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Por Gabriel Fernández* y Lucas Molinari **
Cuando la realidad es potente, los intentos de invisibilización naufragan. Cuando las causas justas están acompañadas por la necesidad, cobran vigor. La actividad convocada este jueves 21 de enero en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense evidenció la realidad, canalizó las esperanzas, contribuyó a detonar un proceso reorganizativo que marcha aceleradamente. El movimiento obrero argentino, de pie, se reunió y habló.
El encuentro contó con la presencia de numerosos militantes de los más variados sindicatos, desde Televisión hasta UOCRA, de la UOM a Curtidores, de Judiciales a docentes, desde gremialistas agrarios hasta estatales diversos. ¡El sindicato de paseadores de perros! Representantes de medios de comunicación en conflicto. Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata. Por supuesto, la Lista Verde de los Gráficos. Durante la jornada, el peronismo realizó en la misma sede histórica de la CGT de los Argentinos, una amplia afiliación al Partido Justicialista que colmó la Avenida Paseo Colón hacia el Pasaje San Lorenzo, en la Ciudad de Buenos Aires.
Entre las palabras más enjundiosas y profundas cabe destacar los discursos del secretario general adjunto de la FGB Héctor Amichetti y del titular de la Agrupación Néstor Kirchner, Guillermo Moreno. Todo arrancó con las palabras de la compañera Susana y la evocación de Evita, de Perón y la reivindicación del gobierno nacional popular que hasta hace un mes orientó los destinos del país. Se dieron a conocer numerosas adhesiones. Entre ellas la de Radio Gráfica FM 89.3 y la de La Señal Medios.
Amichetti recordó los programas del movimiento obrero de Huerta Grande, La Falda y la CGT de los Argentinos. “Este local fue una trinchera de lucha y de resistencia contra este mismo régimen que hoy está en el gobierno, y va a volver a ser trinchera de resistencia si este gobierno, aunque sea democrático, pasa los límites del respeto a las mayorías populares”.
El dirigente gráfico puso como ejemplo del “peronismo en el gobierno” la figura de Guillermo Moreno, por su respaldo a la industria editorial argentina. El gobierno de Macri, planteó, “dio vuelta la taba, quitó las resoluciones que había firmado el gobierno nacional y popular, abrió la importación de libros el día 6 de enero para que cuatro editoriales se llenen de plata imprimiendo fuera del país y setenta mil trabajadores de estos gremios estemos condenados nuevamente a la desocupación”.
Explicó que “eso es traspasar los límites de un gobierno democrático, es ir a favor de una minoría oligárquica y es perjudicar a las mayorías populares. Por eso, en ese momento y en esas decisiones pierde el respeto del pueblo y tenemos derecho a rebelarnos compañeros”. Este segmento fue acompañado por grandes aplausos y el cántico “Vamos a volver” entonado por la nutrida y acalorada concurrencia. Aclaró Amichetti que ese retorno será con firmeza, movilización, pero a través del voto.
Luego reflexionó sobre la “gobernabilidad” y expresó que “cuando es respetada en base a perjudicar a la mayoría del pueblo es una gobernabilidad que termina aplastándonos a nosotros, compañeros. Aquellos que dicen ´que el gobierno tenga éxito, mejor para nosotros…´ Si el gobierno tiene éxito nos jodemos todos compañeros”.
Finalmente el gringo Amichetti citó a Eva Perón “que decía: ellos pueden tener todo el poder, pueden tener todas las riquezas, pero no tienen fanatismo, porque no tienen corazón. Esa es la diferencia que tenemos nosotros. Vamos a ganar, vamos a recuperar los votos, vamos a recuperar el Gobierno, con los fanáticos compañeros”.
Por su parte Guillermo Moreno describió que “los peronistas somos mansos y tranquilos”, pero “depende del límite de las situaciones que nos impongan”. Advirtió entonces que “no se metan en la interna del Partido, el peronismo va a elegir entre algún muchacho que acompañe a Macri a revolver el guiso o a un compañero que diga con las masas, esto no pasa”. Por eso enfatizó “no intervengan el PJ”.
Estimó que quienes deben encarar los primeros pasos para avanzar “somos los cuadros políticos, las instituciones como este gremio, que son de larga data, que saben moverse”. Pero luego ya será más amplia la participación. Cuando el pueblo empiece a cansarse, “sale el movimiento obrero organizado. Pero para que se mueva el movimiento obrero organizado hay que tener una política que vaya en esa dirección, porque si no, se desordena”
Reflexionó que “por eso es tan importante para ellos la interna del peronismo. Por eso se llenaban la boca con Massa diciendo soy presidente del partido, después senador y después presidente. Claro –enfatizó- una cosa es que no tuviera rivales del otro lado y otra que le empezáramos a marchar la cancha. Cuando marcamos la cancha se ve que Massa no es un muchacho al cual se le caen las ideas, no le sobran grandes ideas”.
Por eso puso de relieve la importancia del movimiento obrero, de su rol en el peronismo y en el país. En un final a toda orquesta señaló que lo sabemos y lo confirmamos “los días más felices han sido, son y serán peronistas”.
En ese marco las participaciones de Jose Luis Casares, de la Mesa Político Sindical del Proyecto Nacional y de Guillermo Martini, de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CanPo) recibieron un respaldo equivalente. Las definiciones sobre la necesidad de hilvanar política y gremialismo, así como de disponer un plan económico que contenga al conjunto de las fuerzas productivas, brindaron otros contenidos al evento.
Llamó la atención el entusiasmo. La convicción de sentirse mayoría. No resulta tan lógico que esto suceda en vertientes opositoras apenas a un mes largo de la asunción del nuevo gobierno. Parece existir una percepción firme dentro de la militancia sindical sobre una rápida recuperación del protagonismo a pesar de la andanada mediática que difunde y justifica todo lo que hace el gobierno neoliberal.
Y por lo bajo, fueron varios los comentarios que refrendaban esa sensación. Varios sindicalistas nos indicaron la trascendencia de la reunión sostenida esta semana entre el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, así como los encuentros de la Corriente Político Sindical Federal. También se destacó el acuerdo del citado docente con el metalúrgico Antonio Caló para combatir “el intento de disciplinamiento de los sindicatos”.
Estos comentarios de pasillo fueron coronados por la observación de un histórico militante gráfico que, mientras se escuchaba el atronador “Volveremos”, nos decía “En realidad nunca nos fuimos. Por eso acá estamos, y seguimos”. El acto realizado en la FGB resultó una advertencia para el gobierno del Ajuste, pero también un serio llamado al interior del campo nacional y popular: está la decisión de luchar con energía.
GF / LM / LSM / RG
