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jueves , marzo 28 2024
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No te entregues al silencio

Por KARINA SCHAJRIS*
(Dedicado a mis sobrinas, a los jovenes argentinos y en especial a mi amiga Gabriela Sisco)
Abro los ojos, son las siete de la mañana en Buenos Aires. Tengo que levantarme para ir al colegio. Hace frio y me gustaría quedarme más tiempo en la cama pero no se puede, hay que ir a estudiar aunque no me guste ir a la escuela. Hoy tenemos gimnasia, cierto! Para qué voy a ir a hacer gimnasia con esa deforme que me quiere deformar? Para qué voy a ir a escuchar Instrucción Cívica si me dicen tonterías todo el tiempo? Quién no sabe que hay que bañarse todos los días? La profesora nos enseña eso y dice que no podemos oler mal por los demás, por no agredir con mal olor a los demás. Para qué tengo que ir a escuchar las lecciones de historia que estudiamos de memoria con el libro de Ibañez? Ayer le pregunté a la profesora Rodriguez de Milito cuando vamos a hablar de Peron y de Rosas, sabés qué me dijo? Sabés que me respondió? “Alumna va ya mismo a la Dirección y le cuenta de su insubordinación a la Sra Directora! Habrase visto, lo que usted escucha en su casa no tiene por qué transmitirlo aquí a sus compañeras” Si, yo era la extraña a la que mis compañeras miraban como a un bicho raro. La culpa no era mia, era de la tipa esa. Qué insubordinación? Qué dije de malo? Siempre es igual, siempre a la Dirección. Le conté a mi papá y él me dijo que sea como sea voy a tener que terminar el secundario aunque vaya con bastón, es decir aunque tenga noventa años. No me veo sacrificándome así toda la vida. No hay manera de no ir. Ya falté toda la semana pasada, bueno.. una semana entera no porque el viernes fui. Mi viejo me esperaba para hablar conmigo muy seriamente. Mi hermano me recibió antes de que entrara a casa con esos ataques de risa que suelen agarrarle cuando me mando alguna macana. Me dijo: “Qué hiciste? No fuiste al colegio en toda la semana? Hay bronca con vos, están muy enojados porque llamó tu preceptora para decir que no fuiste ni un día” No hubo caso, no me creyó que el viernes había ido. Liceo Número 1, tercero primera turno mañana. A cantar “Aurora” en el patio congelándonos hasta que aparezca la vieja para darnos los buenos días junto a La Pantera Rosa (la llamamos así a la preceptora porque usa delantal de ese color). Qué frio hace! Me pregunto para qué tengo que cantar “Aurora” a las ocho de la mañana en un patio congelante. Voy a tomar el 12 que me deja en M.T de Alvear porque no da para ir caminando hoy. El colectivero está escuchando Radio Rivadavia. Ya son las siete y media. “El rotativo del aire”. Dicen que están buscando a gente “prófuga” y hacen un llamado a la población. También cuentan de un enfrentamiento armado. Cuántos enfrentamientos armados hay por día? No es medio raro? Nadie piensa que esto es raro? Por la ventanilla veo a los que van en Falcon verde. Tienen un aspecto siniestro, no puedo mirarlos mucho porque me dijo un amigo de mi hermano que si los miro puedo desaparecer. A veces igualmente los miro de reojo. Usan anteojos oscuros a cualquier hora del día y andan en esos autos verdes o blancos, siempre Falcon. La primera vez que los vi me dio una impresión horrible, después supe que eran parecidos a los cuervos, lo que me llama la atención ya no es su aspecto sino el encontrarlos por todas partes. El mismo auto y los mismos tipos en los mismos lugares por donde yo voy ? No puede ser ser.. Me están siguiendo? Yo no los miré más que de reojo!. No se puede mirar a nadie a la cara si no es amigo o familiar. No se puede hablar de nada y mucho menos de historia. Pero a mi no me importa. Cómo no puedo preguntarle a la profesora por el General Peron? Y no.. no le puedo preguntar más por nadie. Hay que callarse. No viste el cartel que hay en el obelisco? Dice “El silencio es salud” Nunca imagine que el silencio era salud.. para mi el silencio es tortura. En la escuela nos revisan al entrar, nos miran las uñas, nos observan como si fuésemos unos bichos asquerosos. También nos abren la cartera o nos dan vuelta todos los útiles. Qué creen que podemos llevar? “Súbase la vincha y póngase bien esas medias, quiere?”… A las doce y cuarto me las tomo, voy caminando hasta casa otra vez. Uhhh mira ahí viene ese que habla raro. Un día le pregunté de donde era y me dijo que es tano y que también vivió en Inglaterra. Qué lindo debe ser conocer esos países! Siempre me pide cigarrillos, sabe que los llevo en el bolsillo porque se transparenta la marquilla a través del delantal. Lo conocí un día cuando iba cruzando la calle y él venía por la mano contraria. Me miró y me preguntó “Tienes un cigarro?” Y yo le di, como no convidar un cigarrillo? Sabes lo que es tener ganas de fumar y no tener un faso ni guita para comprarlo? Paré en medio de la calle cuando ya se estaban por largar los autos porque el semáforo estaba en amarillo! Qué locos! Mi amiga Sipi siempre me dice que basta, que no me pare más a hablar con él cuando voy con ella porque no le gusta. Este flaco se llama Luca, que lindo nombre. El no, el no es lindo, siempre está arrastrando las palabras y a veces no le entiendo nada. Parece borracho. Lo que tiene es que es un tipo simpático. Me contó también que es músico y que