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Así lo declaró el filósofo y politólogo Atilio Borón en comunicación con La Señal. Entrevistado por Gabriel Fernández, Borón planteó que “el Unasur está en grave riesgo“, ya que “Argentina y Venezuela eran los puntales, los ejes son Buenos Aires y Caracas. Dilma tiene un frente interno fuertísimo y como dijo Rafael Correa, Unasur ha perdido fuerza. Primero por la pérdida de Néstor Kirchner, luego de Hugo Chávez. Es difícil que Unasur retome el protagonismo anterior. Lo claro es que desde Estados Unidos le han dicho a Macri qué decir sobre Venezuela y la Revolución Bolivariana”.
Inmerso en la coyuntura nacional, Atilio Borón indicó que el macrismo “tiene ánimo refundacional. Están dispuestos a arrasar con todo sin intención alguna de dar cuenta de la Constitución o las leyes. Quieren hacer todas las tareas sucias y sentar bases antes del comienzo del período de sesiones pisoteando todas las normas legales. Estamos viviendo un proceso muy complicado, camino a un régimen autoritario; Democrático tan sólo en las formas externas”.
Consultado sobre si hay futuro para un gobierno que en veinte días recurrió a innumerables Decretos de Necesidad y Urgencia, Borón planteó: “Es un régimen que está generando una tensión social muy grande con fuerzas de seguridad dispuestas a reprimir sin miramientos, con apoyo externo impresionante. Una combinación de represión muy fuerte y lubricar el conflicto social con políticas que atenúen las mismas con concesiones económicas. Hay que pensar en una batalla corta, no en una batalla prolongada. Esta gente tiene mucho apoyo en los círculos de la economía mundial”.
Finalmente, el reconocido politólogo, dio cuenta de las razones de la derrota del FPV en las elecciones del 22 de noviembre pasado: “Se encaró mal la campaña. No se hacen más campañas negativas como lo hizo el FPV. Desgraciadamente no fui escuchado, como otros. Los cambios no se hicieron y la consecuencia está a la vista. El internismo fue grave. Dos actos de cierre de campaña, uno con Axel Kicilof y otro con Daniel Scioli. Eso es una convocatoria al desastre. Ahora tripas corazón y aguantar la embestida y confiar en la capacidad de reacción del pueblo argentino ante estos ataques a la constitucionalidad y leyes de la república”.
