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En exclusiva para La Señal Medios entrevistamos a Juan Manuel Abal Medina, actual Senador nacional y ex jefe de Gabinete en el primer tramo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Allí habló de una serie de temas de relevancia en el presente y futuro del país.
LS: ¿Cómo observa desde su experiencia la formación del gabinete de Scioli?
AM: Es un Gabinete muy sólido, con muchos compañeros/as que tienen una larga experiencia en la gestión, que han demostrado cada uno en su lugar y espacio una vocación y una decisión política de llevar cosas adelante. También expresa la pluralidad que tiene nuestro espacio político, el kirchnerismo, el peronismo, en el cual convivimos espacios con sus matices y riquezas que engrandecen al conjunto. Pensar en Julián Domínguez, que trabajó tan fuertemente en aquellos años, poco después del conflicto con las patronales agrarias. También es un gabinete que tiene gobernadores importantes, técnicos relevantes, rectores de universidades públicas. Expresa de manera clara esta diversidad de miradas que enriquece al conjunto.
LS: Más allá de los logros de estos doce años de gobierno, ¿qué piensa que falta?
AM: Falta muchísimo. Hay que entender que el mundo está constituido desde un sistema económico hace 200 años para que aquellos países que industrializaron primero se mantenga así y que el resto nos dediquemos a las materias primas. En nuestra industrialización se terminan generando cuellos de botella porque para mantener estos procesos de industrialización hacen falta divisas que obviamente no las producimos nosotros, hay que ir a buscarlas afuera, como ocurrió en los procesos de industrialización como en el primer peronismo. En un momento a sangre y fuego, como fue la Fusiladora en 1955 cortaron ese espacio, en el cual ahora tenemos la oportunidad de garantizar en el tiempo que eso se logre. En política y en el gobierno nada es gratis cuando uno toma un rumbo. Tiene que tomar determinadas decisiones que no siempre benefician a todos. Por ejemplo, si a uno le gusta comprar dólares y usarlos como quiera, eso con un país que quiere industrializarse no va de la mano, va con otro modelo de país con el que vivimos en los años ’90 y así nos fue. Un modelo que fue bueno para un corto plazo y para una pequeña parte de los argentinos. Si queremos un modelo que incluya a los 40 millones de argentinos no sirve porque no nos da un espacio para tener un mejor desarrollo en el mundo. La única forma de tener un desarrollo con igualdad e integración en un país tan grande como es la Argentina requiere una magnitud y un desarrollo industrial que nos permita que en Argentina haya trabajo.
LS: En ese marco, de hipotética continuidad, se enfatizará el UNASUR como se ha hecho hasta ahora. ¿se dará trascendencia al vínculo regional? Sobre todo pensando en que aparece un preproyecto imperial, de reagrupar en el Pacífico.
AM: No tengamos dudas porque es lo que ha venido haciendo Daniel (Scioli) incluso antes de ser nuestro candidato, de cuando era un precandidato. Su principal acción en la campaña fue reunirse con los dirigentes de la región, no midiendo costos políticos. Hoy con los problemas que tiene Brasil, que afectan a Dilma no es que Daniel va a sacarse una foto con Dilma para conseguir un voto más o uno menos, al contrario, fue a Brasil para refrendar un compromiso de seguir construyendo juntos a pesar de las adversidades y con las adversidades. Esto también lo demostró cuando lo fue a ver a Mujica hace ocho meses, lo mismo cuando recibió a Evo Morales. Está reafirmando la decisión de seguir construyendo, incluso con la visita que le hizo al presidente de Cuba.
LS: ¿Qué piensa de la relación que se establece entre kirchnerismo y peronismo a 70 años del 17 de octubre?
AM: El kirchnerismo es la expresión actual del peronismo, es la forma que el peronismo toma en esta etapa. Es la forma que el peronismo tomó a partir de su resurreción en el año 2003 en Argentina. Recordemos que a fines de los 90 y en el 2001 para muchos parecía una pieza de museo, ningún jóven en Argentina cantaba la marcha. Estaba muriendo, vegetando, transformándose en un artefacto que uno podía poner en un lado o en el otro, pero sin la significancia política. El kirchnerismo lo que hizo fue recuperar la vitalidad, que el peronismo sea lo que siempre había sido, una fuerza transformadora en beneficio de las grandes mayorías populares. Obviamente esto no quiere decir que no hay peronistas que no estén de acuerdo con el peronismo, uno no puede ser tan autoritario en ese sentido, así como también muchos compañeros que no son peronistas que se sienten kirchneristas. La gran mayoría del peronismo es kirchnerista y la gran mayoría del kirchnerismo es peronista.
LS: Hay una porción de ese sector que haya acariciado la idea de respaldar a Massa.
AM: Sí, sin dudas. Hay militantes, hay dirigentes, cuadros políticos que fueron parte importante de nuestra fuerza política. Ahí está Sergio Massa encabezando ese espacio, que fue jefe de Gabinete e Intendente por nuestro espacio político, está Roberto Lavagna, que fue el primer ministro de Economía de Nestor Kirchner, está Felipe Solá. Son un desprendimiento, pero uno no puede negar que sean peronistas. Después hay peronistas como De la Sota que nunca han sido parte de este proyecto.
LS: ¿Por qué crees que se corrieron del kirchnerismo estas figuras?
AM: En gran medida por oportunismo en un momento particular en que Argentina presentaba una coyuntura compleja, una elección legislativa que siempre permite un voto más suelto, más light. En esa coyuntura primó más el oportunismo y creer que podían hacer una vuelta en la historia y terminan siendo algo que estaban lejos de poderserlo. Por esa razón muchos de los que fueron volvieron al poco tiempo con nosotros.
LS: Brasil, ¿tira para atrás? La crisis brasileña puede dañar el curso del Mercosur.
AM: Obviamente es un enorme problema, nuestras economías están muy interrelacionadas y cuando a Brasil le va mal a Argentina le cuesta todo mucho más de la misma manera que cuando a Argentina le va mal a Brasil le sucede lo mismo. Hay que ser muy claros y comprometerse. Nosotros necesitamos que a Brasil le vaya bien y que a la región le vaya bien. Ya no hay diferencias como en otras épocas, ahora estamos todos juntos y cada vez vamos a estar más juntos. Si uno piensa en Europa, países con la historia, la fuerza, la dimensión y magnitud económica de Alemania, Francia e Inglaterra creen que tienen que construir juntos en un mundo complejo como este. Que nosotros en Argentina no pensemos lo mismo y busquemos otro tipo de soluciones francamente es no entender nada de lo que es la economía mundial.
