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Por JOSÉ LUIS PONSICO *
El viejo aforismo «El pez por su boca muerte» lo padeció Diego Maradona hace unos días cuando calificó a Lionel Messi «carente de personalidad», charla con el mìtico «Pelé», al que el propio Diego futigo durante una década.
Curiosamente, hace algo más de 35 años el mismo Maradona vivió algo parecido -como «damnificado»- por exabrupto del mayor ídolo de nuestro fútbol, a fines de 1980. Hugo Gatti, «1» de Boca, en Mendoza -amistoso mediante-preguntado sobre «el genio de Villa Fiorito», lo tildó de «Gordito».
La cosa fue más o menos así. Diego Maradona había jugado gran partido en el triunfo de Argentinos Jrs. a Boca en «»La Bombonera» 4-3, primera rueda por el Nacional del´80. Gatti al diario «Los Andes», noviembre del´80 dijo «Gordito»
Por entonces, se conoció otra genialidad de Diego, en el viejo <cajón< de La Paternal. Recibió de espaldas al arco, 50 metros de Carlos Rodríguez, «1» de San Lorenzo, Mar del Plata y tras giro completo, tarde que debutó Pedro Pablo Pasculli, la puso por arriba. Un 6-0.Tres de Maradona y tres de Pasculli.
¿ Qué pasó con Hugo Gatti, entonces gran ídolo popular, «1» de Boca y célebre futbolista «mediático», plena dictadura militar ? El amistoso en Mendoza, Boca jugó entre semana. El partido terminó dos a uno para el <xeneize<.
En la previa, hotel céntrico, un periodista mendocino diario «Los Andes» que pregunta por «el prodigio» de Argentinos Jrs. «Ese número 10 parece un malabarista, un prestidigitador», sus dichos. Testigos: cinco escribas y dos reporteros gráficos. No más
«¿Maradona? Un <Gordito<, habrá que ver si llega», o algo parecido. La suerte que lo acompañó en un cuarto de siglo, no estuvo de su lado. Era miércoles. Al día siguiente la nota periodística en medio mendocino, la reprodujo «La Razón», de 600 mil ejemplares de venta diaria
Apenas unas 48 horas previo al partido Argentinos Jrs-Boca, segunda rueda, en el «Viejo Fortín» de Vélez, Liniers. Noviembre del´80. Cancha llena.
Argentinos Jrs. ganó 5 a 3 cuatro goles de Diego Armando, el primero desde posición inverosímil, desde la derecha «córner corto» hubiera relatado el «Maestro» en 1960, cuando nació el genio de Villa Fiorito.
Antes, Maradona había convertido un penal -empate uno a uno- con el pié izquierdo abierto, cuando Hugo Gatti esperaba el zurdazo fuerte, cruzado a su palo izquierdo. Diego, suave, palo derecho.
Luego, uno de «sombrerito» al «1» de Boca, pase de Pedro Pasculli situado como mediocampista por izquierda y Maradona, punta punta por el callejón del «8», en roles invertidos.
El cuarto de Maradona y quinto de Argentinos Jrs. otro tiro libre. Insólito por el intento de Boca, pedido de Gatti, paró un hombre propio al lado del palo derecho. El «Chueco» Abel Alves
Gatti debutó en Primera, Atlanta´62, tenía 17 años; jugó hasta 1988 Boca, gol «raro» de Silvano Maciel, la «Fiera» goleador de Deportivo Armenio. No imaginó los cuatro de Diego ni su propio final en el´88
El «1» salió tarde, 43 años de edad, hizo que el DT «Pato» Omar Pastoriza, compañeros antes selección mundialista del´66, por entonces técnico de Boca, optara por Carlos Fernando Navarro Montoya. En adelante.
Gatti solamente había sufrido una lesión, rotura de ligamento, rodilla contra Alemania Occidental, en «La Bombonera» -1-3, invierno del´77- pero no tuvo la misma suerte hacia fines del´80. Llevaba casi veinte años en Primera.
El partido 4 a 2 para los de La Paternal, hubo otro tiro libre, dirección recta. Posición del «10». Iba otro especialista, un diestro. Silvano Espíndola.
Gatti puso a Abel Alves en el palo derecho. Por las dudas. Maradona se «avivó», mandó a su compañero Carlos «Pinza» Vidal, «8» de Argentinos Jrs. se parara adelante del arquero. Quedaron todos habilitados.
Diego, a partir de entonces «genio de Villa Fiorito», mandó un zurdazo»combado» al otro palo con Gatti «tapado» por Vidal y con Alves del otro lado, <habilitando<. Era el 5 a 2 y delirio en Villa Luro.
Gatti pensó en el momento <lo inconveniente del viaje a Mendoza< cuatro días antes. Por parte de Maradona, allegados desde aquel momento, un «Dios griego», cada vez que jugaba Argentinos Jrs lo paseaban en Taunus Negro.
Salían de La Paternal con «Niño prodigio» sentado en un costado, lugar del acompañante, saludando. Marcha lenta, calle Gavilán desde Villa Devoto a La Paternal, estilo <visita del Papa< a países signados por pobreza.
Lionel Messi jugó media hora e hizo tres goles, uno maravilloso de tiro libre y en el quinto de la selección, metió un cambio «a lo Diego» de 35 metros para la entrada de Marcos Rojo por atrás de toda la defensa de Panamá.
El lateral la bajó para Sergio Agüero y llegó el quinto. También se repitió la moraleja después de 35 años: los ídolos deben tener cuidado para no caer en exabruptos que luego se pagan caro.
- Periodista Agencia Télam / La Señal Medios / La Señal Fútbol.
