos compañeros no le dan la importancia a la idea de un programa como tenemos nosotros porque entienden que cada momento e instancia de negociación en el avance hacia recuperar mejores condiciones. Tenemos que tener en claro porque pelea el movimiento obrero, que sea para luchar por un país distinto al que se está conformando en estos tiempos a través del proyecto de este Gobierno. Es una lucha de poder en la que no podemos estar expuestos en cada coyuntura a negociaciones tire y afloje con este proyecto de Gobierno. El hecho de tener una cuestión programática marca un norte, un horizonte hacia donde vamos y pone las bases para una reconstrucción política donde los trabajadores son parte esencial. Las transformaciones en la historia se vieron con un movimiento fuerte, movilizado. Las épocas más duras de la resistencia tuvieron un movimiento obrero que marcaba que había que transformar de raíz las estructuras. Esas resistencias sirvieron para que le torcieran el brazo a dictaduras, recuperar democracias. Siempre convivieron las dos visiones sindicales como por ejemplo aquel congreso donde nace la CGT de los Argentinos, había visiones sindicales distintas. Había sectores que planteaban que se podía tener alguna línea de negociación con el Gobierno de Onganía y otros que no, que entendían que para defender los derechos de los trabajadores había que confrontar con ese proyecto. Desde el sector que integramos consideramos de que el proyecto que está llevando adelante este Gobierno no tiene ninguna posibilidad de concederle a los trabajadores sus derechos. Al contrario, va a seguir afectando esos derechos. Por eso planteamos que se levante un programa político con un proyecto de país que nos ha dado respuestas a las mayorías y que no tengamos duda que con este Gobierno no hay otro escenario que el de la confrontación.
¿En la nueva configuración de la CGT deben tener mayor presencia las delegaciones regionales?
Absolutamente. Las regionales tienen la posibilidad de unirse, de saldar diferencias entre los gremios que acá parecen insalvables y lo están demostrando ahora. Tienen posturas muy claras y definidas frente a los efectos que está teniendo la política del Gobierno. Me parece necesario que la CGT tome esta realidad y oriente y unifique esas luchas y para lograr eso tiene que tener las voz de las regionales expresadas en la condución nacional. O hay indiferencia total, no hay comunicación con las regionales o cada gremio se mueve en relación a la regional de su gremio. No es tomada en cuenta esa realidad que ocurre en Rosario, Córdoba, La Rioja y en los distintos lugares. Ha llegado el momento que para que una CGT sea fuerte tiene que tener una visión muy clara de lo que va pasando en el interior. Tiene que reflejarse en que tengan voz y voto en la CGT central.
¿Cómo se va conformando este espacio para lo que será la disputan en la conformación final de la CGT?
Nosotros levantamos la unidad, que significa con todos. Lo que ponemos en discusión es el contenido de esa unidad, cómo se logra. Si hay compañeros que entienden que se logra por el acuerdo de tres estructuras, como son las tres CGT, cometen un error. Hay una parte que no se mira desde esa óptica. La única manera de saldar eso es en base a que nos unimos, la idea programática. Y contemplar las realidades del interior significa escuchar esas otras voces. Vemos que en el interior no está la diferencia entre CGT`s e incluso con la CTA nos marca otra realidad. Queremos una conducción que exprese esa realidad, que se una construcción colectiva, que no esté basada en los personalismos y que estemos unidos a un programa. Un plan de acción de acción que sea contundente respecto a cómo encaramos esta etapa y los ejes en los cuales todos coincidimos. Esperemos que esa discusión se pueda ir dando, que podamos llegar a esa unidad con la mayor amplitud posible. La unidad tiene que ser construida con contenido, si no no tiene sentido.
ENTREVISTA POR LAUTARO FERNÁNDEZ ELEM, GABRIEL FERNÁNDEZ, JULIAN CHAMES Y LEONARDO MARTÍN.
TEXTO: LEONARDO MARTÍN
