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POR GUSTAVO RAMIREZ
Cada día es como domingo
Cada día es silencio y gris
Morrisey
I
Las fronteras son difusas cuando se ha roto la brújula. No es fácil anotar anécdotas de viaje en una bitácora destruida por la caída constante de bombas atómicas imaginarias. ¿Qué ha sucedido bajo la cortina de lluvia radioactiva? ¿Sueñan los sindicalistas históricos con tormentas eléctricas?
El paisaje es el diagnóstico. Frío que no llega. Alarmas que no suenan. Alguien corrió el eje de la tierra. Gira para un lado que la extraviada Dirigencia Sindical no logra entender. El discreto encanto de la pequeña feligresía de los rebeldes sin causa. Aun así, las imágenes de las postales sociales no se podrían recrear sin el sindicalismo ni su dirigencia.
Hay Capitanes que conducen naves con tripulaciones obesas de ideología chatarra. Hace meses que vienen augurando el fin del mundo. Tanto como años atrás los Gerentes del Poder inauguraban la era del fin de la historia. El Capitán condujo la nave a un agujero de gusano. El atajo al desvío ideológico.
II
Si no fuera un año electoral nadie se alarmaría por el curso de las paritarias. En el marco de las negociaciones salariales las tensiones son lógicas. Cada quien atiende su juego. El objetivo es llegar lo más cerca posible al objetivo.
Las voces oficiales que emergen desde el Ministerio de Trabajo aseguran que no hay techo. En riguroso off the record desde el mismo organismo, agentes de negociación afirman que no van homologar acuerdos por encima del 28 %. Por momentos las paritarias son bunkers anti-bombas. El empresario monta su parafernalia de combate intergaláctico en un rincón de la mesa. El sindicalismo va a la guerra desde otra pata del orbe mercantil. El Ministerio se desentiende y carga misiles en su maquinaria por las dudas.
El espacio tiene límites inexplorados. Los dirigentes que actúan como capitanes de naves perdidas lo saben. La Tierra está ahí. Sin embargo se mueven como si una hecatombe la hubiera arrasado. ¿Es el diagnóstico o es la necesidad? Hay gremios que vienen atrasados en su escala salarial. Presionados por sus bases los dirigentes se ven obligados a apretar el acelerador. Saben que los tiempos electorales se devoran fácilmente a los débiles.
En el espacio lo sutil para sobrevivir es táctica y estrategia. En un contexto de negociaciones abiertas ¿a quién beneficia una medida de fuerza a nivel nacional cómo la lanzada para el 9 de junio próximo? ¿Al interés colectivo de los trabajadores o a erosionar las bases indecisas de un electorado huidizo? ¿Cómo se proyectan al espacio social multidimensional las imágenes cansadoras de los moyano, los barrionuevo y los micheli?
III
Llegan mensajes cifrados desde otras galaxias. Sirven para escribir perros titulares en medios que se rehúsan a reconocer la organización sindical de sus periodistas. Los catalizadores de estos mensajes, periodistas fuera de convenio, instalan que la paritaria es una lucha. Que la Guerra se dirime entre los Sindicatos y el Gobierno Nacional. Así se limpia el alma piadosa de los empresarios. Entidades institucionalizadas que siempre se reflejan, en alguna estrella opaca, como víctimas del sistema económico, que curiosamente, los enriquece.
¿De qué lado de la nave se paran los capitanes para ver al Sol mientras escapan del lado oscuro de la Luna? Existe una desproporción interestelar entre el mundo actual y el presente ideológico que viven algunos dirigentes sindicales. Una vez que saltaron al vacío cayeron en la trampa laberíntica que les tendió la oligarquía. Comen y engordan fuera del espacio visible. En sus caras se observa el deterioro que produce el tiempo si no hay una actualización política y doctrinaria.
Afectos a la redención del número, los capitames de las naves extraviadas piden:
UTHGRA 40%. SATSAID 35%. Camioneros 35%. Aceiteros 36%. CONADU HISTÓRICA 40%. ALIMENTACIÓN 43%.
Para cada sector los pedidos son justos. Lo curioso es que cada una de estas entidades sindicales le termina cayendo al gobierno por izquierda si no se cierran los acuerdos. Ninguno de estos gremios negocia con el Gobierno Nacional. Lo hacen con cámaras empresariales del sector privado.
IV
Mientras el transporte experimenta cambios trascendentes, como la re-estatización de los ferrocarriles por ejemplo, desde la CATT desenfundan y disparan. Marutano y Schmid ostentan el sable láser de Darth Vader buscando congraciarse con el lado oscuro de la fuerza. No son jedis. Ni están inmersos en una saga de ciencia ficción. Están jugando sus cartas en la propia interna sindical de cara a una posible unificación de las centrales obreras. Sus nombres suenan fuerte en la sucesión, eternamente postergada, de Moyano.
Las naves se deslizan silenciosas bajo la estela de un domingo gris. Falsas expectativas se venden en el mercado de reliquias ideológicas. Nadie compra. Todos pretenden canjes. Es una feria de domingo en un planeta donde son extranjeros. Toc Toc. Desechos históricos golpean las puertas de la máquina. ¿Hay alguien ahí? ¿Pueden oírlos?
En su cabina de comandos uno de los capitanes tiene grabada a fuego una frase de Stephen Hawking, la lee mientras otea el horizonte en busca de un tiempo que ya no le pertenece. En el espacio suena una canción: Cada día es como domingo / cada día es silencioso y gris. Antes de pensar en la frase del científico que él puso en su nave, el Capitán recuerda años de prosperidad donde era protagonista de hechos históricos. Ahora está solo. Inmerso en pensamientos que lo corroen. ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegamos hasta acá? El Capitán tiene miedo. Le teme a la frase de Hawking que lee en voz alta: “Inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios”
*Feos Sucios Malas / La Señal Medios