vino a Argentina para escaparse de las drogas. Yo le conté que las quiero probar. Me gustaría saber cómo son. Nos sentamos un ratito en la puerta de Lázaro Costa para charlar un poco y compartir un pucho. Si, la puerta de la funeraria esa de Callao y Santa Fe. Vamos a ir con mi amiga Gabriela a ver libros a “La casona de Ivan Grondona”. Sabes que era un actor famoso? Yo lo vi hace muchísimos años, cuando Rosario me hacía mirar telenovelas con ella. Trabajó en varias. Bueno, ya no trabaja más pero tiene una librería donde conseguís libros que dicen que están prohibidos. A nosotras nos encanta meternos en donde hay cosas prohibidas, libros fundamentalmente. Creo que si alguna vez intentase describir como son nuestras caras cuando nos metemos en las librerías, no podría hacerlo. Es como la cara que puede poner un goloso en medio de un parque de diversiones hecho de golosinas. Nos brillan los ojos, se nos queda pintada una sonrisa de “feliz cumpleaños” en la cara. Y entonces Gabriela empieza a hablarme bajito, como susurrando y con un acento que parece de la provincia aunque ella es también de esta capital. Nunca le pregunté por qué me habla así. Y me dice: “ Mirá este libro! Pablo Neruda!” y yo la miro y le pregunto “Es bueno?” Nos vamos con tres libritos de los que venden en la parte de usados. Ya es de noche, nos metemos en el cine con nuestra amiga en común, Dolores. Están dando una peli extraña que se trata de la vida de la hija del escritor Victor Hugo. El final es mudo. Nos quedamos petrificadas con ese final maravilloso. La protagonista es hermosa, se llama Isabel Adjani. De repente no se cómo ni por qué estamos adentro de un auto de la policía junto con unos travestis y unas putas. Bueno, si, son más de las diez de la noche y no se puede andar por la calle de noche. Como dice el viejo de Gabriela “la noche es perniciosa” Qué cuernos será “pernicioso”? Voy a upa de Dolores o de Gabriela? No puedo ver a upa de quien estoy. Gabriela me dice que no me queje que nos pueden matar. Una de las dos lleva “La razón de mi vida”. No sabe cómo hacer para tirarlo, si encuentran ese libro no vamos a volver a casa, no vamos a estar vivas, otra vez “desaparecer”. Yo soy la primera de las tres a la que le vacían la cartera, tenemos mucho miedo. Solo pienso en mi casa, en mis viejos, en el susto de mi papá y en su problema de corazón. Tengo miedo a esta gente y tengo miedo de que hagan que mi papá se muera. Les pido por favor que no llamen a mi casa, los tipos se ríen dicen que me van a violar. Para qué tengo vaselina en la cartera y tantas porquerías? Eso me pregunta. Yo no entiendo para qué se usa la vaselina, Sipi me dijo que era para dar brillo a los labios y era más barata y efectiva que un lápiz. Dice que porque uso vaselina me van a violar. El tipo me roba todo, es en la comisaría 5ta, un gordo asqueroso se queda con todas mis cosas y deja mi cartera vacía. Dice que todo lo que tengo se lo va a regalar a la hija. Me hacen arrodillar en el piso y rogar, suplicar. Llama a otros dos y me dice que cuando él de la orden van a empezar a hacer de mi lo que quieran. Yo no paro de llorar, tengo catorce años y estoy viviendo esta pesadilla. Cuántas pibas de mi edad estarán viviendo esta pesadilla y pesadillas peores con estas personas de mierda? Cuántas estarán viviendo asi en este mismo momento. Mis amigas no están conmigo, a ellas las dejaron en un pasillo, a mi me metieron en un cuarto. No recuerdo si es Dolo la que lleva el libro de Eva o Gabi, se que por suerte cuando una de ellas vacío su cartera, como le encontraron porquerías como a mi, desistieron de mirar la cartera donde va el libro. Después de mucho rato de estar ahí, dicen que nos van a largar. El hijo de puta del gordo se rie de nosotras pero mas que nada se rie de mi miedo. No me hicieron nada más que jugar con mi pánico, tengo que agradecerles? Vamos a la puerta pero no dan la orden de dejarnos ir, nos hacen volver a entrar. Dios mio..ayudanos. Al final el sorete ese da la orden de que nos dejen salir. Nunca en mi vida corri tanto, nunca en mi vida había sentido ese miedo horrible que me hacía doler el pecho como si se estuviera por salir de mi cuerpo. Creo que no corrí, creo que al final iba sola, me parece que volé desde la 5ta hasta casa. Siempre digo que me gustaría ser una persona más fría, que no se interese por nada ni por nadie, porque no quiero sufrir. Me gustaría ser como mis compañeras de colegio que no leen ni piensan en nada, que sueñan con ser profesoras o doctoras o veterinarias. Me gustaría pensar en casarme y tener muchos hijitos y no imaginar nada de todo lo que imagino. Sabes por qué? Porque pienso que la vida así deberá ser mucho más fácil. El problema es que me parece que no se puede volver a atrás… Creo que es como una puerta, una vez que la abrís se abren otras miles y millones de puertas pero nunca más podes volver a donde saliste. Bueno.. eso…. Cuando afuera veo los carteles, los hombres de negro, escucho los comunicados que dan los milicos por la tele, cuando en el cole no puedo preguntar ni decir ni estudiar lo que a mi me interesa, yo pienso que lo único que salva a mi cabeza de todas esas cosas es leer y escribir. Si, la literatura me salva.
* Escritora y periodista argentina radicada en Malta / La Señal Medios

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