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Y un día volvió. El último gran héroe tripero, Fabián Rinaudo se reencontró con Estancia Chica, donde trabajó por primera vez junto a sus nuevos compañeros y bajo las órdenes del cuerpo técnico encabezado por Pedro Troglio.
Fito, que dejó el Lobo allá por el 2011, cuando a Gimnasia le tocó descender aquella tarde gris ante San Martín de San Juan, se mostró más que contento y conforme ante los micrófonos y contó por qué eligió volver a su casa en un momento óptimo de su carrera y resignando un monto considerable de dinero.
«Estoy en una nube. Tengo un desequilibrio bárbaro en la cabeza. Es todo muy loco. Me quiero poner bien lo antes posible para volver al ruedo«, dijo Rinaudo y, además añadió: «Si estoy acá estoy en casa, voy a disfrutar la vida y adentro de la cancha«.
La flamante incorporación del Lobo explicó además que «voy a ser el mismo de siempre, no cambié. Se extraña todo, la gente especialmente. Sentirme en casa«, y spstuvo: «Cuando me fui, estabamos muy mal. Hoy la realidad es otra y la responsabilidad también«.
Fito dejó en claro que lo movilizó el corazón, que primó pro sobre cualquier tipo de exceso material, y que por eso tomó la decisión de volver al club que lo vio nacer. «La tranquilidad interna no te la da la guita. No me podía desprender nunca de Gimnasia«, dijo.
Por último, aseguró que si bien viene entrenando hace algunas semanas, aún le falta ponerse a punto, y es en lo que va a trabajar de ahora en más. «Fueron las vacaciones más largas desde que me fui. Estuve dos meses parado«, contó Rinaudo, que canceló varias deudas del Catania para poder decir presente en Gimnasia a préstamo por un año.
Letra G / La Señal Fútbol
