La Señal Medios Sentir, pensar, actuar
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Por Gabriel Fernández *
La tristeza es el sentimiento natural tras una pérdida o una derrota. Es preciso dejar de lado aquellos que siempre, en cualquier circunstancia , señalan “al mal tiempo bueno cara”.
Hay un tiempo para todo. La tristeza es parte de la vida. Si se extiende, si se cronifica, connota injustificable queja. Pero si no se brinda plena cuando la mano viene fulera, la negación opaca el entendimiento.
La razón llega tras la tristeza. A veces simultánea-. (Me duele la cabeza, hace varios días. No tengo jaqueca, me duele la cabeza. Bebo y me duele, tomo ibuprofeno y me duele. Lo peor es que la preocupación futura, por nuestros pibes, es tan densa, que no me importa ese dolor.)
Nunca hay que dejar de hacer el amor. Al mismo tiempo, es preciso precaverse del odio. El odio es digno, firme. Resulta pertinente, en ciertas instancias, recurrir al desprecio. Un sentir borroso, sucio, que identifica a los adversarios menores.
Nos salva el amor, y la creación en nuestra labor cotidiana. Carece de sentido lanzar frases hechas esperanzadas en momentos de desesperanza. Es más sano decir Chupala Puto, que pretender añadir lugares comunes a queridos compañeros que sufren como uno.
Es linda esta patria, pero viven ellos. La araña que salvase te picó, qué vas a hacer. Y luego, a pensar en la supervivencia digna, como no conocen. Y a entender un futuro en el cual, más rápido que tarde, todo cobrará sentido otra vez. Ese mañana no es hoy, es mañana; pero llega enseguida.
* Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Gráfica
