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Por Carlos Aira *
Agustín Mario Cejas falleció hoy, a los 70 años de edad. Fue un arquero espectacular. Símbolo de su tiempo. Aquellos años sesenta, en los cuales el fútbol argentino tuvo una generación de guardavallas excepcionales.
Nacido en el barrio de Pompeya en 1945, surgido en la inferiores de la Academia, debutó en primera el 17 de noviembre de 1962. Aquella tarde, Racing goleó 7 a 3 a Chacarita Juniors en el Cilindro.
Durante siete temporadas fue un símbolo de la Academia. Cuando Juan José Pizzuti armó aquel Racing para el asombro, fue un puntal defensivo junto a sus dos centrales: Roberto Perfumo y Alfio Basile.
En aquel mítico torneo de 1966, mantuvo su valla invicta hasta la séptima fecha. Partido ante River en Avellaneda. Un choque con el peruano Loayza y una dura lesión en su mano derecha que lo mantuvo al margen por el resto del campeonato.
Alto, fuerte, volador. Su seguridad fue vital en la obtención por parte de la Academia de la Copa Libertadores de 1967. Los memoriosos aun recuerdan que fue vital para sostener el empate en cero en el Centenario ante Nacional, cuando en el partido de ida, Racing y los Tricolores habían igualado.
Campeón Intercontinental 1967 en aquellas finales ante el Celtic, su ciclo en Racing finalizó en 1970 cuando fue transferido al Santos de Pelé. Atrás había quedado el trago amargo con el seleccionado. Aquella tarde del 23 de agosto de 1969 cuando Perú nos eliminó de México 1970 en la Bombonera.
Con el Santos recorrió el mundo. Atajó en los lugares más recónditos. Regresó a la Argentina en 1975, con un breve paso por Huracán. Pero su destino era Racing. En 1977 volvió junto al Panadero Díaz, dos sobrevivientes del Equipo de José.
Se quedó en Racing hasta 1980. Llegó a ser técnico y jugador en el Metro de aquel año, luego de la renuncia del Toto Lorenzo. En 1981, José Omar Pastoriza prescindió de sus servicios. Tenía 36 años. Años después, el Pato tomó una decisión similar con otro arquero de aquella generación: Hugo Orlando Gatti.
Cejas firmó para River Plate. Jugó pocos partidos con los Millonarios. Uno de ellos, curiosamente, ante Racing. Fue en cancha de Vélez. Bajó una tormenta, le tapó un tiro libre impresionante al uruguayo Juan Ramón Carrasco. La hinchada de la Academia, ubicada en la tribuna de Reservistas Argentinos, primero aplaudió, luego lo ovacionó y terminó gritando el cantito que utilizó por estandarte por años: ¡Agustín! ¡Agustín!
Con 312 partidos oficiales, es el fútbolista que más veces defendió la camiseta de Racing Club en el llamado profesionalismo. Entrenador de la Academia en la dura época del descenso. Años 1984 y 1985. Cuando las derrotas laceraban el alma de los jugadores, se quedaba hasta que el último futbolista se metiera en el vestuario.
Su paso final tuvo que ver con la triste intervención judicial de la Academia. Año 2000. Pero esa es harina de otro costal. Se fue Agustín Cejas. Agustín. Un arquero de excepción. Un grande de la Academia Racing Club.
* La Señal Fútbol / Director Xenen / La Señal Medios.
